El futuro del PSUV y la Oposición
Los tiempos por venir traerán nuevos reacomodos en la política nacional. La oposición estará obligada a un proceso de fortalecimiento unitario y el PSUV se vera comprometida a iniciar un proceso de democratización. Imposible pensar que el chavismo sobrevivirá sobre las bases de una relación autocrática y con interpretaciones de lo que fueron los designios que dejo el jefe originario del proceso .
Los partidos tienen que democratizarse y es obligación de su membresía así exigirlo. Venezuela tendrá que convivir con dos tendencias del “spectrum” político. El primero basado en la visión progresista y democrática y el segundo concentrado en la visión estatista de la sociedad bautizada como socialismo del siglo XXI. En cualquiera de las opciones, se tiene que poner fin a la visión caudillista de la conducción de la colectividad y el punto de equilibrio tiene que darse por la vía de la aceptación de los principios constitucionales como garantes de la sobrevivencia en Paz de la nación en su conjunto.
En el caso de la oposición, tendrán la multitud de partidos que coexisten en ella que comenzar un proceso migratorio hacia tendencias ideológicas que reduzca la dispersión de grupos y organizaciones con poca base social. La oposición mantiene una gran oportunidad para alcanzar el poder, siempre y cuando fortalezca el capital político que ha logrado durante los últimos años y que tiene como epicentro, en mi opinión, el extraordinario resultado que significo que el proceso de las primarias presidenciales.
Por su parte, el PSUV, tiene que evitar las tendencias divisionistas que se vislumbran en el futuro a través de un proceso de depuración de los agentes de la corrupción que notoriamente han infiltrado la organización , revisar sus bases programáticas e iniciar un proceso de democratización que a través de primarias elijan por igual a su próximo candidato presidencial.
Se harían un gran daño los dirigentes actuales con posibilidades de conducción dentro del partido si se mantiene como desiderátum la obligación de imitar y o parecerse lo mas posible a quien fuera su líder fundacional. Si bien Chávez logro convertirse en un gran movilizador de masas y especialmente desde las bondades el poder, sus delfines tienen pocas probabilidades de alcanzar los mismos niveles de aceptación dentro del chavismo si no encuentran dentro de sus filas una dirigencia fresca, renovada, independiente de designios foráneos y con capacidad de demostrar su verdadera vocación democrática y social.
Por lo demás, quienes hoy aspiran a ser los herederos de Chávez tienen que revisar los aciertos y desaciertos de la manera en que como se ha gobernado a Venezuela en los últimos catorce años. No se trata de mantenerse en el poder si no el de efectivamente gobernar para todos los venezolanos sin exclusión y con un sentido de proporción que garantice antes que nada el mayor bienestar para todos los venezolanos independientemente de su tendencia política. En materia Internacional , la actuación de los últimos años le dio réditos a Chávez pero no necesariamente a la nación.
Por su parte la oposición tiene que centrarse en capitalizar la fuerza política que logro alcanzar con su candidato en las ultimas elecciones e iniciar un proceso de inserción política que permita hacer llegar el mensaje de la sociedad que se propone construir. La oposición debe mantenerse en el centro y ser la garante del pacto social que los venezolanos se dieron con la ultima constitución.
Ambos sectores, deberán en el futuro e independientemente de quien Gobierne, lograr un pacto que garantice principios rectores en la conducción del estado, en materia de políticas sociales, económicas y relaciones internacionales. Necesitamos venezolanos que gobiernen para toda la nación y no para una parcialidad de ella.