Se va Uribe, viene Santos…
El Tribunal Constitucional de Colombia decidió cerrar los mecanismos institucionales que llevarían a una segura segunda reelección del Presidente Álvaro Uribe.
Juan Manuel Santos, el ex Ministro de Defensa y el mejor ejecutor de la política de alianza diplomática, comercial y militar con USA y de confrontación a las FARC, será el próximo mandatario electo, que mantendrá incólume la política uribista de impedir la chavización lumpen de Colombia.
Aún en siglos la historia de Colombia recordará: “los años de Uribe”, en los que ese país envidiable por la calidad de sus instituciones, progresó en todos los frentes de la economía y de la vida democrática.
Al unísono, en estos mismos años, Venezuela retrocedió y se desintegra socialmente y lo peor es que el Estado adquirió y reafirma visos irreversibles de régimen forajido y despótico, mientras gobierne la peste roja.
En 100 años, estos: “los años de Chávez”, serán recordados aún como el período en que el extravío de “sabaneitor” nos bajó de los primeros a los últimos lugares, en por lo menos 50 índices que miden, a nivel latinoamericano, la prosperidad, seguridad, bienestar de sus habitantes, el desarrollo y respeto institucional, etc.
A Colombia, Uribe la sacó de uno de los mayores dramas de su historia, marcada por lo que fue el reino de las FARC en dos tercios de su territorio.
Luego de 8 años de combate implacable y a pesar del apoyo del gobierno chavista a la narco-guerrilla, el narcoterrorismo fue sacado de las ciudades y quedaron arrinconados a un 15% del mapa, en zonas colindantes con las fronteras de Ecuador y Venezuela.
¿ …Y en Venezuela?
Mientras Chávez chantajee a Colombia, lo cual hará hasta el último día de su gobierno de delirante intromisión y al igual que el gobiernito chulo ecuatoriano, sigan protegiendo a las FARC contra el Estado colombiano, nuestras fronteras, como las que Correita presta para las FARC, darán protección y respiro a estas bandas armadas irregulares, disfrazados de redentores, cuyo cinismo es por lo menos igual al de Chávez.
Allá en Colombia y en la zona de frontera nuestra, que controlan, contando con la alcahuetería de las FAB, ellos te matan. Aquí Chávez te deja matar. Allá ellos secuestran masivamente, aquí Chávez te deja secuestrar. Allá las FARC te expropian o pagas vacuna, aquí tienes la vacuna del Indecu, CADIVI, del Seniat, de los latrocinios, comisiones obscenas, coimas, matraca, y también las vacunas de los secuestradores, tolerados y protegidos por el gobierno lumpen, sin que falten también las expropiaciones. No hay nada más parecido a Chávez que un gobierno de las FARC.
Nuestro país, en los mismos tiempos en que Uribe hizo respetar a Colombia y generó millones de empleos, cambiando favorablemente el panorama de seguridad jurídica y personal de sus ciudadanos, aquí en Venezuela Chávez nos hundió en la destrucción del grueso de nuestras fuerzas productivas y nos lanzó a la barbarie de la inseguridad, con más de 16.000 asesinatos por año, donde quedan impunes, sin ni siquiera indiciados, el 91% de los autores de estos desmanes.
Súmenle a este degredo de economía chavista, donde reinan todos los vicios y calamidades que genera el estatismo rentista y el clientelismo populista, la pavorosa inseguridad jurídica, donde el presidente va inventando monstruosas ilegalidades mientras camina o habla, solo para “lucirse” y tratar de sembrar la convicción que es nuestro amo y que se morirá en su cargo de déspota.
Las Ilusiones en Septiembre
El nuevo paquete de caramelos de cianuro que distribuyen los amancebados con el régimen, si los elegimos diputados, es la ilusión que en Venezuela viene un cambio en este obscuro panorama a partir del calendario electoral y si logramos desde septiembre próximo una victoria opositora, para llevar amansados al latrocinio legislativo del régimen.
La droga electorera ha ganado terreno y hasta se oyen delirios sobre que desde allí, desde la A.N. se doblegará a Chávez.
Declaro firmemente, ante quienes me atribuyen ser generador de desunión, que apoyaría hasta los más «blanditos y educados» que se presenten contra el gobierno, exigiendo la unidad de todos.
Pero no ocultaré mi convicción, aunque también es cierto que sacaremos muchos más votos y diputados, sobre que Chávez dirá que no es así y desconocerá cualquier resultado adverso.
La discusión volverá a ser sobre que la oposición se apresurará a admitir cualquier fraude y aceptará el roñoso papel de minoría parlamentaria que le asigne Chávez con la excusa que queremos paz y democracia… agarrar aunque sea fallo… es la consigna de los que aspiran a ser, algún día, el relevo en la depredación clientelar, como sustitutos del chavismo agotado, que pactaría su pase a una oposición, amansada a su vez por sus fortunas garantizadas en una amnistía general… sueñan…
Sabaneitor juega también a reforzar esa ilusión de siervos irredentos. Anda tronando sobre que nos caerían las siete plagas entre ellas la guerra civil, si su pandilla dejara de ser la mayoría, que seguirá garantizada por su CNE que practica el sicariato Electoral. Sabaneitor pregona que puede perder para que vayamos a votar para derrotarle pero de mentira porque él sabe que cuenta con esta oposición dispuesta a tolerarle de nuevo su trampa… son los mismos… es un deja vu.
Solo los candidatos proscritos o sus dolientes directos serían la garantía de abandonar la lambada que bailan desde aquella COMISION DE DIALOGO de 2003 montada por Carter y Gaviria, que nos ató al carro de la permanencia fraudulenta de Chávez en el poder, luego de los disparates de lo que en mala hora encarnó Carmona y luego el Paro Indefinido con su “decorado” de Altamira.
Los asalariados de liderazgos mediáticos del campo opositor me insultan porque digo estas verdades elementales, que les estorban para su tramoya y vestimenta de utilería como supuestos honorables, a quienes deberíamos “agradecer” sus sacrificios por andar de parlanchines de la moderación, el diálogo y la convivencia institucional con los farsantes de la ladronera oficialista.
Los que planteo, desde hace años, es que aquí lo único útil, durante el reinado chavista, para usar las elecciones hediondas a fraude, ventajismo y trampas masivas, es intentar ganar todos los espacios que podamos arrancar a la trampa electoral chavista, para convertirlas en tribunas de los presos políticos, civiles y militares, para las víctimas directas de Chávez, para los perseguidos y proscritos.
Aquí los únicos que tienen mérito propio, son quienes han arriesgado todo por defender sus causas de conciencia. No queremos candidatos de lenguaje perfumado, no queremos candidatos que hablan como ministros, no queremos candidatos profesionales impuestos por quienes viven de sueldos y comisiones del estado chavista. No queremos candidatos de clientelas burocráticas. Aquí habrá democracia cuando existan muchos líderes que no acepten alquilar sus mentes a quienes pagan las campañas.
No ando en plan de desacreditar a los partidos políticos y otras asociaciones de personas que estiman sus propias condiciones de liderazgo, pero lo que debe primar hoy por hoy, es presentar candidaturas con un fuerte cognomento emocional y racional simultáneo. Gente capaz que al propio tiempo hayan tenido notoriedad por ser haber sido víctimas o ser perseguidos por el gobierno despótico.
Los asalariados de intereses creados de cualquier naturaleza, deben hacerse a un lado, o ponerlos nosotros a un lado, prefiriendo en el voto sólo a quienes podemos sacar de la cárcel por el descuido del régimen de no haberles proscrito todavía los derechos electorales.
No me extrañaría que los “virtuosos” del tribunal supremo chavista le ayuden a su caudillo a quitar del medio a los presos políticos. Por eso es que propongo preventivamente que sus esposas o hijas, o los abogados que por años y sin cobrar un céntimo mantienen vivas sus causas de inocentes, sean quienes eventualmente les sustituyan, ante las trapisondas de Chávez para eliminar esas candidaturas.
PON GLOBOVISIÓN
Celebro como el que más, que GLOBOVISION ya empezó por fin a darles la tribuna que merecen, (en Grado 33 ) a las esposas de los presos y a la campaña para estos convertirse en candidatos a diputados para septiembre.
Una cosa es participar en este proceso electoral para levantar banderas de dignidad y postular gente que grite más que nunca que este gobierno de carceleros y ladrones debe irse cuanto antes y otra muy distinta es andar de parejeros de la farsa del régimen, de querer legitimarse de nuevo posando de demócratas, cuando son solo los mecenas de la execrable burocracia totalitaria castrista, que nos cuesta decenas de miles de millones de dólares y unos rolitrancos de cínicos y depredadores de los dineros públicos, de los cuales los dialogadores y cohabitacionistas de siempre, del lado nuestro, son apenas comparsas.