Penzini Analítica: No hay diálogo por el lastre comunista en Venezuela
Se cierran los intentos de una salida a la crisis venezolana a través del diálogo.
Al menos así quedó, por ahora, la ayuda de parte de la Iglesia para intervenir y propiciar una negociación pacífica entre el Gobierno y la oposición porque fue rechazada, al menos por una de las partes interesadas. Si no hay interlocutor, no puede haber diálogo.
El diputado y Presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, reveló que el Gobierno rechazó ese intento ya que despreció la visita del canciller del Vaticano. Esta información la dio a conocer a través de un tuit que decía que la «Suspensión de la visita a Venezuela del canciller del Vaticano, Paul Richard, fue pedida por el régimen de Maduro. Miedo trágico”, escribió Allup.
Recordemos que la Iglesia fue el mediador para restablecer acuerdos diplomáticos entre Cuba y los Estados Unidos que poco a poco van dando sus frutos. Por ello debemos tomar en cuenta cuál es la posición de una de las piezas fundamentales que posee las llaves para destrancar el juego político venezolano: Raúl Castro.
El analista internacional José Rafael Revenga, en una entrevista en «Con todo y Penzini» por Globovision, hizo particular referencia al Presidente de Cuba como factor clave en las decisiones políticas en Venezuela e hizo hincapié en su discurso en el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Según el experto estas palabras no fueron reseñadas por la prensa internacional, a pesar que el evento ocurrió justo después de la normalización de relaciones con EE.UU y de una reciente visita a la isla por el presidente Barack Obama.
Revenga considera que lo más importante del discurso inaugural de Raúl Castro, y de lo que podría representar el encuentro de los comunistas para el futuro de Cuba y de Venezuela, fue su reflexión sobre los lineamientos de la actualización del modelo económico.
Raúl Castro dijo: «No han faltado sentimientos de nostalgia hacia otros momentos menos complejos del proceso revolucionario, cuando existían la Unión Soviética y el campo socialista. En el otro extremo han estado presentes aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a nuestros problemas. Se requiere dejar atrás prejuicios arcaicos respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación, diseño y concreción de nuevos negocios».
Es decir, hace un llamado a dejar atrás el viejo modelo comunista para avanzar a un nuevo modelo de prosperidad y de libre mercado. Castro parece lamentar que entre los comunistas que dirigen el país no hay comprensión cabal de los cambios que se han producido en el mundo e, incluso, de Estados Unidos hacia Cuba.
Revenga reflexionó que para él lo más importante de su mensaje fue este: «El obstáculo fundamental que hemos enfrentado, tal y como previmos, es el LASTRE de una mentalidad obsoleta, que conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro». El lastre de un modelo que según Revenga queda, valga la redundancia, como «lastre» en la Venezuela de ahora.
Castro terminó su discurso hablando sobre el país y afirmó que «Abrigamos la firme convicción de que el pueblo venezolano defenderá el legado del querido compañero Hugo Chávez Frías e impedirá el desmantelamiento de los logros alcanzados. Ratificamos nuestra solidaridad y compromiso y el resuelto rechazo a las pretensiones de aislar a Venezuela mientras se dialoga con Cuba».
Castro reconoció entonces que existen pretensiones de aislar a Venezuela, por lo menos ha sido así hasta la fecha en que es ahora que el mundo libre comienza a voltear la cara hacia el país posiblemente invocando la carta democrática.
Para finalizar, después conocerse el rechazo a la visita del canciller de Roma, representantes de la oposición como Henrique Capriles, expresaron sus deseos para que el prelado pudiera mediar para una fecha del referendo revocatorio. Quizás esta sea una excelente idea, pero que también apunta a quien tendrá la palabra final en todo este asunto: Raúl Castro.