Caracas en caída libre: Otro año en blanco
Ni la experiencia ganadora de un manager como Alfredo Pedrique, ni el cambio de gerente general por un asistente presidencial pudo hacer mayor efecto en una zafra que se antojaba con aires de revancha para los Leones del Caracas, tras la actuación del año pasado, en las que una eliminación en una jornada extra los dejaba fuera del ya extinto Round Robin.
Juan Vicente Zerpa, otrora mano derecha del Luis Ávila, fue sustituido por Miguel Ángel García, director de scouteo en Latinoamérica de los Tigres de Detroit, una maniobra que esperaba diera frutos desde esta misma campaña, pero nada de eso ocurrió y ahora el recuerdo del último campeonato ha sumado un año más, el sexto del equipo sin conseguir un boleto a una gran final, la cadena más prolongada en la historia de la franquicia.
Pese a tener el segundo mejor récord de la liga en cuanto a triunfos y reveses, Leones fue castigado con un formato que lo obligó a sufrir de más para meterse entre los seis clasificados a la fiesta de enero, todo esto para después enfrentar al equipo que mejor venía haciendo las cosas como los Navegantes, que no se quedó corto en demostrar su favoritismo. Además de esto, tuvieron que luchar sin tener la posibilidad de una segunda oportunidad, puesto que el lugar del comodín lo terminaron peleando dos novenas(Caribes y Bravos) que tuvieron peor balance de lauros y derrotas que los capitalinos.
Es muy probable que Leones, junto con Cardenales de Lara (equipo al cual le ganó de forma dramática para alcanzar el ticket a enero) pongan sobre la mesa la próxima temporada la eliminación de un formato de clasificación basado en puntos y no en la esencia misma de la pelota como son las victorias y las caídas. No obstante, la decisión de esto no será exclusivamente de ellos pero es muy probable que tengan un gran peso, especialmente por el lado capitalino.
Ausencias notables
Si bien es cierto que se contó con el respaldo de veteranos rendidores como Alex González y Yorvit Torrealba, la falta de jugadores de mayor cartel terminó jugando un papel fundamental en la efímera aventura caraquista esta campaña.
Con un roster de 17 grandesligas (en el papel) Caracas solo pudo contar con el rendimiento (limitado) de estrellas como Jesús Aguilar o el novato Dixon Machado, este último una sensación en la primera parte de la temporada y llamado rápidamente a parar por Detroit. Los avileños tuvieron en la figura de Jhoulys Chacín su representante de mayor cartel entre todos sus bigleaguers. A pesar del talento que pueda poseer el derecho, parece insuficiente cuando se tiene rivales en la acera de enfrente que cuentan en el terreno con nombres como Odúbel Herrera, Carlos Sánchez o Luis Sardiñas o en el caso del eterno rival, quienes suman grandeligas como Ezequiel Carrera, Deolis Guerra, Jean Machí o Tomas Telis, por solo colocar dos ejemplos de dos elencos que ahora mismo son semifinalistas y con enormes posibilidades de alcanzar el título.
Junto con este problema de peloteros protegidos también se une la nula capacidad del equipo de contar con jugadores veteranos rendidores en la liga para que inyecten mayor profundidad al club. Las transferencias fatales de José Castillo y Carlos Rivero (por solo nombrar dos jugadores que ahora dan palo con sus actuales equipos),demuestran que, en el apartado de cambios, la oficina melenuda tampoco ha tenido el mejor tino y esto le ha pasado factura.
Ahora a los aficionados melenudos solo les queda ver quien será el nuevo campeón de la LVBP y representante de Venezuela en la Serie del Caribe, y pensar en lo que se pudo y no se logró en esta campaña atípica de la pelota local.