El amparo de la paz
La sociedad civil ha reaccionado. Las organizaciones no gubernamentales Queremos Elegir y COFAVIC intentaron una acción de amparo oral por ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo contra actos emanados del Consejo Nacional Electoral por la violación de los derechos a la información y a elegir, además de amenazar, con ello, el derecho a la paz y a la seguridad ciudadanas.
La violación constitucional se plasmó en los siguientes hechos: la falta de información a los electores de los nombres y ubicación en el tarjetón de los 36 mil y tantos candidatos que se habían lanzado a la conquista de 6 mil cargos. Tales vicios y fallas notorias fueron admitidos por los representantes del CNE, por lo que el camino a una decisión de suspender los comicios del 28 de mayo fue expedito para el máximo Tribunal de la República, y así decidió, previa subsanación de todo.
La base de este amparo oral fue la sentencia emanada de la Sala Constitucional, de fecha 2 de mayo de 2000 en la cual se interpretó el alcance de los artículos 26 y 27 de la constitución, por lo que los juicios de amparo deben ser orales, expeditos y sin formalidades inútiles. Esto fue una experiencia inédita en la justicia constitucional en Venezuela.
Un precedente de esta situación lo es, sin duda, la previa aprobación del COPP, se estableció de forma plena la oralidad, la inmediación, la concentración procesal y la ausencia de rituales innecesarios. Es, como se ha dicho, el regreso a la forma natural de hacer justicia.
El país le debe al equipo de Queremos Elegir y COFAVIC comandado por Elías Santana y Liliana Ortega, la posibilidad de mantener la paz. De haberse producido la elección del 28 de mayo con tan graves errores técnicos e institucionales del CNE, seguramente, se habría generado un caos social debido a los reclamos de los 30 mil candidatos perdedores. El Tribunal Supremo realizó un juicio justo, entendió el fondo del problema y, con ello, fortaleció el Estado de Derecho y de Justicia: componentes esenciales de la paz y la seguridad que anhelamos los venezolanos.