Carta abierta a la OEA y Organismo e Instituciones relacionadas
SOBRE SITUACIÓN VENEZOLANA
Como es de su conocimiento, el pasado 10 de enero de 2013 terminó el período presidencial constitucional en Venezuela y se inició un nuevo período. Sin embargo, en esa fecha el Presidente electo, Hugo Chávez Frías, no pudo tomar posesión de su cargo, debido a serios problemas de salud que lo mantienen fuera de Venezuela, en La Habana. En esa situación, la Constitución de Venezuela, en su artículo 231, impone un curso de acción diferente al que se tomó en decisión de un Tribunal Supremo de Justicia esencialmente controlado políticamente por el Poder Ejecutivo. Esta decisión ha sido repudiada públicamente como violatoria de la Constitución por los juristas venezolanos organizados en Colegios y Asociaciones profesionales, rechazo que es fácilmente documentable mediante lectura de los medios venezolanos.
Semanas después de la fecha en la cual debía juramentarse, el Presidente electo permanece en La Habana, imposibilitado para ese acto formal, sin que el país haya sabido de él y sin que nadie sepa cuándo podrá asumir la Presidencia o si estará en condiciones de hacerlo. Existe, por lo tanto, un claro vacío de poder en Venezuela, ya que ninguna de las autoridades ejecutivas ha sido legalmente autorizada para ejercer sus funciones, ni el encargado de la Vicepresidencia, Sr. Nicolás Maduro, está facultado para llevar a cabo tareas esenciales de gobierno. La condición médica del Presidente electo permanece envuelta en la mayor incertidumbre, ya que el Tribunal Supremo de Justicia se ha negado a que una Junta Médica, tal como lo establece la Constitución, valide esta condición para el conocimiento del pueblo venezolano.
Confrontada con una profunda crisis institucional, Venezuela permanece en una situación de incierta gobernabilidad, la cual podría hasta desembocar en intentos violentos de solución, por eventual existencia de facciones en pugna dentro de la Fuerza Armada y del mismo partido de gobierno. Mientras tanto, el actual régimen toma decisiones “en nombre” de un Presidente a quien nadie ha visto por largas semanas. La oposición venezolana, la cual representa al menos un 45% del país, ha denunciado que estas decisiones están siendo tomadas esencialmente por un gobierno extranjero, el de Cuba, debido a la situación peculiar de dependencia ideológica que existe por parte del equipo ejecutivo venezolano actual, con relación al gobierno del citado país. Ésta es una situación inédita en el continente, la cual debe merecer la atención de la Organización de Estados Americanos, en cumplimiento de su documento base, la Carta Democrática Interamericana. Situaciones más específicas, probablemente menos graves que las que aquejan a Venezuela, fueron objeto de Misiones de la Organización, inclusive con participación del Secretario General, a Honduras y a Paraguay.
El señor Embajador de Canadá ha propuesto el envío de una misión de la Organización a Venezuela, lo cual ha contado con una negativa inicial del señor Secretario General. Validos de nuestros derechos ciudadanos, declaramos nuestro apoyo a esta propuesta y pedimos que la O.E.A., en cumplimiento de su razón de ser, adopte una posición pro-activa tendiente a solucionar la grave crisis política venezolana, la cual rápidamente puede convertirse en una crisis social y económica que amenace la estabilidad de esa nación y de la región.
De usted, atentamente,