Pelea por la democracia
(%=Image(4041394,»L»)%)El país se encuentra en un ring sociopolítico. A pesar de no querer boxear, el bando opositor decidió ponerse los guantes y enfrentar a Hugo Chávez con un set de golpes como jabs-marchistas, ganchos-paros y hooks-mediáticos. No obstante, el ágil mandatario es el rey del swing e impone el ritmo de la pelea. Ambos contendientes amenazan con sendas navajas ocultas bajo el cinturón, y aunque algunos confían en el árbitro-fiscal, es evidente que el señor recibió buenas comisiones para dejar correr la pelea, que hace mucho superó el doceavo asalto. Los fanáticos sentados en primera fila sueñan con una victoria por abandono o por puntos, pues saben que no hay posibilidad de KNOCK-OUT: ¿Quién caería primero al entarimado del ring?
Sumergidos en la «pelea por la democracia», con bambalinas multicolores y variados espectáculos de calle, apostamos el país por un cargo con poderes restauradores de la ética, la economía y la solidaridad social. Esa posición es casi un talismán que investirá a su portador de poderes superiores al (%=Link(«http://www.elsenordelosanillos.aurum.es/»,»anillo»)%) de la saga de Tolkien. Por lo menos así parece, ya que la oposición se diluye en enfrentamientos contra un hombre lábil e inescrupuloso como Chávez, mientras no perfila la terna de gerentes que podrían gobernar el país, sin obviar que todavía no se aprueba la nueva Ley del (%=Link(«http://www.cne.gov.ve/»,»Consejo Nacional Electoral»)%)
que facilitaría la elección de autoridades honorables y capacitadas para organizar, supervisar y refrendar un proceso de elecciones.
La carga emocional de esta lucha sobrepasa el sentido común de los apostadores, quienes invierten su dinero en animadores de televisión, guerrilleros jubilados y otros simpáticos personajes tropicales. Otros, calculadores al estilo del Dr. (%=Link(«http://www.heptune.com/lis/smith.html»,»Smith»)%) de Perdidos en el espacio, armaron un golpe apoyados en un ejército de cera, derretido con las primeras antorchas de los revolucionarios a sueldo. Esa es la trama tras la pelea televisada: cada contendiente simula un rol vitoreado por un público no menos espurio.
La ambivalencia, reversibilidad y amenaza de catástrofe que signan la pseudo revolución bolivariana convergen en una coordenada (%=Link(«http://analitica.com/cyberanalitica/matriz/9566693.asp»,»postmoderna»)%) : la fascinación de Chávez por el show. Invertir las puntuaciones-encuestas a través de artimañas no hace más que fundir aún más a los contendientes, pero trazar una línea de acción hacia la legalidad eficaz, amparada en mecanismos de coacción externos, podría ser una estrategia consistente para alcanzar el KNOCK-OUT TÉCNICO soñado por observadores ajenos a los extremos. Tal vez, siguiendo a Kazuo Ishiguro, hay que destacar el sentido del deber, que …»unía a la gente frente a la familia, a los superiores, al país. Pero ahora, en lugar de eso, no se habla más que de democracia. Y oyes esa palabra cada vez que la gente quiere ser egoísta, cada vez que quieren olvidar sus obligaciones».
(%=Link(«mailto:[email protected]»,»Imágenes cortesía de Alejandra Verde»)%)