Lula “Superministro”
La presidente Dilma Rousseff nombró al ex-presidente Lula, jefe de la Casa Civil de la presidencia, en otras palabras al ministro más importante del gabinete, algo así como el primer ministro de regímenes parlamentarios, pero cuyas funciones las ejerce exclusivamente la presidente que en Brasil es a la vez jefe de gobierno y de estado.
En la página web de la Casa Civil de Brasil se hallan las siguientes atribuciones y funciones que tiene su jefe, en este caso el Ministro Luiz Inacio Lula Da Silva, a saber:
En primer lugar el asesoramiento directo del Presidente en la coordinación de las acciones de gobierno. Es responsable de la evaluación de la propuestas de leyes que el Presidente lleve al Poder Legislativo.
En el mismo sitio oficial en la red de la Casa Civil, se establece que las competencia de la Casa Civil versa sobre los siguientes asuntos
- Asistencia y asesoramiento directo e inmediato al Presidente de la República en el desempeño de sus atribuciones, en especial en los asuntos relacionados con la coordinación e integración de las acciones del Gobierno;
- verificación previa de la constitucionalidad y legalidad de los actos presidenciales;
- evaluación y monitoreo de la acción gubernamental y de los órganos y entidades de la Administración Pública Federal, en especial de las metas y de los programas prioritarios ;definidos por el Presidente de la República;
- análisis del mérito, de la oportunidad y de la compatibilidad de las propuestas, Inclusive de las materias que se estén tramitando en el Congreso Nacional, con las directrices gubernamentales;
- publicación y preservación de las actividades administrativas de la Presidencia de la República y, supletoriamente, de la Vicepresidencia de la República;
- publicación y preservación de los actos oficiales;
- evaluación de la acción gubernamental y del resultado de la gestión de los administradores, en el ámbito de los órganos integrantes de la Presidencia de la República y de la Vicepresidencia de la República, además de otros determinados en legislación específica, a través de la fiscalización contable, financiera, presupuestaria, operativa y patrimonial;
- ejecución de las actividades de apoyo necesarias para el ejercicio de la competencia en el Consejo Deliberativo del Sistema de Protección de la Amazonia (Consipam);
- operatividad del Sistema de Protección de la Amazonia (Sipam); y
- ejecución de la políticas de certificados y normas técnicas y operativas, aprobadas por el Comité Gestor de la Infraestructura de Claves Públicas Brasileras (ICP Brasil).
Cuando Dilma nombró a Lula Ministro Jefe de la Casa Civil de la Presidencia, uno se pregunta si lo hizo pensando que en ese cargo Lula iba a mejorar la menguada imagen del Gobierno. De ser así, se equivocó porque, al leer las atribuciones de la Casa Civil uno se da cuenta de que Lula no está capacitado para ejercerlas. Es mucho más creíble que la decisión la tomó para que Lula no pudiera ser enjuiciado por la justicia ordinaria sino que, como ministro, sólo puede ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal. Sobre este último supuesto se trata de un ”pataleo de ahogado” buscando ganar tiempo. Nada dice, sin embargo, que el STF vaya a absolverlo de los cargos que se le formulen. Para colmo, si es condenado por un Tribunal ordinario, siempre puede recurrir de la sentencia, cosa que no puede hacer en el caso de una condena del TSF.
A última hora se ha sabido que un magistrado del Supremo Tribunal Federal de Brasil admitió medida cautelar de separación de Lula del cargo de Jefe de la Casa Civil de la Presidencia. Decidió que el juez federal Moros, de Curitiba, siga conociendo la causa contra Lula. El plenario del Supremo Tribunal debe aprobar o desaprobar la decisión del Magistrado, pero no vuelve a sesionar sino después de Semana Santa.
Lejos de afianzar su permanencia en el poder, lo que Dilma está logrando con el absurdo nombramiento es precipitar su salida.