Los retos del periodismo en Venezuela
En medio der la peor crisis económica y social que el país registra en su historia contemporánea, una de las profesiones y oficios más golpeados e incluso atacados y vejados en Argentina, Ecuador y especialmente en Venezuela ha sido el periodismo. Diversos aspectos han condicionado para mal el desarrollo de un genuino periodismo crítico, informativo, investigativo, político y de opinión.
No es fácil ejercer un periodismo crítico, de altura y nivel en Venezuela pero no sólo se debe a los ataques de un gobierno intolerante que ve enemigos en todas partes, no sólo se debe a Conatel que opera como un apéndice y suerte de verdugo del gobierno afectando concesiones, imponiendo multas, cerrando medios, también las fallas de un periodismo de calidad como ocurre en otras latitudes se debe a las líneas editoriales, y por supuesto, a los propios periodistas que avalan mentiras, a la carencia de ética, a la falta de formación, lecturas, cultura y bagaje de los comunicadores sociales con lo cual su desempeño es limitado.
Si unimos o prorrateamos las diversas variables enunciadas alrededor del periodismo nacional, el resultado es ciertamente nada halagador en términos de una profesión venida a menos que como nunca antes requiere de grandes restos, desafíos y apuestas, en un país que en su peor momento y en plena transición exige cambios y dentro de estos el papel estelar de un nuevo periodismo en sintonía con los ciudadanos, con las audiencias, con la verdad, el progreso, la ecuanimidad y el pluralismo. No dudo en señalar que el periodismo es una de las profesiones más nobles del mundo y en el contexto venezolano una profesión y oficio en alza al que hay que apostar.
En Venezuela muchos procesos, esferas y ámbitos han sido trastocados y si algo está reclamando el país son medios, son periodistas serios, institucionales, libres y críticos, y por supuesto, una información de calidad, veraz, equilibrada. No podemos perder de vista los fines del periodismo y de los propios medios como son informar, orientar, educar, entretener y demás. El periodismo es clave y vital en la democracia, donde muchas veces se desvirtúa o altera el sentido y la misión del periodismo político desde el punto de vista que no se garantiza del todo la equidad, la objetividad, la pluralidad, la veracidad y esto tiene mucho que ver no sólo la línea editorial sino también con la propia ética y criterio del periodista.
Hemos señalado la existencia de un matrimonio o unión indivisible entre el periodismo y la política, su vínculo y fortaleza resultan claves para la democracia. De tal manera que el periodismo no puede desconocer ni negar su naturaleza política. El periodismo político termina siendo un eje vertebrador entre las instituciones y los ciudadanos, entre el gobierno y la oposición, entre la comunidad, la sociedad, el Estado y las personas. Subrayamos que políticos y periodistas definen conjuntamente la realidad política que llega a los ciudadanos y establecen así los contenidos y los límites del debate público en un país.
El siglo XXI registra procesos inéditos de cambio y transformación, y naturalmente la sociedad actual es una sociedad de medios, estamos como lo dijo Manuel Castells en la era de la información, en la que claramente sobresalen primero la mediatización de la política; segundo la profesionalización de la comunicación política; tercero la mercantilización de los medios de comunicación social; y cuarto la digitalización de los medios en el siglo XXI, conforman los aspectos y las variables a nuestro juicio más relevantes a analizar y ponderar para perfilar un genuino periodismo político, y dentro de este con un necesario balance y equilibrio informativo hoy ausente. Venezuela reclama nuevos retos y desafíos en materia de periodismo político.
Venezuela reclama como nunca antes nuevos retos en materia de periodismo político en un país en el que no sólo la democracia y el Estado de derecho son precarios, sino que es casi una utopía hablar de una información bajo criterios de equidad, objetividad, pluralidad y veracidad y menos aún de equilibrio informativo. No tengo la menor duda que los venezolanos saldremos de esta pesadilla y accidente histórico, ojalá en medio de tantos desaciertos y desbarajustes los venezolanos aprendamos. El nuevo periodismo en Venezuela tiene enormes retos por delante en el renacer del país unido al fortalecimiento de la democracia y la necesidad de mayor ciudadanía y civismo. Merecido homenaje de la Universidad Nacional Cecilio Acosta (UNICA) al otorgarle el Doctorado Honoris Causa en Comunicación Social a nuestro Arzobispo Metropolitano Baltasar Henrique Porras Cardozo.
(*)Profesor Asociado Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad de Los Andes
[email protected]
@rivasleone
