La Vinotinto va contra los números ante el campeón de América
La Vinotinto tendrá un duro reto por afrontar este martes cuando se mida a su similar de Chile por la sexta jornada de Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018.
Los dirigidos por Noel Sanvicente no sólo tendrán enfrente a una de las plantillas más sólidas del continente, sino que además lo hará contra un rival que viene herido tras perder en casa ante su vecino del sur (cayó 1-2 ante Argentina) y que querrá pagar los platos rotos contra una selección criolla que comenzó a mostrar destellos de mejora tras su último enfrentamiento ante Perú, donde se dejó tres puntos faltando 30 segundos para el pitazo final.
A esta dificultad se suma otra en el horizonte: la historia entre ambos con los números, una que no ha sido nada gentil con el combinado patrio cuando choca ante los australes.
Venezuela y Chile se han visto las caras 25 ocasiones en toda su historia. De todos esos careos, solo en dos oportunidades la Vinotinto ha podido celebrar frente a los australes (con cinco empates): la primera fue en aquella Copa América 2011, donde en una noche mágica Gabriel Cichero silenció los gritos de miles de chilenos que llegaban hinchados de creer que se verían las caras con un país «novelero» (2-1). El otro lauro, un poco más antiguo: con Richard Páez al mando en el año 2001, los criollos sacaron pecho y sorprendieron con un 0-2 en Santiago.
Jugando en casa las estadísticas se tornan tan complejas como si se jugará a domicilio: los chilenos han sacado la tajada completa de los tres puntos en nueve compromisos, dejando saborear solo un empate a los criollos en su propio feudo.
Además de las victorias y derrotas, en la selección también se pondrá a prueba la capacidad goleadora del equipo y su virtud desde la zaga, una que tampoco llega dulce desde las estadísticas. De las 25 veces que han chocado en el campo, la Vinotinto ha podido perforar en 13 ocasiones a la valla chilena, recibiendo la friolera de 61 tantos por parte de las botas australes.
El próximo martes, Sanvicente buscará seguir fortaleciendo esa mejoría de juego mostrada en Lima, si quiere seguir teniendo razones para estar al frente del combinado nacional; de lo contrario, seguirá alentando esas voces que cada vez truenan con más fuerza, indicando un mensaje claro: el reto del banquillo nacional le quedó grande.