Venezuela en la encrucijada
Este ensayo quiere llevar un mensaje de aliento y a la vez invitar a la reflexión a todos los hombres de buena voluntad, honrada y sinceramente preocupados por el destino de la América Latina y muy especialmente de Venezuela.
Venezuela constituye uno de los objetivos más apasionantes que cualquier investigador de las ciencias sociales pueda estudiar, aun con una finalidad meramente científica. Al uno acercarse a la profundidad de sus vivencias, resulta atraído por la potencialidad de sus recursos naturales y humanos, por la complejidad de sus problemas, por lo inquietante de sus perspectivas y por lo trascendente de sus soluciones.
Más atrayente aún es el estudio objetivo de su realidad actual. Una de las más importantes manifestaciones de que hay una suerte de Revolución pacífica, inédita y democrática (por ahora) en Venezuela es la demostración, que hombres y mujeres jóvenes antes marginados están haciendo, de que se puede lograr en este país ˆ abrumado durante más de un siglo por un complejo de inferioridad ˆ transformaciones de gran magnitud, reservados precedentemente en nuestra imaginación a otros pueblos, de otras razas y de otros continentes. Ahora bien, sin una programación de eficaz, sin una política de orientación, estímulo y promoción, ninguno de nuestros países podrá lograr una aceleración verdadera de su proceso de desarrollo integral.
Este proceso de desarrollo integral exige una visión nueva, desprendida de ciertos prejuicios, a los cuales se aferran los que más pudieran contribuir a crear una sociedad en la que nuestros hijos puedan vivir felices. No es sólo el déficit general de la calidad de vida, de la vivienda, sino de la decadencia moral, la falta de salud, el bajo rendimiento en el trabajo, la disolución de la familia, el malestar social y la inestabilidad política el analfabetismo, la ignorancia, al ausentismo y la deserción escolar, etc., los males que encuentran causa principal en este grave problema de la injusta distribución del ingreso nacional.
Cómo lograr la mejor distribución del ingreso nacional constituye, a mi juicio, el punto central del problema socioeconómico de Venezuela, como lo es en general el problema latinoamericano que es el más desigual de todo el mundo.
Y no es que usted y yo seamos chavistas o antichavistas, puesto que lo que está ocurriendo en Venezuela trasciende más allá de las fronteras y anales de la historia y hay que ser un analista emancipado y objetivo para prever la anarquía que vendrá si se le niega y obstaculiza, con un dique de contención, esta avalancha de transformaciones a toda la nación! Verbigracia: Se ve claramente que la CTV, Fedecámaras y los altos ejecutivos de PDVSA que promocionan la salida del presidente Chávez nunca habían hecho algo parecido cuando Carlos Andrés Pérez (CAP) tenía al país quebrado por tan mala administración y corrupción, y con dos intentonas golpistas y una insurrección popular que le habían propinado (El Caracazo, en la cual fueron masacrados miles de personas por la acción del ejército). Y hablando del Caracazo preguntémonos dónde estaban estos militares de la plaza Altamira cuando CAP mandó a efectuar ese genocidio por miles.
Yo estoy de acuerdo conque se le haga una reestructuración y una auditoría a fondo a PDVSA para saber en qué se gastan tantos millones de dólares sin que la nación entera se beneficie de estas rentas petroleras. Y vuelvo y repito que no es cuestión de ser chavista o antichavista. Uno no puede confiar ciegamente en ninguno de los dos bandos. Es mejor ser independiente. De todos modos debemos prepararnos moral, espiritual e intelectualmente para coyunturas futuras mejores.
Querido lector, usted no se ha preguntado por qué cuando CAP gobernaba mandó a aniquilar a la gente el 27/02/89, hubo corrupción de manera descarada y tuvo en contra dos intentonas golpistas nunca tuvo una guerra sucia tan encarnizada para terminarlo de tumbar y eso que el país estaba deshecho? Sencillo: Todos eran cómplices de la gran ignominia y vergüenza nacional.
Uno no debe ni puede ser tan cerrado de mente y dejarse llevar por propagandas de guerra política en la cual esos mismos cómplices ahora quieran recuperar las pérdidas por no poder hacer sus negocios sucios, en detrimento de los ricos y de los pobres, que han tenido durante estos 4 años a través de un asalto al poder de manera ilegítima y sanguinaria. O sea, Ellos están en este plan no por la nación sino más bien por ambiciones personales.
Chávez nunca había ni ha creído en la democracia de las élites que golpeaba incesantemente al pueblo más desfavorecido. Y después vino Miquilena y compañía para convencerlo y convertirlo en un portaaviones político político-electoral exitoso sin antecedentes en la historia contemporánea venezolana para luego dejarlo posteriormente cuando ya había hecho sus chanchullos.
Al pan, pan y al vino, vino. Pan y vino que están a nuestro a alcance: Incorporar a los marginados al proceso de desarrollo integral, convertir en pueblo a las masas urbanas y campesinas, infundir una conciencia social a las élites económicas, políticas y socioculturales del país; integrar socialmente a élite y pueblo, desarrollar industrias urbanas y tecnificar la producción agrícola; capacitar a toda la población adulta en los niveles universitarios, profesional medio o trabajador calificado y superar las situaciones de conflicto entre grupos políticos, económicos, culturales, etc., constituyen los hitos que marcan el camino que debemos tomar en esta encrucijada histórica.
Como un venezolano cualquiera con una gran inquietud venezolanista, que ama a su pueblo y sufre con él; como un ser humano que cree en la necesidad de la comprensión de los que se aferran a privilegios le pido a los sectores políticos e intelectuales que tienen que convencerse de la necesidad de una acción y un intercambio mutuos en el cumplimiento de su responsabilidad social. No hay cosa peor para el bien común que el distanciamiento entre intelectuales y políticos.
El intelectual tiene que abandonar su torre de marfil, vencer sus escrúpulos aislacionistas y asumir responsabilidades en la cosa política; aunque eso implique comprometer su tranquilidad y su bienestar personal, y aun arriesgar su reputación en el juego inmaduro de la opinión libre, o en el oleaje peligroso de las pasiones políticas.
Y el político que tiene que hacerse intelectual, debe abrir los ojos ante el avance prodigioso de la técnica social, tiene que avanzar por el buen camino, lejos del tortuoso andar de la demagogia; aunque ello le signifique a veces el perder votos o arriesgar sus posibilidades próximas de elección popular.
Y aunque éste sea un camino bien difícil y todavía no lo veamos definido en nuestros días, ya se aprecian señales visibles de un acercamiento entre las élites culturales y políticas, que salvará seguramente nuestras instituciones democráticas.
Tenemos que distinguir la diferencia entre dos vocablos que se han acuñado en la sociología moderna: Masa y Pueblo. La masa es el pueblo-niño, con reacciones infantiles por lo ingenuas, o juveniles por lo apasionadas o inexpertas. En cambio el pueblo es adulto, porque ya es capaz de reflexionar por sí mismo, sin propagandas ni manipulaciones.
Los alaridos de una multitud, las acciones tumultuarias de un grupo exaltado, las desorbitaciones del populacho ensoberbecido, son expresiones de masas. Los demagogos manejan a las masas. Las entusiasman diciéndoles lo que quieren escuchar con promesas seductoras <= ¡Chávez, vete ya! <= sin importarles el precio ni los muertos que todos tendríamos que pagar por sus ambiciones de poder desmedidas como lo hizo Hitler en su momento. Las excitan con palabras psicológica y fríamente calculadas para sacudir las bajas pasiones <= el racismo clasista, las revanchas, los celos, los egoísmos, los rencores y las envidias <= y las llevan a la violencia cuando les conviene.
El pueblo, en cambio, no se deja manejar por líderes demagogos y menos si estos líderes tienen ideas fascistas. Al pueblo hay que razonarle y conquistar su apoyo con argumentos verídicos y sólidos. ¿Quién se hubiera podido imaginar que la clase media venezolana estuviera siendo arreada como ganado sumiso al matadero sólo por una supuesta falta de libertades democráticas? ¡Habráse visto tanta manipulación de las masas medias por parte de unos líderes indeterminados e imprecisos!
„El problema de (los líderes de) la oposición no es Chávez, el problema de ellos es que hay un pueblo decidido a ser libre y a instalar en Venezuela un sistema justo de verdad. En toda esta situación triunfaremos los justos, porque somos la mayoría‰. Hugo Chávez Frías. 15/12/2002
Analizando esta proclama del Presidente de la República, podremos darnos cuenta que el problema no es una persona en específico sino más bien el inconveniente es que un sector de la población, siempre marginado por las élites tradicionales, está pidiendo su parte que le corresponde en el espacio político y económico en esta encrucijada venezolana histórica que por el esfuerzo de nosotros y de nuestros hijos encontrará el camino en la encrucijada de nuestro propio y soberano destino. Así que mi llamado fraternal es para todos lo venezolanos y extranjeros que vivimos en esta patria llena más de virtudes que de defectos y nos unamos como un todo para solucionar los problemas de pobreza y exclusión social que, al fin y al cabo, son los que nos han llevado a esta abominable coyuntura actual.
(*): Gerente Financiero