La insensatez del caudillo
En lo que va de nacimiento y vida de la llamada V República (República Bolivariana de Venezuela) hemos observado y registrado algunos hechos y decisiones, que aparte de preocupar a muchos, dejan entrever las graves deficiencias que tiene el MVR y el CHAVISMO como proyecto político y económico hoy más que nunca. La crisis de gobernabilidad es producto y se manifiesta por una lado en el deterioro de la popularidad y la legitimidad tanto del caudillo como del gobierno, así como también el aceptar que este gobierno quintorepublicano no tiene logros importantes en más de tres años de data.
Ciertamente el país comenzó a cambiar, no sólo con aquel 4 de febrero de 1992 en el que fracaso la intentona golpista, sino recientemente, nos referimos al último trimestre el cual deja muy claro que un numero alto y considerable de venezolanos se saturó de los discursos, de las ofensas, de la épica y de la hostilidad permanente del jefe de Estado, quien en vez de gobernar y gerenciar, se ha dado a la tarea permanente de profundizar los conflictos, las diatribas y profundizar además los graves problemas que tenía el país cuando lo se equivocó al elegirlo para dirigir sus sendas en diciembre de 1998.
Desde aquel PARO NACIONAL del 10 de Diciembre (10D), pasando por el 23 de enero de 2002, ha quedado claro el profundo descontento del llamado “pueblo” hacia su gestión. Sin embargo, la conflictivilidad aumenta y los problemas desbordan las capacidades del gobierno, ya no son sólo la agresión al Nacional, el problema del Impuesto al Debito Bancario, la caída muy grave de nuestras reservas internacionales, ahora para rematar se corrobora la vinculación del gobierno venezolano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y resulta ser que la culpa no es del gobierno y de Chávez como presidente y máximo conductor del país, sino de las cuatro periodistas denunciantes quienes aportaron las respectivas pruebas de lo ocurrido. Dicho incidente es sumamente delicado porque revela la intromisión del gobierno venezolano en la política interna de Colombia, además de con dicha acción le están reconociendo beligerancia a ese grupo de terroristas y criminales que se agrupan en la FARC.
El presidente se ha dedicado en todo este tiempo a discutir, y por sobre todo a reproducir el conflicto en todos sus niveles, con la CTV, FEDECAMARAS, IGLESIA, CUERPO DIPLOMÁTICO, EL NACIONAL, GLOBOVISIÓN, y para usted de contar. Otro gallo cantaría si tuviéramos un verdadero JEFE DE ESTADO, como se puede respetar a Chávez cuando lo menos que hace es comportarse como un Jefe de Estado. Lo observado en estos últimos días esta dejando claro la debilidad del gobierno y que lamentablemente no dieron la talla.
En que mente febril cabe plantear un CELEBRACIÓN para conmemorar aquel terrible 4 de febrero de 1992. Fecha en que el caudillo se alzó en armas contra su juramento, la constitución y demás. La sangre derramada de nuestros compatriotas fue producto de una acción no deliberada de un grupo de rebeldes, algunos de ellos conquistaron y fueron exitosos en sus objetivos, no así otros, como fue el caso de Chávez que no pudo concretar su objetivo. Nadie desconoce que el país aquel 4 de Febrero de 1992 no soportaba más el deterioro moral, social y económico. Hoy diez años después estamos pasando por lo mismos problemas y vicios, incluso algunos superan lo visto y registrado anteriormente. Esa es la triste y cruda realidad.
El país y los venezolanos no merecemos bajo ningún concepto ser sometidos a los vejámenes que este señor con una mentalidad febril, hostil y desfasada no ha sometido. Hay demasiadas cosas y proyectas por desarrollar, pero lo cierto del caso es que no merecemos seguir sumisos ante la debacle que define a nuestro país.
Estoy convencido como muchos otros venezolanos que quisiéramos escribir y comentar que el país realmente transita un nuevo rumbo, que esta encaminado, que contamos con equipos calificados de técnicos y asesores, además de observar una firme voluntad de transformar al Estado y al propio país, pero la realidad lamentablemente es adversa y contraria.
Como si fuera poco, encontramos en la administración de turno un conjunto de personeros que sin credencial alguna detentan cargos y magistraturas de gran importancia y responsabilidad, no solo en el país sino fuera de este, aparte de esto comenten de manera reiterada errores y faltas graves, y lo peor viene dado en que no aceptan la critica que en algún momento se les ha imputado, estos señores ungidos de Chávez y ZAMORA le están causando mucho daño, no solo a la propia gestión de Chávez, sino al país. Daños que ni el mismísimo Chávez calcula.
Aquellos venezolanos pensantes y con algo de critica, creemos que a la gestión de Chávez no se le pueden seguir concediendo avales. No podemos seguir legitimando los desmanes e ineficiencia demostrada en el manejo del Estado y en ejercicio gubernamental del actual gobierno, aunque hay quienes señalan que esto se puede arreglar y revertir en los próximos seis años. Aguataremos tanto los venezolanos.
(*) Politólogo – Magíster en Ciencia Política