¿Los mismos dogmáticos y recogelatas van a resolver la crisis que provocaron?
El régimen sabía que iba a perder las elecciones parlamentarias, lo que ni el Oficialismo ni la Oposición imaginaban era que los resultados serían tan contundentes a favor del cambio, que la Mayoría Calificada estaría en los diputados opositores, eso significaba perder el control del Poder legislativo (que lograron en el 2005 por la estúpida abstención, y en el 2010 por la trampa de la Salamandra o Gerrymandering, rediseñando los circuitos electorales para ganar más curules con menos votos, esquema que el 6D aumentó los votos en beneficio de la Oposición, ese tiro le salió por la culata a los castrochavistas). Una vez reconocida la gran victoria de los demócratas, toda la pandilla del Foro de Sao Paulo se propuso la estrategia de minimizar a la Asamblea Nacional, ya fuera desconociéndola por completo (absurdo intento de instalar en paralelo una “asamblea comunal”) o reduciendo el poder real de la AN mediante tácticas con el barniz leguleyo que le pudiera imprimir el TSJ, cuyos integrantes fueron designados por el charlatán eterno (que murió dos veces), y por el indocumentado mayor, emitiendo primero una orden para desproclamar a quienes ya habían sido proclamados oficialmente por el propio CNE, los 4 diputados electos en el estado Amazonas y, luego de la Desmemoria y Cuentos de Maduro, ante el rechazo a su decreto-ley de emergencia nacional, el dictamen basado en interpretaciones inconstitucionales, que le atribuye vigencia a lo que la AN reprobó, y representa un enfrentamiento insólito entre el poder judicial, que emana de la voluntad de unos pocos, y está comprometido con un sector político-partidista, contra el Poder Legislativo, electo por la mayoría de los venezolanos, en proceso democrático en el que participaron todas las tendencias y representa la voluntad popular y la diversidad política.
Desde el lunes 7 de diciembre vimos a uno de los analfabetos funcionales que forman parte del proyecto retrógrado estalinista a nivel continental, un uruguayo que estaba en calidad de observador, afirmando que el Poder legislativo es de menor importancia (minimización de la Victoria opositora y de sus posibilidades de actuar), y que en una república lo preponderante y más valioso es el ejecutivo (reflejo del vicio cuasi monárquico de la ultra izquierda en el poder, que se considera superior a los demás, y se maneja en términos arbitrarios, sin discutir ni buscar consensos, como debe hacerse en una genuina Democracia). El TSJ dictaminó que la AN está obligada a aprobar lo que le presente el presidente, sea la memoria y Cuenta, sea un decreto-ley de emergencia nacional, violando flagrantemente el marco legal que establece la autonomía de los poderes, y la subordinación del ejecutivo y del TSJ a los dictados de las leyes, que son discutidas, elaboradas, modificadas y aprobadas por el poder Legislativo, que además tiene entre sus funciones las de investigar y regular el funcionamiento de todos los entes del Estado y las denuncias sobre graves asuntos, que sean de su competencia. Es incoherente que se someta a discusión de la AN un decreto presidencial, que puede ser aprobado o reprobado, para alegar, luego de ser justificadamente rechazado por el poder legislativo, que es contraria a la Constitución su reprobación. Equivale a que los alumnos a cualquier nivel, presenten un examen, pero los reprobados argumenten que no les pueden poner nota negativa, que todos deben pasar por ley.
La grave crisis por la que atraviesa Venezuela, no comenzó hace pocas semanas, como pudiera deducirse de la fecha de presentación del decreto de emergencia. Tampoco fue provocada por la caída de los precios del barril petrolero, en el segundo semestre del 2014. La inseguridad ha venido incrementándose desde el primer año del régimen, como lo muestran las cifras:
1998 / 4.500 1999 / 5.868 2000 / 8.022 2001 / 7.960 2002 / 9.617 2003 / 11.342
2004 / 9.719 2005 / 9.964 2006 / 12.257 2007 / 13.156 2008 / 14.589 2009 / 16.047
2010 / 17.600 2011 / 19.336 2012 / 21.692 2013 / 24.763 2014 / 25.000 2015 / 25.400
http://www.analitica.com/opinion/opinion-nacional/inseguridad-negarla-ocultarla-minimizarla-culpar-a-las-victimas/ (publicado el 21-ene-2014, actualizados 2014 y 2015)
Los apagones están causando estragos desde el 2010 (la ineficiencia en el sector hoy obliga a cerrar los Centros Comerciales, el colmo, el Ministerio a cargo no permite que funcionen los cines de noche, a menos que generen la electricidad que requieran). Debemos recordar que el régimen regaló muchas plantas generadoras de electricidad a países que a cambio respaldaban cualquier posición conveniente a esta satrapía roja en organismos internacionales (complicidades que han venido disminuyendo a medida que la petrochequera ha perdido su poder adquisitivo, lo que ilustra sobre las intenciones de quien daba y quienes recibían, cuando sobraba el dinero para malgastarlo o trasladarlo a cuentas personales).
La grave Escasez, y las subsecuentes y humillantes colas, con su ineficaz sistema en torno al terminal de cédula, y el maltrato a los usuarios, son parte del paisaje nacional desde el 2013, y han ido empeorando los últimos seis meses, al punto de que ahora hay menos colas porque hay menos productos, es decir, mayor escasez. En el sector de Salud la situación adquiere visos de crimen de lesa humanidad, pues hay muchos casos de pacientes de enfermedades que exigen medicamentos sin los cuales ocurre el fallecimiento de la persona, y simultáneamente se descubren depósitos del Ministerio del ramo con grandes cantidades de medicinas vencidas, lo cual le imprime carácter penal a este asunto, una negligencia criminal.
En el apogeo del régimen, abundaron las invasiones, confiscaciones, expropiaciones, ataques de todo tipo a empresas pequeñas, medianas y grandes, obligando al cierre de miles de empresas de todos los sectores de la Economía, y ninguno de los chavistas que ahora ensayan poses cuestionadoras, amagues de autocrítica, “marea”, hizo la mínima salvedad ante las grotescas conductas del reyezuelo de Sabaneta, esponjándose y ordenando a todo gañote: “Exprópiese, exprópiese”, como si la Monarquía hubiese retornado a Venezuela, y un monarca deforme y con retardo mental, producto de la endogamia, estuviera en el trono. Las huestes aplaudían a rabiar, gritaban “Así, así, así es que se gobierna”, respaldaron los polvos que nos trajeron estos lodos. Hoy, el que no halla su partida de nacimiento decreta que las clínicas atiendan gratis a los pensionados, en lugar de implementar medidas para que los Hospitales bajo la responsabilidad del régimen dejen de ser antros de terror y hacinamiento, donde los familiares del paciente deben llevar las sábanas, las medicinas, y hasta la comida. Y amenazan con expropiar a la Polar, en vez de poner a producir las empresas a su cargo, lo que exigiría reducir las Nóminas que inflaron para complacer a su militancia, enchufándola, y por alcanzar siquiera las cifras de producción y productividad que esas empresas mostraban antes de ser fagocitadas por la marabunta chavista, que las desvalijó, las quebró, las puso a funcionar muy por debajo de su capacidad instalada. Pero le reclaman a la POLAR, la hostigan constantemente, y sabemos que si la invaden, a vuelta de pocas semanas se sumará al enorme cementerio de empresas muertas o agonizantes que he generado la ineptitud castrochavista.
De manera que este desastre no está gateando, ya está crecidito, tiene varios años, es el genuino legado de Chávez, y no se justifica que lo llamen emergencia, ni que hayan esperado a que se instalara la nueva AN para solicitar el respaldo para ese decreto, que pudieron aprobar antes del 5 de enero, cuando eran mayoría y no hubieran tenido freno a esa pretensión de prolongar el modelo que produjo la crisis (con recogelatas incorporados al gabinete, que nos invitan a cultivar en tobos, a cepillarnos los dientes una vez a la semana, afirman que la Inflación no existe). Es evidente que el objetivo era crear la sensación, por re o por fa, de que la crisis no se resolvía por la falta de apoyo al decreto de parte de la nueva mayoría opositora. Sólo a los más ignorantes se les escapa el detalle de las fechas de presentación del hipócrita decreto, o se les ocurre señalar, desde el 7 de diciembre del 2015, que “ya ganaron las elecciones y todavía hay escasez y colas”, como si el abastecimiento, las importaciones, el control de cambios, la baja o nula producción de las empresas administradas por el régimen, el exceso de enchufados, el imprescindible aumento de la gasolina, los regalos a los países chulos, fuesen responsabilidad de la Asamblea Nacional. El régimen pretende arbitrariamente incrementar los costos de la Unidad Tributaria, los servicios (Aseo, Electricidad, CANTV), y los impuestos, pero no menciona las posibles reducciones en gastos. Ni remotamente anuncia que cesan las dádivas al exterior, que redimensionarán el folklórico gabinete (más de 30 ministerios, 107 Viceministerios, uno de ellos dedicado a la “felicidad”). Tampoco dan indicios de que investigarán los múltiples casos de depósitos milmillonarios en dólares, descubiertos en bancos como el HSBC de Suiza, la Banca Privada de Andorra, y las fortunas express de camaradas que hoy nadan en abundancia, cuando eran limpios de solemnidad al inicio de la ¿revolución? ¿socialismo del siglo 21? (tipo Alejandro Andrade, Dieguito Salazar, Tobías Nóbrega, y otros vivos exponentes de la religión basada en el lema “ser rico es malo”).
Por último (aunque a muchos, incluso opositores, les incomode el tema, otros llegaron al extremo de afirmar que era irrelevante), está el asunto de la Partida de Nacimiento; La exigen para comprar un paquete de pañales, a la madre con el bebé en brazos. Y a Maduro no se le puede exigir que muestre la suya, y demuestre que no ha violado la Constitución desde que fue Canciller. En una ocasión tuvimos que esperar 24 horas para efectuar la cremación de un familiar cercano, cuyo cuerpo permaneció en una cava durante ese tiempo, porque el trámite fue permisado en el estado Aragua, y el Crematorio está en el vecino estado Carabobo. No hay manera de trasladar, enterrar, cremar un cadáver, sin su correspondiente Partida de Defunción. Sin embargo, Chávez lleva en condición de difunto 35 meses con 19 días, según la versión oficial (37 meses con 15 días según los cálculos de muchos que se enteraron de lo que ocurría en el CIMEQ a finales de diciembre del 2012, entre quienes está Leamsy Salazar, su escolta principal por diez años, quien se encontraba en La Habana cuando sucedió el primer fallecimiento), pero tampoco ha sido mostrada su Partida de Defunción durante ese tan prolongado lapso. ¿No hay siquiera dos médicos que arriesguen sus reputaciones y sus títulos firmando ese documento, asegurando que el fallecimiento ocurrió en Caracas, el 5 de marzo del 2013, y señalando la causa en lenguaje profesional? Queremos escuchar los argumentos de la bancada oficialista, para negarse a la solicitud de esos dos documentos, que le son exigidos al resto de los venezolanos, para más de un trámite (probablemente la incoherencia asomada al rechazar el proyecto que propone darle título de propiedad de las viviendas a sus asignatarios, adorne los discursos de la bancada roja, cuando traten de argumentar en contra de la presentación de esas dos Partidas, algo habitual en la tramitación vigente en el país). En España utilizan la expresión Flipar, para referirse a la sensación de sorpresa y ensoñación que deriva de ciertas situaciones extraordinarias. Pues cuando se conozca lo que sospechamos han estado ocultando al negarse a mostrar esas dos Partidas, de Nacimiento y de Defunción, vamos a flipar con las que se van a armar a raíz de los gravísimos engaños y movimientos de piezas en el ajedrez del poder, durante los tiempos en que han mantenido en absoluto secreto esos datos, y las consecuencias legales para quienes se beneficiaron de las situaciones que se mantuvieron ocultas, por razones nada éticas, reñidas con la honestidad administrativa, que deben involucrar también a algunos “hermanos” de la isla parasitaria. El turno es de la AN.
