Saludo al Presidente Santos
Hoy asume la Presidencia de la República de Colombia el Economista Juan Manuel Santos Calderón. Nació en Bogotá el 10 de agosto de 1951, por lo tanto, tres días después de tomar posesión de su cargo completará sus primeros cincuenta y nueve años de vida.
Pertenece a una familia íntimamente ligada tanto a la política como al periodismo colombianos. Su tío abuelo, Eduardo Santos Montejo, desempeñó la primera magistratura entre el 7 de agosto de 1938 y la misma fecha de 1942. El día 7 de agosto se ha consagrado como el de la toma de posesión del Presidente de la República desde que se modificó la Constitución en 1910. Hace la bicoca de un siglo. Ese día se conmemora la confirmación de la fecha de la Independencia, hecho que sucedió en 1919.
Su abuelo, Enrique Santos Montejo, quien utilizaba el seudónimo de “Calibán”, fue el fundador, en 1911, de El Tiempo el periódico más antiguo y más serio de nuestra hermana república.
El Presidente se graduó de Economista en la Universidad de Kansas, obtuvo una Maestría en Economía y Desarrollo Económico en el prestigioso “London School of Economics” y otra Maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard. Santos se preparó intensa e inteligentemente para servirle a Colombia con grandes conocimientos, pasión y experticia.
Luego, al incorporarse a la vida pública de su país llegó a desempeñarse como Ministro de Hacienda, entre 2000 y 2002, en la administración del Presidente Andrés Pastrana Arango y fue Ministro de la Defensa de Colombia entre el 19 de julio de 2006 y el 22 de mayo de 2009 bajo la administración de Álvaro Uribe Vélez.
En 1997 propuso el establecimiento de una “zona de distensión” acción que inició las negociaciones que hoy han conducido a la virtual derrota de las fuerzas guerrilleras, comunistas, irregulares de Colombia y tuvo especial relevancia su actuación en el rescate del grupo de varios secuestrados de la guerrilla donde se encontraba la señora Ingrid Betancourt Pulecio. Acción esta ampliamente reconocida por el Presidente Álvaro Uribe Vélez.
Las relaciones entre Venezuela y Colombia se encuentran distanciadas por primera vez en más de un siglo a niveles que no tienen el respaldo de ninguno de los dos pueblos. Este distanciamiento absurdo, ha sido, sin lugar a dudas, producto de decisiones poco pensadas que han adelantado políticos de actuación inconveniente.
Nos toca a nosotros y a los colombianos y venezolanos de buena voluntad, rogar a toda la corte celestial porque el Presidente Santos, con su competencia, su experiencia y su habilidad, contribuya a montar sobre rieles las necesarias y convenientes relaciones entre los dos países.
Simón Bolívar nació en Caracas y rindió su último suspiro en Santa Marta. Recordemos sus últimas palabras: “Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”. Ninguna de las premisas del Libertador se ha cumplido. La profanación de su tumba ha sido la más reciente afrenta y la demostración de que la paz del sepulcro le está siendo negada.
Las acciones que tome el Presidente Santos y su gabinete, son fundamentales para lograr estos objetivos y tanto los colombianos, por razones evidentes, como los venezolanos de buena voluntad, tenemos cifradas nuestras esperanzas en su exitosa gestión. También hacen falta actuaciones adecuadas y positivas de este lado de la frontera. Roguemos también por ellas.
