Expareja de Evo Morales se retracta y dice que su hijo murió en 2009
La boliviana Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales, se retractó de sus afirmaciones iniciales sobre la existencia del hijo que tuvo en 2007 con el mandatario y señaló que el menor falleció dos años después de nacer, publica hoy el diario Los Tiempos.
La mujer hizo esta declaración el miércoles en su comparecencia ante la comisión de fiscales que investiga la acusación del Gobierno contra Zapata por supuesta trata de personas, por intentar hacer pasar por hijo de Morales a un niño que no lo es.
Zapata sostuvo que el hijo que tuvo con el mandatario nació en abril de 2007 y falleció dos años después, según un documento citado por Los Tiempos donde está transcrita la declaración que hizo la mujer en la cárcel donde se encuentra recluida en La Paz.
«En realidad el niño falleció el 2 de octubre de 2009, en La Paz», señaló de acuerdo con el documento.
Asimismo indicó que no tramitó un certificado de defunción y que el mandatario estaba al tanto de ello.
«Incluso hemos firmado un papel. Hemos tenido varios problemas con él y ese papel decía que yo tenía que mantener este tema en perfil bajo y él me había dado una suma de dinero en cuanto al aporte que él asignaba que era de 200 dólares», afirmó.
La polémica sobre el niño comenzó en febrero, cuando un periodista reveló que Morales y Zapata tuvieron una relación en 2007 de la que nació un niño reconocido legalmente por el presidente.
El gobernante confirmó que había tenido un hijo con Gabriela Zapata pero aseguró que el niño murió poco después de nacer. Zapata por su parte dijo que el niño estaba vivo, pero cambió su versión en la declaración hecha ante los fiscales esta semana.
Este caso también derivó en una investigación legislativa sobre un supuesto tráfico de influencias a favor de la empresa china Camce, compañía que se adjudicó contratos millonarios con el Estado y donde la expareja del mandatario era gerente comercial.
El Parlamento absolvió de culpa a Morales y concluyó que no hubo tráfico de influencias, aunque Zapata está detenida preventivamente desde fines de febrero por supuesto enriquecimiento ilícito y otros delitos de falsedad.
El Gobierno también denunció el mes pasado el supuesto delito de trata y tráfico de personas a Zapata y a los abogados Eduardo León, William Sánchez y Walter Zuleta, que defendieron a la expareja de Morales. Los dos últimos están prófugos, mientras que el primero, que estaba bajo detención domiciliaria, fue enviado el miércoles a prisión por otros procesos que le inició el Gobierno por la supuesta falsificación de su libreta de servicio militar.
Antes de entrar a prisión, León dijo el jueves a los medios que Zapata era una «psicópata» y hace unos días sostuvo que la mujer mintió en casi todas sus afirmaciones y que necesita un psiquiatra.
La Fiscalía los investiga por supuestamente haber utilizado a un menor para hacerlo pasar por hijo del presidente ante una jueza que debía verificar si el niño estaba vivo o no. Tras una investigación, la jueza dictaminó que el hijo no existe y archivó el caso.