Opinión Nacional

Viene otro golpe

Árbol que nace torcido, jamás su rama endereza.

Esta historia comenzó con un severo golpe económico en los inicios del gobierno encargado con Nicolás Maduro al frente. Chávez lo dejó allí para que gobernara en su ausencia y recogiera los vidrios que sus malas decisiones produjeron. No le quedó otra que anunciar aquellas medidas económicas –según sus palabras por orden del comandante- que acabarían con la estabilidad del innombrable, con todas sus consecuencias. Por más que lo quiera convertir en un sabotaje económico, tiene toda la responsabilidad del desastre que ha producido, al cual no le hemos visto el cuerpo todavía, apenas asoma la nariz.

Golpes y porrazos le propinó la Guardia Nacional a los manifestantes que protestaban por el resultado electoral. La mismísima Guardia Nacional que juró que no apuntaría sus fusiles contra el pueblo, llenó de perdigones, a mansalva, a muchos estudiantes. Represión de la buena buscando la paz por la vía violenta. Así no se resuelve esta crisis política, no es a golpes cómo se soluciona. Se resuelve cuando las instituciones recobren su independencia y no sean simples apéndices del gobierno. Ya nada impresiona cuando se escuchan las declaraciones de la Defensora del Pueblo, las rectoras electorales, la Fiscal General de la nación o la presidente del Tribunal Supremos de Justicia. La vida para ellas se mira por un cristal diferente.

Un duro golpe recibió el diputa William Dávila, de la bancada opositora, cuando le lanzaron un micrófono en la cara que le produjo una herida que requirió abundante sutura. Golpe recibe la democracia cuando el presidente de la Asamblea Nacional les condena la posibilidad de hablar a quienes no aceptan a Maduro como presidente. En la casa del dialogo, se prohíbe hablar. Lo hace un gobierno que exhibe el amor como su bandera. Tolerancia izquierdista, de la boca para afuera.

El golpe electoral no parece haberles producido efecto. Corren hacia adelante sin pararse a pensar en la Venezuela que se pronunció en las urnas. Rectificación nada. Según ellos, no se fueron casi un millón de chavistas, eran votos caprilistas que en octubre votaron por Chávez y ahora se regresaron. Infantil la explicación. Malo el diagnostico, mala la solución. En ese orden de ideas, seguirán radicalizando la revolución que el pueblo no quiere.

En las últimas horas se debate acerca del alcance de las auditorias post electorales. La noción Capriles ronda sobre la necesidad de una auditoria integral, la del CNE -ergo la del gobierno- se aproxima a una simple comparación de actas, papeletas y trasmisiones. El forcejeo apenas comienza. Una auditoria integral pondría en evidencia muchos detalles que tratan de mantenerse tras bastidores. Venezuela tiene una oportunidad única de recuperar su decencia institucional. Eso sería un duro golpe para la prepotencia y el autoritarismo que nos venden forrado de revolución. Es ahora Venezuela, no hay mañana.

Paz, paciencia, perseverancia y presión.

 

 

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba