La inteligencia de la CIA
La inteligencia es el análisis de datos para convertirlo en información procesada. De la inteligencia se obtiene un conocimiento completo de la situación que se ha determinado como blanco. Aquella información procesada que va dirigida a los asuntos estratégicos del Estado se le llama Inteligencia Estratégica. La que se produce en el campo militar es la inteligencia militar. Y así puede categorizarse esta actividad que siempre se ha destacado por ser una función fundamental en las relaciones de poder del mundo.
En Venezuela, tanto la Fuerza Armada como los organismos policiales mantienen sus respectivas estructuras de inteligencia con la finalidad de apoyar la toma de decisiones en los asuntos del Estado. De hecho, hoy en día nada puede decidirse sin tener la suficiente información procesada. La Disip y el Dim, por ejemplo, producen inteligencia estratégica de significativa incidencia en las decisiones del Jefe del Estado. El Presidente no puede mover ningún componente del cuadro situacional del país, sin un confiable análisis de inteligencia.
Asimismo, los centros de poder mundial mantienen sus sistemas de inteligencia con un alcance ilimitado. En lo económico, en lo militar y muy especialmente en lo político, ellos se valen de las procesadoras de información para ejercer su dominio. La famosa CIA figura como la más grande con ramificaciones en todas las funciones que desarrollan los pueblos del mundo entero. Con un poder de penetración inigualable, la CIA y sus agencias satélites son los oídos, los ojos y las manos peludas de los Estados Unidos y de las megacorporaciones mundiales.
En Venezuela, no es exagerado señalar que la CIA está en todas partes. En los mismos cuerpos de inteligencia, en la Fuerza Armada, en las grandes empresas, en las organizaciones gremiales y sindicales, en los partidos políticos incluyendo al partido de gobierno y está también en Miraflores. De variadas y múltiples formas en su activar, la CIA tiene sus tentáculos bien conectados. Muy difícil de comprobar que es así, pues su misma naturaleza le obliga al mimetismo, al camuflaje y al encubrimiento. No en vano ha mantenido su vigencia por tantos años, siendo factor influyente en las decisiones que mueven al mundo en nombre de la democracia de los pueblos.
Actualmente por la situación particular de este gobierno y la proyección que pueda tener para el resto del continente, la CIA ha multiplicado en Venezuela a sus agentes, sus presupuestos, sus mecanismos de recolección de información, sus aparatos de vigilancia, sus sistemas de penetración en las estructuras del estado. Y sabiendo que el principal motivo táctico que ha llevado a la implantación del Plan Colombia, es el combate contra el narcotráfico, no es descartable asumir que estén planeando una operación militar en Venezuela igual a la que se llevó en Panamá siendo Noriega su presidente.
Para los Estados Unidos, Venezuela es hoy en día un foco perturbador de la estabilidad continental. Por un lado, está el gobierno que difunde un mensaje de contenido nacionalista, autónomo y popular contrario al modelo que aspira implantar el poder mundial en América latina. Por otro lado, Venezuela es un país puente y procesador de los dineros provenientes de la droga, convirtiéndolo en un factor clave en todo el ciclo del narcotráfico. Además, hay indicios de ser productor también. Todo esto configura un cuadro que ubica a Venezuela como vulnerable a la intervención de los Estados Unidos.
Los grandes decomisos de droga que últimamente se han anunciado por la prensa, hacen de Venezuela ante la opinión internacional un país narcotraficante. No sabemos si esos decomisos son verdad. Ni tampoco si la magnitud de lo que se anuncia es cierta. Estimo que seguirá apareciendo en los medios este tipo de información. Para la CIA y los organismos antidroga, que también son agencias de inteligencia, les es vital proyectar a Venezuela como un país en manos de la droga y amigo de la guerrilla colombiana. Por eso no se descarta que la CIA esté procesando la posibilidad de tomar por asalto al gobierno, detener a su Presidente, acusarlo de cómplice con el narcotráfico y con la guerrilla, llevárselo preso como a Noriega e instaurar un régimen afecto a sus intereses. Todo esto a nombre de rescatar para el país la democracia y de exterminar el narcotráfico en América Latina. Para eso se hizo el Plan Colombia. La omnipresencia de los Estados Unidos, valiéndose de la inteligencia de la CIA, tiene en la mira a Venezuela y a su gobierno.