La Haya: justicia o paz
En la década de los 90 se realizaron múltiples discusiones sobre el establecimiento de un Tribunal Penal Internacional que desde La Haya pudiera conocer casos de violaciones masivas a los Derechos Humanos.
Todos coincidían que era necesario sustituir la proliferación de Tribunales “ad hoc” como el de Nuremberg, o los Tribunales “ad hoc” de la Ex Yugoslavia o de Rwanda, creando una reglamentación permanente aplicable a todos los Mandatarios que incurrieran en violaciones de lesa humanidad.
Lo que resultaba más difícil solucionar era cual principio aplicar. Si el criterio de la aplicación de la Justicia o el establecimiento de mecanismos de consolidación de la Paz?
Aquellos que privilegiaban la aplicación de la noción de Justicia, argumentaban que el establecimiento de un nuevo orden jurídico penal internacional era indispensable para asegurar la lucha contra la impunidad y ello constituía la base fundamental de un Estado de Derecho respetuoso de la dignidad humana.
Por otra parte, los defensores de la tesis de que era necesario consolidar una Paz permanente, consideraban que el objetivo fundamental para vencer las violaciones de derechos humanos era asegurando la construcción de una sociedad que superara los conflictos internos, y ello se podría lograr con una transición que estableciera procesos de amnistía y de perdón.
Lo cierto es que esa polémica se resolvió en el año 2002 cuando entró en vigencia el Tratado de Roma que establece la creación del Tribunal Penal Internacional para juzgar a los Mandatarios en ejercicio por violaciones de Derechos Humanos. De esta manera se asegura el cumplimiento de ambos valores: el de la Justicia y el de la Paz.
Con la aplicación de la jurisdicción penal Universal de La Haya, se han procesado casos como los del Congo, Uganda, Sudan, Republica Centro Africana. Pero ello no se contradice con la creación de mecanismos como los de Sierra Leona, Camboya, Timor Oriental, Kosovo o Bosnia-Herzegovina, mientras que en América Latina se han privilegiado las actuaciones de las Comisiones de la Verdad como respuesta a casos como los de Guatemala, El Salvador, Haití y otros
En el caso de Venezuela, como no se ha establecido una Comisión de la Verdad, diversos actores presentaron demandas que forman ya parte de un expediente en La Haya. Ojala se privilegie la Paz. Pero si no, está la espada de la Justicia, que se aplica a todos por igual.