Más papista que el Papa
Hace tiempo que la presidenta del CNE se soltó el moño. Viene actuando como una zafia a contrapelo de sus responsabilidades frente a un organismo cuya misión fundamental es ser árbitro imparcial en los procesos electorales.
La señora Lucena ha venido rechazando con intransigencia la presencia de observadores extranjeros calificados en el proceso electoral. Para ella la presencia de tales observadores sería injerencia en la política venezolana. Sólo aceptaría a observadores de Unasur, lo que según un parlamentario de Brasil equivaldría a darle al zorro la llave del gallinero.
En todo caso, la exigencia de observadores extranjeros calificados debe ser un reclamo de cada día por parte de la oposición. Los venezolanos deben tomar conciencia de su importancia para evitar que el gobierno gane las elecciones “como sea”. Mario Vargas Llosa acaba de declarar en Houston “si las elecciones legislativas en Venezuela son limpias el chavismo sería barrido completamente”, añadiendo que “la observación internacional es clave para la salida del régimen”.
El CNE no solamente favorece con descaro al gobierno negándose a acreditar a observadores internacionales, también lo ayuda haciéndose el loco ante el ventajismo descarado y abusivo de Maduro y sus lugartenientes. Las cadenas son todos los días y se alargan horas y horas en un proselitismo político afortunadamente aburridísimo. La voz de los dirigentes democráticos de oposición es casi clandestina, pudiendo escucharse apenas en una que otra estación de radio. No tiene acceso a ningún canal de televisión, y solamente a los diarios El Nacional y El Nuevo País.
Es indispensable que la MUD alce más la voz de reclamo y de protesta. El objetivo no es lograr que el gobierno se vuelva menos irrespetuoso de la Constitución y del ordenamiento legal electoral, lo que luce imposible. El objetivo es que los electores participen activamente en la creación de una conciencia colectiva de no dejarse intimidar, de no sucumbir a las presiones y maniobras del gobierno.
Esa movilización colectiva y resuelta va a lograrse. La oposición va a triunfar el 6D y hará respetar su triunfo.