Art Basel Miami 2015 y los apostadores del arte
Los titulares de prensa y revistas de arte internacionales coinciden en que Art Basel Miami cerró este año con grandes ventas. Pareciera más bien que hablan del balance anual de una gran corporación, pero es que el ambiente que se respiraba en la inauguración VIP no era para menos, allí se dieron cita los Ultra High Net Worth Individuals (U.H.N.W.I.), un relativamente pequeño segmento social de las élites mundiales que entienden que adquirir una obra de arte resulta más rentable que invertir en la bolsa de valores. El mercado global del arte mueve un caudal anual de US$ 55.000 millones y Art Basel es una de las vitrinas más visitadas.
Las 267 galerías internacionales distribuidas en el Miami Convention Center, recibieron a 77.000 visitantes, mezcla de galeristas, artistas, críticos, periodistas, directores de museos, coleccionistas de 110 países y una fauna variopinta que se dio cita en Miami Beach. Todo esto orquestado por Noah Horowitz, director de Art Basel Americas.
Las galerías reportaron ventas millonarias desde las primeras horas. El crítico Christian Viveros-Fauné (Art Show, Dec 2015) dice que “en ABM los verdaderos artistas de la feria son los grandes apostadores, que mágicamente transforman objetos de arte en activos de alto grado de inversión comparables a las acciones de Apple”.
Solo a título de ejemplo, el primer día, La Van de Weghe gallery vendió una pintura de Francis Bacon Man in Blue VI (1954), por $15 millones. Ese mismo día, la galería Thaddaeus Ropac vendió un Joseph Beuys (1980) por $1.4 millones, una escultura de Robert Rauschenberg Appalachian Double Latch Spring Glut, (1989) por $770,000, y dos pinturas de Georg Baselitz: Bündel (Bunch) (2015) por $800,000 y Es is kein Zimmer frei (2015) por $534,000. Al final del día alguien compró un Robert Longo Untitled (Potemkin, Black Square) (2015) por $450,000 y un Alex Katz Four Trees 3 (2015) por $400,000.
Los coleccionistas apuntaron a obras y artistas conocidos o los muy promocionados por la estrategia de marketing con la que cuenta este mercado. Se vislumbran pocos visionarios o precursores de una nueva estética y esto no lo han entendido los curadores que continúan promocionando bodrios sin sentido. Las mismas valijas apiñadas que vimos en la Bienal de Venecia y en la FIAC París, las encontramos en parecida versión en Art Basel. Los espejos también fueron un déjà-vu, un stand exhibiendo espejos de distintos tamaños y otro presentando espejos fragmentados, es una especie de idea fija que tienen estos pseudoartistas con las maletas y los espejos, pero por detrás está un curador y un galerista, por lo que habrá que preguntarles qué pretenden con esas exhibiciones.
El arte, promovido por un mercado voraz, corre el riesgo de convertirse en una banalidad. Críticos de arte, en alianza con galeristas, curadores, grupos financieros y medios especializados, persuaden a la gente desinformada a preferir lo falso a lo verdadero, lo insustancial a lo valioso, ocasionando una crisis de valoración estética. No nos cansaremos de repetir que el desconcierto que producen curadurías ineficaces está opacando los verdaderos discursos del arte contemporáneo, así como el de jóvenes artistas del presente con investigaciones y propuestas innovadoras.
