La caída del mito
Uno de los efectos más importantes del 6D, y luego del 5E, es el derrumbe del mito de que el pueblo seguía estando con la revolución.
Durante años se estableció un mecanismo de elecciones perpetuas que- en la mayoría de ellas- brindó un triunfo al chavismo, aunque el margen se fue reduciendo progresivamente, hasta que el año pasado quedó demostrado que el régimen era minoritario en la mayoría de los estados y prácticamente en todos los grandes centros urbanos.
Hoy la conciencia de la gente es otra, porque constata que el gobierno no está capacitado para solucionar la crisis económica, para resolver la inseguridad que azota sin piedad a todos y para crear un clima de paz y armonía que permita enfrentar con criterio e inteligencia los problemas más acuciosos del país.
Es importante que la intemperancia que caracteriza estos primeros días de 2016 de lugar a una nueva etapa de sensatez en la que los adversarios de hoy entiendan que los problemas se resuelven dialogando y no destruyendo con enfrentamientos estériles.