Mayoría democrática
El 14 de abril la mayoría democrática se manifestó derrotando el miedo. En las urnas hemos vencido al usurpador. Ahora debemos hacerlo en las calles. Después, en todos los ámbitos hasta obligarlos a reconocer la victoria popular.
Quienes votamos por Henrique Capriles estamos seguros del triunfo y comprometidos permanecemos exigiendo se reconozca su derecho, que de todos es, a gobernar el país que de todos debe ser.
Los compatriotas que adversaron la opción triunfadora ya comienzan a ver la realidad electoral, que como muchas otras los enchufados siempre ocultan y que como muchas otras verdades comienzan a develarse claramente. Saben que dónde antes ganaba Chávez por mucho, el derrotado Maduro perdió o ganó por poco. Saben que donde antes Chávez ganaba por poco, ahora Maduro fue derrotado por mucho. Saben que donde antes Chávez perdía, hoy el derrotado Maduro fue vencido con creces. Saben que son los enchufados quienes tienen el control del proceso electoral, quienes tienen la custodia de los comprobantes y cuadernos de votación. Saben que los enchufados ahora tienen miedo.
Son ellos, los enchufados, quienes mejor conocen la verdad, la verdad de su gran derrota. Saben que cada vez será mucho más difícil continuar el engaño y mantener la mentira. Por eso se niegan a recontar los votos que revelan la verdad que esconden. Quienes practican la mentira, ignoran que la verdad siempre termina derrotándola. Será cuestión de tiempo. Para los enchufados el castillo de naipes que los resguardaba, que permitía sus privilegios y corruptelas, se derrumbó. La realidad los ha desnudado y comienzan a percatarse de su necesaria salida.
La Venezuela democrática cuenta con un nuevo liderazgo. Capriles Radonsky está uniendo aceleradamente al país todo que debe seguir derrotando el miedo, avanzando en recuperar su capacidad de expresarse, no sólo en las urnas sino también con mucha fuerza en las calles y en todos los rincones de la Patria. Y pronto, Venezuela toda, el país que quiere la paz, la unidad, la reconciliación, la justicia apartará a los enchufados que insisten en quedarse para siempre. Deben marcharse de inmediato. En todo caso será cuestión de tiempo y en Venezuela ahora el tiempo corre aceleradamente.
