Consecomercio: Comités de abastecimiento y producción condenan a venezolanos a sobrevivir en economía de guerra
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios, Consecomercio, fustigó este martes el nuevo modelo de distribución de alimentos que ideó el gobierno, en el marco de la extensión del decreto de estado de excepción y emergencia económica.
Se trata de la creación de los comités locales de abastecimiento y producción (Clap), «que condena a 30 millones de consumidores a sobrevivir en una economía de guerra, sin que el país, afortunadamente, haya pasado –o esté pasando- por una guerra», dijo un comunicado de la entidad empresaria divulgado este martes
Dijo que el empresariado formal y organizado del país, representado en Fedecámaras y los Consejos sectoriales, como son Conindustria, Fedeagro, Fedenaga, Conseturismo, además de los organismos gremiales del emprendimiento inmobiliario y la construcción, entre otros, «ya han expuesto sus puntos de vista sobre el citado decreto. Sus opiniones son coincidentes. Es decir, nada garantiza que a la vuelta de los venideros sesenta días, la economía venezolana habrá superado uno solo de sus obstáculos, ni la empresa privada estará en mejores condiciones para producir y servirle a los venezolanos».
«Consecomercio se suma a esas opiniones empresariales, las cuales se pueden compendiar en dos razonamientos generales: el contenido de dicho Decreto no refleja lo que el país necesita para superar todas y cada una de las crisis que vive actualmente: económica, social, política, cultural y moral. Y, adicionalmente, erosiona, aún más, las necesarias condiciones de convivencia institucional de las que depende la Nación para, precisamente, atacar las causas de esas crisis apelándose a las opciones y derechos que garantiza la vigente Constitución, en un ambiente de paz, de armonía y democráticamente», advierte el documento.
No hay guerra económica
La directiva de Consecomercio considera que lo que ya sucedió durante los primeros dos meses de la emergencia económica, es lo que se perfila que va a suceder hasta los inicios del Segundo Semestre del 2016: «la población seguirá recibiendo promesas de medidas y soluciones que no las habrá. Tampoco se solucionarán el desabastecimiento de medicinas, alimentos, de repuestos, ni habrá servicios públicos de calidad en electricidad, agua, gas, seguridad y educación, por citar algunos casos».
«Y todo será así porque en Venezuela las soluciones que se requieren para derrotar cada una de las crisis, jamás aparecerán como el producto de actos milagrosos. También mucho menos de acciones unilaterales que, de entrada, desestiman el rol determinante de la necesaria voluntad política; de la participación activa y protagónica de la empresa privada; del aporte y participación de los trabajadores y de la propia población consumidora, hoy agobiada por la inflación y la obligación de financiar con su empobrecimiento el desorden administrativo y corrompido que reina en el Estado venezolano»,prosiguió el papel de trabajo divulgado a los medios de comunicación.
Los empresarios cuestionaron que el gobierno sea el principal importador de alimentos,insumos para la industria nacional y medicinas, funciones éstas hechas, anteriormente, con eficacia por parte del sector privado.
«Ese mismo gobierno que ha fracasado rotundamente en la comercialización de productos básicos importados o de fabricación nacional, y que insiste en que aquí no hay problemas de producción, sino de distribución, ¿puede garantizar ahora que será exitoso al frente del funcionamiento de la modalidad de Comités Locales de Abastecimiento y de Producción (Clap)?. ¿En cuánto tiempo y con qué productos va a hacer posible que con dicho sistema concebido para particularizar clientelarmente la venta de alimentos y de otros bienes con la participación de figuras comunales y de grupos conocidos como colectivos, van a ser atendido 30 millones de consumidores?», se preguntan los autores del comunicado de Consecomercio.
Finalmente, el gremio comercial dijo que «el cuadro de problemas al que se enfrenta la nación, exige soluciones. No más dilaciones en el medio de decretos que, a corto plazo, por ineficientes, obligan a aprobar más decretos. El país ya no resiste más».
Con prensa Consecomercio/Versión: Elizabeth Ostos.