¿Enmienda o Referéndum?
No importa cuál sea la opción que decida finalmente la Unidad, sino que lo haga y pronto, porque esta situación se está volviendo cada día más complicada e insostenible.
Cualquiera de los mecanismos que decida aplicar la mayoría parlamentaria opositora tendrá la misma respuesta del oficialismo, que no es otra que impedirla vía el TSJ, o demorarla al máximo vía el CNE.
El único camino efectivo y oportuno para comenzar a resolver la crisis pasa por un acuerdo entre las partes con el fin de allanar la vía para constituir un gobierno provisorio de unidad, que pueda tomar las medidas necesarias, y así empezar a resolver los principales problemas económicos y sociales que están gnrando condiciones crecientes de ingobernabilidad en nuestro país.
Jugar a ganar tiempo, sea cual sea la fórmula empleada, es un suicidio político, porque las circunstancias son tales que si ocurriese un estallido social este no beneficiaría a ninguno de los protagonistas actuales y le abriría espacio a los eternos pescadores en río revuelto.
Si de verdad Tirios y Troyanos quieren más a Venezuela que a sus intereses de secta o de otra naturaleza, deberían dejar la dialéctica y emprender en serio el diálogo necesario para salvar a la República de su desintegración fatal.