Política y medios de comunicación
La política se ha mudado a los territorios de la comunicación masiva; la radio y la televisión se han convertido en escenas decisivas para la constitución de la vida pública, la cual es rediseñada como mercado y espectáculo.
En palabras de Jesús Martín Barbero, la acción política misma acaba identificada con el espectáculo massmediático: se gobierna o se hace oposición de cara a la cámara, o a los sondeos, que son otra forma de la indispensable y permanente producción de imagen. En este sentido, ¿Hugo Chávez Frías no es un producto creado por las cámaras?: Hugo Chávez Frías se convierte en figura política desde el momento en que le permiten salir en las cámaras, con el fin de expresarles a sus compañeros de armas la rendición ante el fracaso del golpe de estado del 4F; su frase “por ahora” se congeló en las mentes de los venezolanos, a tal punto que en la campaña electoral del 98, fue observado por la sociedad con detenimiento sobre sus propuestas de país, las dimensiones afectivas y simbólicas que expresa su imagen, aunado a que la misma refleja y representa a una parte importante del colectivo social del país, sin dejar a un lado su verbo, fue potenciado por los propios medios, y, hoy en día, como Presidente de la República no debemos dejar de obviar, que su mejor medio de hacer política y uno de sus principales vínculos con el pueblo son los propios medios de comunicación, de ahí la creación de su programa de televisión, y de radio: Aló Presidente e incluso cuenta con un medio impreso: El correo del Presidente.
La política como espectáculo, expone Martín-Barbero: …vacia a la política como substancia, al predominar la forma sobre el fondo, el medio sobre el mensaje, el discurso político se transforma en puro gesto e imagen, capaces de provocar reacciones –cambiar la intención de voto, modificar súbitamente los porcentajes de adhesión- pero no de alimentar la deliberación o el debate ideológico y menos de formar convicciones. Se dice que Hugo Chávez Frías tiene un molde ideológico, sin embargo, los votantes que sufragaron por Hugo Chávez Frías no lo hicieron por convicciones ideológicas, su discurso humanista que retoma ciertas ideas de la izquierda golpeó principalmente a las masas, las cuales se hicieron eco del mismo, debido a la crisis económica que padecen, pero, además, sus expresiones simbólicas, así como el alto deseo de esperanza que sembró en los corazones de muchos venezolanos, fueron mucho más convincentes que el propio contenido discursivo, si bien el mensaje jugó un papel importante, este no habría calado tanto en el imaginario colectivo, si no hubiera estado presente una imagen y una gestualidad que lo caracteriza y lo representa.
Asimismo, Martín-Barbero nos plantea que la hegemonía de la imagen sustituye la realidad, …el político va interiorizando la función comunicativa hasta vivir de la imagen que proyecta más que de las ideas u objetivos del partido que representa. La video-política sustituye a la vida política en el mismo proceso y al mismo ritmo en que el ciudadano va siendo reemplazado por el consumidor…. Chávez se caracteriza por ser un buen comunicador, su principal herramienta es su propia imagen, la cual es mercadeada a través de los medios de comunicación, en especial la televisión y la radio, con un interesante grado de aceptación en su principal nicho de mercado –las masas-, razón para explicitar sus políticas de gobierno, y justificar sus ideas y acciones del proyecto de país que desea a través de la vía “revolucionaria”.
Además, desde la óptica de Martín-Barbero, según él cual, la imagen esta sustituyendo la realidad, en el entendido de que el periodista llega a tener más credibilidad y hasta poder que el parlamentario o el gobernador, lo cual es observable en las encuestas: los medios tienen más aceptación y credibilidad que el gobierno; y, a su vez, el grado de poder que puede tener un periodista, se pudo percibir con la rueda de prensa de Napoleón Bravo la semana pasada, todos los canales se encadenaron, y la cobertura por la radio y en la prensa fue significativa.
Sin embargo, apoderandonos de la idea de Martín-Barbero, podríamos decir que la imagen de un producto político esta sustituyendo la realidad, es interesante destacar cómo el discurso del Presidente cala en las mentes de una parte significativa de los venezolanos, pero no necesariamente lo que dice se puede sustentar en la realidad; cuando se le pregunta a un venezolano por la situación económica del país, inmediatamente responde que es mala, cuando se le pregunta por la inseguridad, contesta que es grave lo que esta pasando, pero cuando se le pregunta por quien va a votar, expresan su intención de votar por Hugo Chávez Frías, en este sentido: La realidad no concuerda con la intención del voto, ¿Será que el discurso emocional del Presidente esta jugando un papel sumamente importante en las masas?, vemos a través de sus ruedas de prensa y en sus cadenas, que sus discursos nada tienen que ver con la realidad tanto macro como micro del país, por ende, ¿La imagen de un producto político no esta sustituyendo la realidad?.
A su vez, Chávez utiliza con gran habilidad los medios para hacer política, el programa de radio Aló Presidente, donde la gente se comunica con él para expresarles los problemas de su comunidad, y donde el Presidente se compromete públicamente a solucionarselos, ahí se está haciendo política, Martín-Barbero diría que hay una política sentimentalizada y vedetizada, donde la presencia de dimensiones afectivas y rituales, que el medio potencia, no despolitiza la acción…, lo que nos lleva a pensar que la sensibilidad está mediando las transformaciones de socialidad, en palabras de Martín-Barbero, única vía quizas de que la política supere su alejamiento y se reencuentre con la sociedad.
Por todas estas razones, sería interesante preguntarnos ¿Porqué la política se ha desplazado a los circuitos de la comunicación masiva?: La carencia de proyectos nacionales desalienta el interés de participar en política; debilitamiento de los partidos políticos, Martín-Barbero habla de la desubicación social de los partidos al perder el control de la configuración simbólica de la representanción aunado al hecho de que la televisión hace visible su corrupción, sus desconexiones con las nuevas sensibilidades…, en este sentido, Chávez Frías esta en sintonía con las demandas y sensibilidades de un colectivo; Lechner plantea la pérdida de fe en el Estado, que de imagen de colectividad pasa a ser reducido a su función administrativa perdiendo su dimensión simbólica, de ser así, ¿Hugo Chávez Frías no le estará o estaba devolviendo a una parte del colectivo la fe en el Estado?; Canclini García expone que los ciudadanos tratados como clientes perciben que muchas de las preguntas tradicionales de ciudadanía –a dónde pertenezco y qué derechos me da, cómo puedo informarme, quien representa mis intereses- se contestan ahora más en el consumo privado de bienes y de los medios masivos de comunicación que en las reglas abstractas de la democracia o en la participación colectiva en espacios públicos. A ello le agregaría, ¿Será que Hugo Chávez Frías está o estaba contestando estas preguntas de ciudadanía a una parte de un colectivo que se encontraba carente de representación y que ve en esta figura un vínculo entre ellos y el espacio público?: ello no lo demuestra no solo las elecciones del 98, claro que en esas elecciones juegan otras variables de peso que las hemos tocado en otros artículos, sino el nivel de aceptación de la nueva Constitución, que aunque no fue aprobada por todos los sectores representativos de la sociedad venezolana, sí lo fue por aquellos sectores y/o clases sociales que se ven representados en Hugo Chávez Frías y que demadan un cambio.
En este sentido, la conciencia social hoy en día no se forma básicamente en textos, sino en una comunicación audiovisual y escénica, pareciera que uno de los objetivos de este Gobierno es reconstruir la conciencia social, ¿Cuál sería el fin de ello?, respuesta que tendremos con el tiempo. De todas maneras, lo público ya no le concierne sólo al Estado, sino también a las comunicaciones privadas y a la sociedad civil. Al Estado le corresponde reconstituir su papel frente a la sociedad civil y a ésta reconstruir la esfera pública, mientras que los medios de comunicación constituyen hoy espacios decisivos del reconocimiento social y que siguen siendo los formadores protagónicos de la ciudadanía masiva, así como el espacio que permite reforzar la democracia.