23 de enero bajo la mesa
El pueblo que no conoce su historia, repetirá de nuevo sus errores. Traigo a colación este sabio adagio, atribuido al filósofo español Jorge Santayana, para recordar a mis compatriotas que la historia es la memoria de las naciones. Me preocupa pensar que mi pueblo no tiene memoria.
Hace pocos días se cumplieron 58 años de la huida del Gen. Marcos Pérez Jiménez. El dictador era un hombre inteligente. Esa habilidad le permitió entender que su régimen agonizaba permitiéndole huir justo a tiempo. Para el momento de su escape yo era un cadete de 1er año en la Academia Militar frisando 16 años, pero ese hecho no se borra de mi memoria. Esa noche una junta militar dirigida por el VA. Larrazábal tomó el poder y llamó a elecciones. Posteriormente me enteré que en la clandestinidad una Junta Patriótica había coordinado la lucha contra la dictadura. De ese grupo uno de ellos es mi amigo, el Dr. Enrique Aristeguieta Gramcko.
El pasado 23 de enero, el Dr. Aristeguieta dio un interesante discurso https://www.youtube.com/watch?v=4Jm72lgvogA&feature=youtu.be. Entre otras cosas dijo: “en 1958 creímos que Pérez Jiménez seria nuestro último dictador, pero nos equivocamos…. desde hace 17 años padecemos de la mas incapaz y maligna tiranía de nuestra historia … para salir de este régimen es indispensable que AN exija el acta de defunción de Chávez y la partida de nacimiento de Maduro… Ocultamiento de la PdN de Maduro es la causa del fraude constitucional en que estamos inmersos.” Comparto y suscribo sus afirmaciones.
Desde antes de la elección de 2013 se hablaba sobre presunto nacimiento de Maduro en Cúcuta y probable doble nacionalidad colombiana. Los susurros tras bastidores sobre sus orígenes no fueron investigados. Para los venezolanos hipnotizados por el vaho que emanaba Chávez bastaba su irresponsable decisión coronándolo como heredero. Si se hubiera averiguado su historia tal vez ni candidato hubiera sido. Su saga conocida comienza a su regreso de Cuba donde paso 10 años siendo adoctrinado preparándose para su misión. Su historia previa es ignota gracias a la magia del G2 ocultando las huellas de este infiltrado castro comunista. El disfraz de su identidad y disimulo de peregrinaje en Cuba dan para un libro de misterio.
Maduro ingresó al Metro de Caracas como conductor de autobús a fines de los años 80 convirtiéndose en líder sindical. Durante el golpe del 4F, donde tuvo participación ocultando armas en los sótanos de ese organismo. En el Metro estuvo becado varios años instaurando un record de más de 90% de su tiempo de servicio en reposo. Estando Chávez preso se convirtió en correo de Chávez con Fidel Castro. Esta relación se encubrió a través de Ali Rodriguez Araque “Cdte. Fausto”, el hombre de Fidel en Caracas.
Pese a sus limitaciones mentales y culturales y siendo uno de los dirigentes menos capacitados del PSUV, sin haberse siquiera graduado de bachiller, hizo una carrera fulgurante propulsado por los Castro. Al salir Chávez de la cárcel fue su guardaespaldas, quien luego lo designó Secretario de la Asamblea Constituyente, Canciller y Presidente de la Asamblea Nacional. Antes de morir Chávez, por orden de los Castro lo nombro su heredero. En 2013 ganó unas elecciones fraudulentas objetadas por fraude por Henrique Capriles. Maduro aceptó ir al reconteo, pero al día siguiente en forma atrabiliaria Tibisay Lucena desde el CNE adelantó su proclamación, inconstitucionalmente. Entretanto Capriles guardó inexplicable silencio, ordenando a sus seguidores no protestar el fraude en las calles.
Lo más pasmoso tras esa extraña historia, es que en durante su centelleante carrera nadie exigió y revisó su partida de nacimiento ni sus orígenes fueron escudriñados. Siendo presidente el mismo reconoció que su padre fue un judío sefardita nacido en Aruba que vino a Venezuela después de la 2ª Guerra Mundial. Su padre se afilió a AD convirtiéndose en asistente del líder adeco Salom Mesa. Gracias a este contacto se hizo sindicalista y obtuvo fraudulentamente su cedula de identidad venezolana. A la caída del presidente Gallegos en 1948, huyó a Colombia y se casó con una colombiana. Allí nacieron sus hijos en Cúcuta, entre ellos Nicolás. Luego del 23 de enero de 1958 regresó a Venezuela a trabajar de nuevo con Salom Mesa. En 1964 trae a su familia de Cúcuta y los registra ilegalmente como venezolanos.
Luego de ser electo en 2013 circuló la versión que Maduro tenía doble nacionalidad por ser hijo de colombiana. Esta historia no se averiguó y pronto pasó al olvido. Hay quienes susurran que su contendor como candidato, Capriles, no reclamó por estar en situación similar. El gobernador debe salirle al paso a estas leyendas, probando que nunca ha tenido nacionalidad polaca o que al menos renunció a dicha ciudadanía antes de ser candidato presidencial. Por razones desconocidas Capriles y algunos líderes de la MUD han declarado la prensa que lo de la ciudadanía de Maduro es irrelevante. Antes de las elecciones del 2013 pregunte en público a Capriles porque no exigía la partida de nacimiento a su contendor y me respondió que temía quedar en ridículo. A ellos les recuerdo que la ciudadanía única es una exigencia de nuestra Constitución. El frágil argumento de una supuesta burla es deleznable. A CAP y Obama los obligaron a probar su nacionalidad y no hubo ningún chasco. La partida de nacimiento es un documento público y su presentación es un requerimiento legal y obligatorio para aspirantes a la presidencia. Por razones que crean suspicacia el mandatario se resiste a presentar el original de su partida de nacimiento para verificación. Confió en que Capriles si aclare pronto su situación y exija prueba de la ciudadanía de Maduro. De no hacerlo estará expuesto a las mismas acusaciones dirigidas contra Maduro. Está en su interés esclarecer esto ante el país.
Las ideas de Santayana no han arraigado en Venezuela y por ello es bueno que un viejo guerrero democrático como Enrique Aristeguieta Gramcko nos haya refrescado la memoria este 23 de enero que pasó sin pena ni gloria bajo la mesa. La AN tiene otras prioridades importantes, como el desacato del Ejecutivo y TSJ, más amnistía de los presos políticos, pero la investigación para aclarar lo de la partida de nacimiento de Maduro no debe obviarse. La AN debe nombrar una comisión para investigar el asunto. La AN no es monotemática, se puede caminar y mascar chicle. Si Maduro no presenta su partida de nacimiento para que sea verificada por un grupo de expertos, o si se comprueba que el documento en manos del CNE es falso, ese delito será la vía más expedita para sacarlo del poder.
