Opinión Internacional

El plan para destruir a Cuba

El plan para destruir a la Revolución Cubana es una combinación del modelo de subversión que se usó para terminar con el “socialismo realmente existente” en Polonia y en la Alemania socialista (RDA). Ese plan, que está en plena ejecución, cuenta con cuatro elementos: la crisis interna de Cuba, la campaña mundial de presión y chantaje, la liberalización mercantil subversiva de Obama y, la Iglesia Católica.

1. El intento del ataque “final” contra Cuba se basa en la hipótesis imperialista de que hay cuatro crisis particulares en Cuba, cuya sinergia llevará pronto a la disolución del sistema creado por Fidel y Raúl. Reforzar las tendencias caóticas de este proceso y determinar la configuración del régimen de poder post-revolucionario, son las funciones de la actual ofensiva global.

Las cuatro crisis parciales son: a) la grave crisis económica, causada, por un lado, por factores externos y, por otro, por serios errores endógenos, como en la agricultura y la política de precios; b) la severa crisis de sucesión de la dirección histórica que no ha logrado renovarse; c) la bifurcación del Partido en dos centros de poder de decisión y visiones de desarrollo (Fidel y Raúl) y, d) la extrema lentitud de reformas y la invisibilidad —discursiva y estratégica— de un Nuevo Proyecto Histórico.

El gobierno ha reaccionado ante las cuatro crisis con una mayor cerrazón política hacia la crítica interna de izquierda y una mayor apertura hacia el Vaticano. En general, ha perdido la iniciativa estratégica reaccionando esencialmente a las presiones externas.

2. La campaña global contra Cuba es encabezada por dos Estados regionales gangsteríles, Estados Unidos y la Unión Europea, y secundada por actores menores, como NGO´s, la derecha global, los medios burgueses y Estados terroristas menores, como Israel. Su grito de guerra para los desprevenidos son los “derechos humanos”. Pero, su comunicación para las clases políticas expresa con claridad y cinismo sus pretensiones reales. Por ejemplo, en la reciente resolución de condena a Cuba planteada por un grupo de miserables parlamentarios en la plenaria de la Unión Europea (10.3.2010), estos eurodiputados “solicitan firmemente el apoyo incondicional y enfático de las instituciones europeas para iniciar en Cuba una transición política hacia una democracia pluripartidista”; asimismo, iniciar “de inmediato” un “diálogo estructurado con la sociedad civil cubana y todos aquellos que apoyan una transición pacífica en la isla”.

3. El gobierno de Obama apoya la estrategia de presión mundial mediante bien dosificados pasos de liberalizacón subversiva del bloqueo, como ciertas medidas de aflojamiento del turismo, intercambio comercial, comunicativas y financieras, que permiten la penetración cultural-política del espacio cubano con la fuerza seductora de las catedrales del consumo de clase media. Esa política tiene el pleno apoyo de la mayoría de los disidentes cubanos, como muestra la llamada “Carta de los 74”.

4. Ante la fuerte presión de la campaña global, el impacto de la liberación subversiva mercantil y la propia debilidad, el gobierno cubano ha echado mano de intermediarios para alivianar la presión, desde Juanes y Bosé hasta la Iglesia Católica. Juanes y Bosé son, como es obvio, los payasos del circo cuya función es distraer. La misión real recae sobre el tyrannosaurus rex del circo: el Vaticano.

En efecto, el primer y, hasta hoy, único Estado global existente, el Vaticano, ha tenido notables éxitos en Cuba en el negocio que le ha hecho grande en sus dos mil años de existencia: hacer pactos con el diablo, es decir, servir a las clases dominantes; en este caso a la burguesía atlántica (EU y UE). El cardenal cubano Jaime Ortega ha obtenido el permiso para que las “Damas en Blanco” puedan manifestarse libremente y en una reciente reunión con el Presidente Raúl Castro se ha llegado a un acercamiento sobre el pronto excarcelamiento de algunos “presos políticos” enfermos. Actualmente se negocia la posibilidad de que Benedicto XVI visite la isla en el 2012. De esta manera, la Iglesia Católica —en la cual es casi imposible encontrar a un cristiano— se constituye en el desinteresado y humanístico protagonista social de la transición de la Revolución Cubana hacia un régimen con mayor democracia y derechos individuales. Exactamente el mismo papel que jugó en la disolución del Socialismo del Siglo XX en Polonia y la Alemania Democrática.

5. En Polonia, la subversión fue exitosa debido a la alianza entre el Vaticano, los gobiernos de la burguesía atlántica, encabezados por Reagan, y el movimiento obrero polaco (Solidarnosc). En la Alemania socialista el éxito se basó en la alianza entre la Iglesia protestante, el movimiento de los derechos humanos (Buergerrechtsbewegung) y la burguesía atlántica. En Cuba se trata de la alianza entre la Iglesia Católica y el movimiento por los derechos humanos, con el protagonismo de la burguesía atlántica y la derecha global.

6. El diagnóstico imperialista sobre las cuatro crisis parciales de la Revolución cubana es, esencialmente, correcto. Impedir el desenlace que Bruselas y Washington desean darle a la crisis depende del gobierno cubano. Si logra reactivar a las masas con profundas y prontas reformas autodeterminadas, puede ganar. Si pierde su tiempo con los payasos y el predador jurásico del sistema, terminará como Polonia y la RDA.

* Ponencia presentada en el evento: “Guerra fría contra Cuba – la instrumentalización de los derechos humanos por la Unión Europea”, organizada en Berlin (18.6.) por “Cuba sí”, con diputados del Parlamento Europeo, Alemán y delegados de Amnistía Internacional y del Comité Central del PCC.

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