Las Aporías de Maduro
La palabra griega ἀπορία (aporía) quiere decir, literalmente “sin camino, sin salida”; puede significar igualmente “confusión”, “incertidumbre”. El filósofo francés de origen argelino, Jacques Derrida, conocido por sus ideas en cuanto a lo que se ha llamado “deconstrucción”, que es, en cierto modo, un análisis y una revisión de las palabras y sus conceptos, se ha referido a la aporía. Según él filósofo francés, de origen argelino, conocido por sus ideas de lo que se conoce como “deconstrucción”, o el análisis y la revisión de las palabras y sus conceptos, se ha referido extensamente a la aporía. En libro publicado luego de una conferencia filosófica a fines del siglo 20, bajo el titulo de “Apories”,[1] nos habla de “líneas de separación, de delimitación o de oposición entre las determinaciones conceptuales…
Si analizamos el discurso y los actos de Nicolás Maduro, observamos que incurre muchas veces en aporías. En efecto, plantea problemas serios que nos afectan, incurriendo en confusión, con incertidumbre, sin ofrecer salidas. A título de ejemplo: reconoce la gravedad de la inflación pero las medidas que toma para disminuirla, lo que hacen es aumentarla; siguiendo a Chávez, nos habla de la amenaza del imperialismo y de la derecha internacional contra la revolución bolivariana, pero en su discurso no aclara en qué consiste esa amenaza sino que incurre en confusión, en incertidumbre; habla de la ayuda venezolana a países necesitados en América Latina y niega que Venezuela tenga necesidad de ayuda; insiste en que el gobierno venezolano respeta la participación del pueblo pero lo que hace es participarle al pueblo las absurdas medidas que adopta; para supuestamente ahorrar energía eléctrica, Maduro decide que los empleados públicos no trabajarán los miércoles, jueves y viernes pero con ello incurre en absurdos ya que los empleados en sus casas consumirán más energía eléctrica que la que se consumiría en sus oficinas, de estar trabajando. De esto último hay pruebas: en el Estado Zulia, particularmente en Maracaibo, cuando por decreto los empleados públicos estuvieron de asueto, el consumo de electricidad aumentó. Maduro enfurece cuando un vocero de gobierno o parlamento extranjero se expresa sobre la crisis que sufre Venezuela, alegando que es una intromisión en los asuntos internos del país pero dice que el proceso de destitución de Dilma Rousseff en Brasil es un golpe de Estado.
[1] Galilée, 1996. Ver http://ww;w.editions-galilee.fr/f/index.php?sp=liv&livre_id=2782