Política monetaria expansiva incrementó la desigualdad
Este domingo se conoció que el Banco de Pagos Internacionales (BPI) advirtió que las políticas monetarias expansivas aplicadas desde que estalló la crisis financiera mundial han contribuido a aumentar la desigualdad en la mayoría de los países.
En un artículo monográfico publicado en el último boletín trimestral de marzo, publicado este domingo por el BPI, se concluye que «la desigualdad probablemente ha aumentado en la mayoría de países como reflejo de la rápida recuperación de los precios de las acciones, que beneficia a los estratos más altos».
Asimismo el elevado grado de endeudamiento familiar perjudica a los estratos bajos.
La recuperación de los precios de la vivienda, que habría favorecido a los estratos más bajos, ha sido más lenta.
«La expansión monetaria sin precedentes desde el inicio de la gran crisis financiera ha causado la preocupación de que la política monetaria puede haber contribuido a la desigualdad», asienta el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea.
Y es que, según la entidad, algunas medidas adoptadas han tenido como objetivo los precios de activos.
Según el informe, la desigualdad en el reparto de la riqueza ha aumentado en las economías avanzadas desde 1980: «Aunque la desigualdad se sitúa por debajo de los niveles de la segunda mitad del siglo XIX, este incremento marca el final de una tendencia de caída de la desigualdad que duró la mayor parte del siglo XX», afirma.
La globalización ha hecho que los trabajadores altamente cualificados se beneficien de las oportunidades globales, mientras que los menos preparados afrontan una fuerte competencia por la mano de obra extranjera, más barata, y una pérdida de poder de negociación.
Además, el rápido crecimiento del sector financiero desde 1980 y cambios en las normas sociales han llevado a que crecieran más rápido los salarios elevados en comparación con los más bajos.
«Las políticas de redistribución fiscal parecen haber reducido el nivel de desigualdad, especialmente, en las economías avanzadas pero no han cambiado tendencias a largo plazo», según el documento.
En el estudio, que analiza datos de hogares de Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos, se determina que los precios de las acciones y de la vivienda han sido los principales desencadenantes de la desigualdad.
Desde 2010 las elevadas ganancias en las acciones han sido el principal impulso para un crecimiento de la riqueza neta en la parte alta de la distribución, asevera el informe.