Norma del Estado Islámico dicta quiénes pueden tener sexo con esclavas
Los teólogos del Estado Islámico emitieron una detallada norma para especificar los casos en que los miembros del grupo insurgente pueden tener relaciones sexuales con mujeres esclavas que consideran «de su propiedad», en un aparente intento por frenar lo que describen como violaciones de prisioneras.
La norma o fetua tiene rango de ley y parece ir más allá de las anteriores afirmaciones del grupo sobre este asunto, dijo un experto sobre el Estado Islámico. La fetua arroja nueva luz sobre la forma en que el movimiento trata de reinterpretar doctrinas de hace siglos para justificar la esclavitud sexual de mujeres en las vastas zonas de Siria e Irak que controla.
La norma se encuentra entre un amplio abanico de documentos obtenidos por las Fuerzas Especiales de Estados Unidos durante una operación contra un comandante de alto rango del Estado Islámico (EI) en Siria en mayo. Reuters tuvo acceso a algunos de los documentos, que no habían sido publicados antes.
Entre las normas religiosas hay prohibiciones a padres e hijos de tener sexo con la misma esclava y a que el propietario de una mujer y una hija tenga sexo con ambas. Los copropietarios de una mujer cautiva no pueden tener relaciones con ella porque es vista como «parte de una propiedad conjunta».
Naciones Unidas y grupos de derechos humanos han acusado al Estado Islámico de secuestrar y violar sistemáticamente a miles de mujeres y niñas de hasta 12 años, especialmente a miembros de la minoría de los yazidíes en el norte de Irak. Muchas han sido entregadas a los combatientes como recompensa o vendidas como esclavas sexuales.
Lejos tratar de esconder esta práctica, el Estado Islámico se ha vanagloriado de ello y creó un departamento de «botines de guerra» para gestionar la esclavitud. Reuters informó sobre la existencia de ese departamento el lunes.
En un informe de abril, la ONG Human Rights Watch entrevistó a 20 mujeres que escaparon para contar cómo los combatientes del Estado Islámico separaban a mujeres jóvenes y niñas de los hombres y las mujeres más mayores. Las trasladaban «de modo organizado y metódico a varios lugares de Irak y Siria». Luego eran vendidas o entregadas como regalos y eran violadas repetidas veces o presa de la violencia sexual.
PERMITIDO Y PROHIBIDO
La fetua número 64, fechada el 29 de enero de 2015, emitida por el comité de análisis y fetuas, parece regular por primera vez las relaciones sexuales entre combatientes del Estado Islámico y sus cautivas, yendo más allá de un folleto emitido por el grupo en 2014 sobre cómo tratar a las esclavas.
La fetua comienza con una pregunta: «Algunos de los hermanos han cometido violaciones en el asunto del tratamiento de las esclavas. Estas violaciones no están permitidas por la sharia porque estas normas no han sido tratadas desde hace años ¿Hay advertencias en torno a este asunto?»
Después detalla 15 órdenes, que en algunos casos entran en detalles explícitos. Por ejemplo, «si el propietario de una cautiva que tiene una hija apta para el coito tiene relaciones sexuales con la última, no se le permite tener relaciones con su madre y está permanentemente vedada para él. Si tuviera relaciones con la madre entonces no se le permite tenerlas con la hija y ella estará vedada para él».
La explotación sexual de las mujeres capturadas por el Estado Islámico está bien documentada, pero un experto sobre el grupo en la Universidad de Princeton, Cole Bunzel, que ha revisado muchos de sus escritos, dijo que la fetua va más allá de lo que han publicado antes los islamistas sobre cómo tratar a las esclavas.
«Revela las preocupaciones reales de los amos de esclavos del Estado Islámico», dijo en un correo electrónico.
Pero advirtió de que no «todo lo que trata la fetua es indicativo de una transgresión relevante. No implica que un padre y un hijo estuvieran necesariamente compartiendo una niña. Se les advierte de que no lo hagan, pero apuesto a que algunas de esas transgresiones ya se produjeron».
La fetua da instrucciones a los amos de una esclava para «mostrar compasión hacia ella, ser amables, no humillarla y no asignarle trabajos que no sea capaz de hacer». Un amo no debería venderla a un individuo que sabe que la tratará mal.
El profesor Abdel Fatah Alawari, decano de Teología Islámica en la Universidad de Al-Azhar, un centro egipcio de 1.000 años de antigüedad que estudia el islam, dijo que el Estado Islámico «no tiene nada que ver con el islam», ya que interpreta deliberadamente mal versos de hace siglos y dichos que iban originalmente dirigidos a terminar con la esclavitud, en lugar de alentarla.
«El islam predica la libertad de los eslavos, no la esclavitud. La esclavitud era lo normal cuando apareció el islam», dijo. «El judaísmo, el cristianismo, las civilizaciones de griegos, romanos y persas lo practicaban y se llevaban las mujeres de sus enemigos como esclavas sexuales. Así que el islam encontró esto aborrecible y trabajó poco a poco para eliminarlo», dijo.
En septiembre de 2014, más de 120 expertos en el Islamismo emitieron una carta abierta al líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, refutando los argumentos religiosos del grupo para justificar muchas de sus acciones. Los expertos apuntaron que «reintroducir la esclavitud está prohibido en el islam.»