Democracia y Venezuela

I.- Quienes no conocen los valores de la democracia son aquellos que más pontifican sobre ella. Es el discurso abusivo, mentiroso y muchas veces procaz de ciudadanos envalentonados por sus posiciones gubernamentales y por el apoyo de las bayonetas, es  lo que permite el abuso permanente de regímenes retrógrados y retardatarios burlarse del sistema democrático, el cual debe armarse de paciencia para salir indemne de la canalla nazi-fascista que lo quiere destruir.

Edgar Morín[1] (2010) manifiesta que: “la experiencia del totalitarismo ha relevado un carácter fundamental de la democracia: su vínculo vital con la diversidad”. Y que “la  democracia supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas”; es decir, la democracia es la antítesis del pensamiento único al cual nos han querido llevar algunos líderes. El respeto de la diversidad agrega Morín,  significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura de la mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las minorías y contestatarios a la existencia y a la expresión, y debe permitir la expresión de las ideas heréticas y marginadas.

II.- El Senado chileno, órgano respetable, representativo de la voluntad democrática de su pueblo, está compuesto por senadores que van desde la derecha a la ultra izquierda (Ejemplo, el senador chavista Navarro Brain) y allí, todos son respetados y aceptados en sus ideas. Ese Senado es un poder del Estado totalmente independiente de los demás poderes. No es así, lamentablemente, el caso, con la Asamblea Nacional venezolana, organismo totalmente sumisos a los dictados del Poder Ejecutivo y  presidida desde hace muchos años por una matrona llamada Cilia Flores, quien olvidándose de que podría haber alguna majestad en su cargo, condenó la declaración del Senado de Chile y llamó a sus miembros «estúpidos» y «ridículos» por promover la observación internacional de los comicios venezolanos, y los instó a que se concentren en «sus problemas», sumándose a mal llamado Poder Electoral, organismo totalmente manejado por el gobierno, que obviamente, a pedido de Miraflores[2],  protestó por la posible observación comicial a las próximas elecciones venezolanas por parte del Senado de Chile.

III.- Hemos visto en la reciente historia de Venezuela (11 largos años de gobierno unipersonal) como se ha transgredido impunemente la Constitución de ese país y, como se persigue a quienes son disidentes. Se trata de establecer un sistema de pensamiento único lo cual es totalmente retrógrado y de tiempos ya superados.

La represión en Venezuela es pan nuestro de cada día. Se persigue a personajes como Diego Arria (Diplomático, a quien se le han expropiado ilegalmente sus propiedades), a la familia Zuloaga (dueños de medios televisivos); últimamente se ha decretado orden de detención contra Alejandro Peña Esclusa (politólogo de derecha); se ha obligado a exiliarse a la destacada periodista y premio Rey de España de Periodismo  Patricia Poleo, se persigue a destacadas figuras de la Iglesia Católica, a miembros de las fuerzas armadas, a la Jueza María Lourdes Afiuni, Comisario Iván Simonovis Comisario Lázaro Forero, Periodista Leocenis García, Periodista José Rafael Ramírez (este último lleva tres años sin cargos), Periodista Biagio Pilieri, Comisario José Sánchez “Mazuco, Capitán Otto Guevauer, General Delfín Gómez, y muchos otros.

El gobierno bolivariano se ha olvidado  de que “la represión o renuncia es esencial a la cultura, sin embargo, no puede alcanzar la liberación o armonía”[3]; en otras palabras nunca logrará la paz de su pueblo y los desbordes serán cada día peor.

Es claro que el Estado venezolano olvidó los conceptos elaborados por Montesquieu sobre la separación y autonomía de los poderes. Al respecto, da vergüenza ajena ver, leer y oír a los asambleístas oficialistas lanzar diatribas, sin ton ni son, a personalidades del mundo literario como los hermanos Vargas Llosa, a líderes espirituales como el Santo Papa, el Cardenal de Venezuela, a parlamentarios extranjeros, incluida la hija del presidente Salvador Allende a quien dicen reverenciar; nos referimos a la senadora chilena Isabel Allende quien está muy preocupada por la falta de democracia en Venezuela.

Montesquieu, en su obra The Spirit of Laws plantea lago que calza muy bien a la política y organizaciones oficialistas de Venezuela, las cuales han hecho retroceder el pensamiento a tiempos bastante pretéritos. “En el gobierno de los reyes de las épocas heroicas, los tres poderes estaban mal distribuidos. De tal manera esas monarquías no podían sobrevivir por mucho tiempo”.[4] Esto, sin duda, viene a retratar totalmente al “rey” y su corte, que hoy gobiernan Venezuela.

Montesquieu, además, decía que “el poder legislativo debería residir en el cuerpo total del pueblo”[5] cosa que no sucede en Venezuela, en donde el poder del Estado ha sido acaparado en una sola mano; al decir de Montesquieu, en la mano del “Rey”.

IV.- La continuidad excesiva en los cargos, en especial en el de Presidente invita a vicios y desbordes de poder, antivalores que no deben manifestarse en una democracia verdadera. Las verdaderas democracias van fortaleciendo sus controles, la participación ciudadana informada, y sus órganos de poder se mantienen incólumes ante las arremetidas de sectores antidemocráticos.

En este contexto, los líderes ayudan, históricamente, a producir cambios en sus sociedades. Platón decía que un nuevo sistema de gobierno busca, o debe buscar, la felicidad de los individuos y no la de los burócratas o militares, y agregaba, que “los intereses personales no merecen consideración cuando se trata de intereses generales”.[6]

En el ámbito del pensamiento platónico es recordar que sus ideas produjeron grandes aberraciones en algunos políticos y filósofos del siglo XX, pues sus ideas sobre el “hombre perfecto”, “el hombre nuevo”, sobre el “líder semidios”, nutrió a algunas mentes políticas tan enfermizas como las de Mussolini, Heidegger, Hitler, Perón y otros.

El fascismo intelectual se nutrió del pensamiento platónico llevándolo a los extremos de creer en la necesidad de un pensamiento único, de un líder omnipresente y omnipotente, que debía durara por muchas generaciones pensando, seguramente, que la vida podría comprarse en un mercado. Por ejemplo, el padre de la filosofía nacional-socialista (Nazis) Heidegger, manifestaba su adoración por Hitler, su odio por los judíos y (“otras razas inferiores), y su racismo era exacerbado.  Además, pensaba que “un pueblo fuerte, una nueva generación dura que no esté apegada a nada propio, que se configure en el fondo del pueblo”[7] sería el engrandecedor de la patria… Este discurso lo hemos escuchado en repetidas ocasiones de boca de Hugo Chávez, lo cual no elimina su creencia de establecer un Socialismo del Siglo XXI. Chávez mismo ha dicho que está creando una sociedad diferente a la comunista. En otras palabras, su pensamiento se acerca más al nacional-socialismo que al marxismo.

Siguiendo en este eje de pensamiento, hay que recordar que el presidente Chávez en 2004 manifestó que “el pueblo organizado debe formar parte del nuevo Estado, participativo, social, de tal forma  que ese viejo Estado anquilosado, burocrático, ineficaz, sea totalmente derrocado”.[8] En otras palabras, se trata de destruir todo atisbo de democracia y, esto significa  que todos quienes no compartan esas ideas son enemigos del cambio.

De lo anterior podemos colegir  que los ataques (muchas veces grotescos) del presidente Chávez y sus adláteres en contra de los críticos a su régimen, son una manera de crear el quiebre total del sistema democrático en Venezuela. Muchos ingenuos aún creen que la lucha por el poder en Venezuela es en el campo de la democracia. Esto funcionaría siempre que el gobierno creyera en los valores democráticos y en los derechos humanos, cosa que no es así.

V.- La posición del Congreso de Chile, en especial de su Cámara de Senadores es ingenua de una ingenuidad absoluta pues miden a Chávez y sus seguidores como medirían a los políticos chilenos quienes, en su gran mayoría, creen en la democracia alterna y representativa. La posición de los políticos chilenos es tan ingenua como la del MUD  (Mesa de Unidad) de la oposición democrática venezolana que no cuenta siquiera con un programa alternativo de gobierno y trabaja al son de las pautas que le da el propio Presidente.

Los senadores chilenos no entienden que Chávez no aceptará jamás que políticos de otros países, en especial, con sólidas instituciones económicas y políticas, sirvan de observadores de un sistema electoral perverso, que ha demostrado en su corta historia ser fraudulento.

Los patricios chilenos Andrés Allamand del partido Renovación Nacional, al cual pertenecía el presidente Piñera hasta un poco antes de asumir el poder para así cumplir con la Ley chilena que establece que los presidentes no deben regirse por líneas partidarias o someterse a su control, y el senador Patricio Walker de la Democracia Cristiana (partido hermano de COPEI en Venezuela, aunque más a la izquierda), piensan que en Venezuela no hay garantías electorales y, junto a la senadora Isabel Allende, hija de Salvador Allende, del Partido Socialista de Chile (izquierda) y Fulvio Rossi, del mismo partido, lograron que el respetado Senado chileno acordara enviar en septiembre  una misión observadora de los comicios generales que se celebrarán en la patria de Bolívar el 23 de ese mes. Además, acordaron pedir a la ONU, a la OEA y al Parlamento Latinoamericano “adoptar una actitud más vigilante con el cumplimiento de normas básicas (democráticas) por parte del gobierno venezolano”.[9]

VI.- La cuestión aquí es si deben participar las demás democracias en el rescate de la democracia venezolana o no. Cuando Zelaya fue sacado del poder en Honduras, toda la América Latina y sus instituciones, además de Estados Unidos, la Unión Europea, y países de Asia se sumaron a la protesta y solicitaban la reinstauración de la democracia. Esta en corto tiempo fue restaurada pero sin Zelaya, sino que con una nueva elección democrática. Honduras aún no es reconocida por la OEA y al parecer esto les ha dado fuerzas a los gobiernos antidemocráticos para sentirse intocables. En Honduras hubo una descarada intervención venezolana y, es más, las elecciones presidenciales estaban siendo preparadas por los mismos funcionarios del CNE venezolano que tienen un historial de trampas y triquiñuelas electorales de todo tipo.

La cuestión es ¿podrá el pueblo venezolano aguantar las carencias, iniquidades y falta de democracia y atropellos a los derechos humanos por más tiempo? – ¿Será capaz la oposición al régimen de concentrar una actitud combatiente en el pueblo para que este despierte y se levante para obligar al régimen a dimitir? ¿Será apoyado un levantamiento de esa naturaleza por los demás países? O, ¿debemos esperar que algunos mandatarios o mandatarias actúen como el presidente brasileño Lula Da Silva, quien calificó de forajidos a los prisioneros políticos de Cuba y no ha pedido disculpas a pesar de que el propio gobierno cubano reconoció tener prisioneros de conciencia?

Venezuela vive una tragedia. Mientras el mundo esté pendiente de lo que allí suceda podrá haber un cambio radical que devuelva la democracia a esa nación que en un tiempo fue cuna de libertadores…

(*) El autor es escritor

Candidato a Doctor en Comunicación Estratégica

[1] Morín, Edgar; en http://www.frasesypensamientos.com.ar/frases-de-democracia.html

[2] Miraflores; Casa de Gobierno de Venezuela

[3] Ginsberg, M. (1964. P. XIII) The Psychology of Society. London, Methuen & Co. Ltd.

[4] Montesquieu; (2007. P. 105) The Spirit of Laws, Nueva York, Cosimo Classics

[5] Id.-4

[6] Platón (2009), La República, Buenos Aires

[7] Heidegger, M. (1994) Hacia la pregunta del Ser; Paidós, Barcelona.

[8] Lambert, R. (2007) Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. Lo bueno, lo malo y lo pendiente. Santiago, Edit. Aún creemos en los sueños.

[9] Durán, Phillips; (  16 de julio de 2010, p. C2, Política) El Mercurio, Santiago