El último tango en La Haya
Como en una coreografía muy bien estudiada,el embajador de Colombia en la OEA mostraba pruebas de presencia de las FARC y el ELN en Venezuela, mientras bolivariano se preparaba para eludir el tema y descalificar denunciante. Uribe sabía que Chávez no iba a acceder a su propuesta de revisar las varias coordenadas donde la guerrilla colombiana “pasta” en Venezuela, ni menos crear una comisión de verificación. Chávez estaba preparado para mostrar su infinito poder y, sin mediar nada, decretar una ruptura “total” de las relaciones con Colombia. ¡Exprópiese! El venezolano, en el fondo le está dando gracias al “cachaco” pues cree que es otra oportunidad de exacerbar su acostumbrado nacionalismo anti-colombiano pre-electoral. Aunque parece que no le está dando resultados más allá del eco adulador de los otros cuatro poderes nacionales. Según las encuestas, ya la mayoría de los venezolanos critica la forma en que maneja los asuntos con Colombia Uribe se ha sacado de adentro una espina: el haberse calado al criollo, por el bien de su economía y de su prestigio político. Además ha colocado el tema donde quería: lo sacó de los sobres de manila con carácter reservado a un organismo multilateral regional como la OEA y lo hizo públicamente. Ahora todo el mundo debe darse por enterado. Santos, se hace el loco, “vainas de Álvaro” -dice. Apuesta a que en pocas semanas el tema estará al menos donde estaba antes: “congelado”, pero vivo. Conoce el bipolarismo del otro y espera una oportunidad para ofrecerle algo que lo lleve a su estado de “alto pana” o al menos de “pana”. Ya el criollo asomó la posibilidad, incluso habló de lo atinado que había sido nombrar a María Ángela Holguin como Canciller colombiana. Para agosto todo se habrá olvidado y todos creerán que ganaron algo en esta sátira. Santos logrará reestablecer las relaciones con Venezuela. Chávez, en el papel del ofendido, mostrará su “grandeza y sacrificio” y aceptará, en la espera de más votos para septiembre. Sin entender que en realidad él es quien más ha perdido; está montado en el brete. El caso es público y ahora está al nivel del organismo hemisférico. El próximo paso es subir el tema a Naciones Unidas -que ya está interesada- pues el tema del narcotráfico y el terrorismo son muy sensibles. Además, ahora los tribunales de la Haya están a un paso. Dar cobijo y apoyar al terrorismo son delitos que pueden ser juzgados en cortes internacionales, incluso de oficio. La espada de Damocles pende sobre el criollo.