La fuerza de la buena voluntad
Sí creo en la buena voluntad del ser humano. No todo es odio ni resentimiento social. La fibra sensible del ser cubre buena parte de su alma. Y hasta en los momentos de mayor dureza, el hombre responde a fugaces instantes de ternura. Ni siquiera las confrontaciones políticas hacen crujir los sentimientos más nobles del ser, cuando éstos definen su esencia. Derrotas, traiciones, intrigas y otras felonías quedan reducidas a ínfimas puntadas corporales, cuando la buena voluntad prevalece en la intencionalidad por alcanzar el bien común. Y aunque existe la maldad, ésta nunca quebrará a los hombres virtuosos. Moral elevada y honestidad evidente pesan más que el veneno de la perversidad.
Estas reflexiones fluyen emotivamente al sentirme estimado por personas invisibles, pero que manifiestan solidaridad. De todos los rincones he recibido palabras que nacen del corazón. Muchas vienen de nombres que escucho por vez primera. Otras, de los incondicionales que mantienen su lealtad de manera imperecedera. Expresiones dignas que se oponen a las otras que también me llegan cargadas de inquina, desprecio y malevolencia. Periodistas fanáticos del régimen, anónimos electrónicos, voces de acoso telefónico, gritos frenéticos en las calles. Intentos hostiles que persiguen humillar y doblegar el espíritu. Pero la fuerza de la integridad supera la debilidad del aborrecimiento. Lo detestable de todo eso es la naturaleza irracional de los ataques. Sin lógica, ni sentido común. He ahí otra prueba más que demuestra la ausencia de ideales por parte de quienes pretenden convertirse en refundadores de la Patria.
Esta confrontación de sentimientos, los buenos contra los malos, nos conduce a un balance espiritual, cuya conclusión es perseverar en la lucha. Inferencia que se convierte en mensaje para quienes leen esta columna y para quienes han decido mantenerse firmes con el MDD. Movimiento para otros tiempos. Con ataques o sin ataques el MDD sigue en pie. Con un revés acuesta, la moral de quienes prosiguen el rumbo marcado por la base conceptual de la democracia directa, es un incentivo para no claudicar. Estímulo para avanzar hacia la reestructuración organizacional y apoyo para la formación teórico práctica. Disponemos, en esta nueva fase, de diez semanas para elegir por la vía de las asambleas a las autoridades estadales y nacionales. Todos los miembros pueden aspirar a ocupar un cargo de dirección. No obstante, su candidatura estará sujeta a los requisitos que se han establecido. Requisitos de orden teórico y de orden práctico. Los teóricos abarcan desde la realización del curso de capacitación política, hasta la demostración del manejo e interpretación de la Constitución Nacional. Por su parte los requisitos de orden práctico contemplan la creación, por parte del aspirante, de por lo menos dos Unidades de Acción Básica (UBA); haber realizado un acto público de reivindicación ciudadana y presentar un esquema que justifique su acción como autoridad del Movimiento. Las asambleas se realizarán a nivel de los Estados antes del 1 de noviembre. Los que resulten electos asumirán sus funciones por un período de 10 meses. Estimamos que para ese momento el Movimiento estará en otras condiciones que nos llevará a revisar el cuadro organizacional para redimensionarlo. Asimismo para esa fecha de noviembre, una vez que todos los Estados hayan elegidos a sus autoridades, se procederá a realizar la segunda asamblea nacional para elegir a la Dirección Ejecutiva Nacional.
Todos estos eventos que estamos cumpliendo en plena faena de reforzamiento moral, se hacen con la plena convicción que el MDD tiene su proyección para el mediano plazo. Por eso el mensaje de estas reflexiones tiene como moraleja que el que persevera vence porque tiene a su lado la ayuda de la fortuna y la guía de la fuerza espiritual.