Alemania, bajo la conmoción del atentado y sin saber si el autor sigue huido
Alemania está conmocionada por el atentado con doce muertos y medio centenar de heridos contra un mercadillo navideño en Berlín y alarmada por la sospecha de que su responsable ha huido y está armado.
Las primeras informaciones según las cuales el autor del atentado fue detenido la misma noche del lunes a unos dos kilómetros del lugar de los hechos se desmontaron hoy, cuando la Policía admitió dudas sobre su implicación en el ataque.
Primero fue el ministro del Interior, Thomas de Maizière, quien dijo que el sospechoso -un refugiado paquistaní de 23 años que llegó al país en diciembre de 2015- rechazaba su vínculo con lo ocurrido.
Luego, tanto la Policía de Berlín como la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) de Alemania reconocieron que probablemente no era el hombre causante de la matanza y también su alarma ante la posibilidad de que el autor o autores del atentado se encuentren huidos y posiblemente con un arma.
El presidente de la BKA, Holger Münch, aseguró que son motivo de alerta las dudas sobre el detenido y la ausencia de la pistola que se empleó para matar al hombre cuyo cadáver se encontró en el camión, supuestamente un transportista polaco, con el que el terrorista atentó en el mercadillo.
«No sabemos si se trata de un solo atacante, por lo que estamos muy alarmados», afirmó Münch, mientras que el fiscal federal, Peter Frank, avanzó que todos los indicios apuntan a que el «atentado con trasfondo terrorista» fue cometido por una persona o un grupo del que, probablemente, no forma parte el único detenido.
Sólo se sabe a ciencia cierta que, según los testigos, una persona se bajó del camión tras los hechos y huyó, pero se desconoce «si detrás hay más personas», si se trata de un grupo o si el autor del ataque «fue dirigido e instruido desde fuera».
El joven paquistaní fue detenido gracias a una llamada de un ciudadano que vio huir a un sospechoso del lugar de los hechos, le siguió y advirtió a la policía por su teléfono móvil de su ruta.
El arrestado tenía antecedentes por delitos menores y su petición de asilo está aún pendiente de resolución, dijo De Maizière.
La Fiscalía federal recordó las similitudes del ataque en Berlín con el ocurrido el pasado 14 de julio en Niza, cuando un camión arrolló a una multitud y mató a 86 personas en esa ciudad francesa.
Aludió asimismo a la elección del objetivo, «destacado y simbólico», como es un mercadillo de navidad en pleno centro de Berlín, pero rechazó confirmar un trasfondo yihadista al recordar que no hay ningún video en el que un grupo se atribuya el atentado.
El fiscal federal recordó que la «amenaza terrorista» pesaba y pesa sobre Alemania y subrayó que las fuerzas de seguridad eran conscientes desde hace tiempo de la posibilidad de que fueran atacados «objetivos blandos», como ha ocurrido.
Indignación y extremo cuidado
En este clima de alarma y conmoción nacional, la canciller Angela Merkel se personó este martes en el lugar de la tragedia, acompañada por el titular de Interior, de Maizière, el de Exteriores, Franz-Walter Steinmeier, y el alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller.
La jefa del Gobierno y sus acompañantes dejaron una flor blanca, cada uno, junto a la vecina Gedächtniskirche, el lugar al que ciudadanos se habían acercado espontáneamente desde la noche anterior a dejar mensajes de solidaridad y duelo por las víctimas.
En una comparecencia previa, la canciller expresó su conmoción, tristeza e indignación por lo ocurrido y dijo que, de confirmarse que el ataque fue cometido por alguien «que llegó al país en busca de refugio», sería «especialmente repugnante».
Merkel garantizó que la autoría del atentado será esclarecida y sus responsables castigados según las leyes del país y expresó su rechazo a vivir «paralizados por el miedo ante el mal».
En medio de la conmoción, la derecha radical de Alternativa para Alemania (AfD) arremetió contra la canciller, a cuya política de acogida de refugiados responsabiliza de lo ocurrido.
La presidenta del partido, Frauke Petry, subrayó horas antes de surgir las dudas acerca de la relación del detenido con los hechos, que lo ocurrido demuestra que Alemania «ya no es segura» y exigió a Merkel reimplantar los controles de las fronteras.
Las autoridades alemanas han reforzado la presencia policial en todo el país, especialmente en los mercadillos navideños y otros puntos especialmente vulnerables.