Los pasos de la MUD
Aunque algunas voces, muy legítimas en un sistema democrático, de diversas personalidades que se expresan en los medios de comunicación social, revelan algunos signos de desesperación y angustia por salir de la pesadilla del madurismo, pueden equivocarse más fácilmente que la mayoría de los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática, que con los resultados electorales del 6 de diciembre demostraron experiencia política y acierto en la conducción de la oposición para buscarle solución a la presente crisis.
Sin negar el derecho que todos los venezolanos tenemos para exponer libremente nuestras ideas y concepciones de la política del momento, resulta imprescindible evaluar la agenda que la MUD a través de la Asamblea Nacional viene ejecutando con el objetivo de enfrentar y derrotar a un adversario, que no sólo conserva el Poder Ejecutivo y controla al Judicial, sino que también provoca continuamente a la oposición para tratar de sacarla del marco constitucional, para justificar la violencia oficial.
Si confiamos en la capacidad de la MUD y por ende de la Mayoría de la Asamblea Nacional, como lo expresa el 54 % de los encuestados por la empresa Venebarómetro, para dirigir las acciones que conduzcan a un cambio nacional, lo más lógico sería que todas las proposiciones de valiosos opinadores, sin dejar de hacerlas públicas, las dirijan a la Mesa de la Unidad como honestas recomendaciones, excepto que algunos crean que su verdad es única, aunque no la pueda ejecutar individualmente.
El momento histórico más importante de los últimos años lo vive la oposición conducida por la Mesa de la Unidad Democrática, como quedó evidenciado el 6 de diciembre del 2015. Los pasos avanzados en la Asamblea Nacional pueden parecer lentos para quienes piensan que la política siempre tiene que ser frontal, sin evaluar el poder del adversario. Mientras no se neutralice el Poder Judicial, algunas de las disposiciones constitucionales para realizar un cambio en el Poder Ejecutivo, pueden ser anuladas o torpedeadas por lo que Ramos Allup llama el ¨Paredón de Fusilamiento¨ en que se ha convertido el TSJ, al servicio de Miraflores.
Incluso las investigaciones contra la corrupción administrativa que realiza la Asamblea Nacional, aunque políticamente pueden pulverizar a los jefes de la Administración Pública, seguramente serán conocidas por jueces nombrados a dedo y amenazados de su destitución, encarcelamiento y algo más, si sentencian contra algunos favoritos del Poder Ejecutivo.
De allí que el camino andado, victorioso hasta hoy al ganar la mayoría de la Asamblea Nacional, para avanzar se requiere preservar la unidad, analizar con sabiduría las manipulaciones del adversario, y actuar con la sensatez y aplomo que enseñan la experiencia política nacional e internacional. ¡Obra de muchos políticos, no de un solitario notable!