Boza Masvidal catequista de su fe y Cuba
En momentos en los que Monseñor Eduardo Boza Masvidal se encuentra en un proceso de beatificación en una diócesis venezolana, donde trabajó incansablemente hasta el 2003, año en que falleció, es justo evocar, aunque sea muy apretadamente, lo mucho que hizo por los cubanos, con independencia de la fe o la ausencia de ella, de quienes le consideraron su pastor aunque no fueran creyentes.
Monseñor Eduardo Boza Masvidal, era un hombre comprometido con su fe pero también con sus semejantes, factor determinante para que aun los que no practicaran ninguna religión, le admiraran y respetaran por sus extraordinarias condiciones de ser humano.
La fe y la dignidad de Boza Masvidal siempre estuvo por encima de cualquier conveniencia política o social, por eso escribió, “Los católicos, no nos hemos opuesto a la revolución, a la que hemos ayudado tremendamente, deseando los grandes cambios sociales que tan necesarios eran en Cuba. Pero no podemos aprobar o apoyar el materialismo y al totalitarismo comunistas, que están en completa oposición con las ideas por las cuales tantos cubanos han luchado y muerto”.
Otras declaraciones de Monseñor hacían referencia a las violaciones de la dignidad humana y de las libertades fundamentales en las que incurría el régimen castrista, y demandaba de ese gobierno respetar los derechos ciudadanos.