El 23 de Enero
El país pasa por una doble etapa de transición que marca nuestro futuro. Por un lado, el proceso que desembocará en la salida institucional de Chávez comienza su última vuelta, y ya los factores en juego van adquiriendo su máxima velocidad. Por el otro, la creación de la Venezuela sin chávez camina ya con pasos firmes. En ambos procesos, el 23 de enero jugará un papel fundamental, y el gobierno lo sabe. Por eso se juega todo en sus frenéticos esfuerzos para torcer su inexorable destino.
La salida de Chávez está decidida, aunque falten detalles, es decir los acuerdos de gobernabilidad para la transición, colocados en blanco y negro. No ha sido fácil, pero la amenaza de seguir como vamos ha sido suficiente como para obligar a los factores de poder, parteros de la Sexta República, a sentarse a hablar, a apartar diferencias y odios y mezquindades, y a forjar los acuerdos básicos que han de ejecutar la suerte del de Sabaneta, todo dentro del marco institucional. Es decir, un pacto político, democrático, que puede soportar las luces y pinchazos inconstitucionales de este régimen que se muere de mengua, de falta de obra, de doble discurso, de corrupto y de merma soberana.
Para todo esto, Miquilena se ha hecho esperar, sabiéndose clave para suavizar los difíciles momentos claves. Operador político por excelencia, ha soportado las embestidas y presiones del presidente. Un rumor habla de que el presidente lo habría frenado en su salida presentándole una grabación de una conversación indiscreta. Sin embargo, Miquilena sabe que no puede quedarse, por mucho que le amenace o le prometa Chávez, pues sabe que no es de fiar. A todas éstas, la velocidad de caída de la credibilidad del presidente obliga a acelerar el desenlace. Dice Ibéyise Pacheco: “Los miquilenistas le hacen llegar a Chávez, a su manera, que todavía tienen fuerza y poder de convocatoria. Por eso trascendió una reunión del miércoles en la noche a la que asistieron Luis Miquilena, Ernesto Alvarenga, algunos miembros del TSJ, el fiscal Isaías Rodríguez y el contralor Clodosbaldo Russián. De una reunión similar, Chávez se enteró y le enfureció que Miquilena se propuso como el jefe de la transición.”
La divina pastora ilumina
Chávez ha hecho de todo para torcer el destino. La combinación de marchas en la calle, cacerolas y paro nacional le había abierto los ojos a que la situación era grave, pero no se había percatado de cuánto. Por eso, creía poder salir airoso con las tácticas que una y otra vez le habían demostrado ser infalibles: Acusar por un lado, prometer por otro, y enredar y amedrentar a diestra y siniestra. En esto se le fue el tiempo desde el diez de diciembre hasta el catorce de enero, cuando se dio cuenta no solamente de que no le estaba funcionando, sino también de que había logrado el efecto contrario de endurecer a la oposición, ahuyentar a los que estaban en la periferia, y enajenar a la comunidad internacional.
Además del cacerolazo escuchado en Catia, ya el presidente había sabido de los cacerolazos dados a Miquilena en su vuelo a Estados Unidos en diciembre, a Aristóbulo en un restaurante de Caracas y a José Vicente Júnior en otro. También sabía de las cacerolas que se oían en las viviendas en Fuerte Tiuna, que él había logrado medio controlar con amenazas y disciplina. Pero, la gota que rebasó el vaso fue el recibimiento hostil la semana pasada en Barquisimeto, a donde había ido para darse un baño de pueblo y desempolvar su imagen religiosa en las multitudinarias festividades de la Divina Pastora. Pitos, gritos y cacerolas obligaron a un Chávez incrédulo a dar pie en polvorosa y adelantar su regreso a Caracas. Y así, de repente, le cayó la locha, no solamente de que ya no tenía al país en el bolsillo, sino de que las advertencias, amenazas y rumores tenían fundamento. El presidente bien sabe que no hay nada más peligroso que río cuando piedras trae, y ya había visto las piedras.
Cambio de tácticas
Así, decidió bajar la voz. No atacar, contemporizar. Parecer gente, pues. Y se presentó el miércoles en la Asamblea Nacional vestido de cordero para pintarnos un cuadro surrealista de la próspera Venezuela de Giordani, anunciando su disposición a que la AN modifique las leyes que estime conveniente… y anunciar los nuevos impuestos que necesita para tapar la corrupción y para no tener que devolver el nuevo avión presidencial de lujo que está por estrenar. Paralelamente, había ordenado bajar el tono público a Bernal, a su gente en la AN, y a sus ministros, todos ahora muy solícitos explicando cómo no han roto un plato.
Pero, igualmente había ordenado destruir la marcha opositora del 23 de enero, que todos sus reportes decían que sería monstruosa. Para ello, chávez pensó que la mejor manera de torpedearlo sería desprestigiando a Carlos Ortega y a Pedro Carmona, suponiendo equivocadamente que ellos, los factores principales del paro de diciembre, lo serían también de esta marcha. Así, mientras en el gobierno todos se preparaban para recibir a los musiús que venían a investigar el lío de El Nacional, y para desmentir con voz melosa cualquier amenaza criolla a la libertad de expresión y a los derechos humanos, sus talibanes pusieron una de pato macho: Orondos, el Al-Cagueida criollo de Ameliach, Maduro, Pedro Carreño (Perro Cobero) y Cilia Flores soltaron “la bomba” de la conspiración adeca para tumbar al gobierno, basando su denuncia en una conversación telefónica insulsa grabada de manera ilegal e inconstitucional.
No sabían, los pobres, que los líos de Nixon comenzaron cuando trató de grabar las conversaciones de los Demócratas en sus oficinas del edificio Watergate. No sabían que para los países civilizados ya es un derecho adquirido de la oposición el que no les estén pinchando las conversaciones. No sabían los talibanes que lo que hicieron era, a los ojos del mundo, peor que las turbas ante El Nacional, y que han expuesto a su jefe nuevamente al escarnio internacional en momentos en que solo la solidaridad internacional podría sostenerlo. Con su supuesta bomba, no han hecho más que endurecer las posiciones y acelerar los acontecimientos. Su bomba, pues, solo matará al presidente.
Ciudadanos al control
Decíamos que hay dos etapas de esta transición. La primera es este desmoronamiento de chávez y la decisión médica de quitarle la respiración artificial. La otra es la que ha de ensamblar los programas de gobierno que tendremos que implementar a partir de la transición. Unas organizaciones, como Control Ciudadano, preparan la necesaria convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente para remendar los entuertos de la bicha y de las instituciones públicas del país. Otra, la Asamblea de Ciudadanos, tiene como misión elaborar el trabajo conceptual para rescatar la gobernabilidad del país y “reconstruir lo que quede tras la aventura del presidente Chávez”, al decir de Emeterio Gómez, uno de sus factores principales. Gómez piensa que chávez sí tiene un plan de construcción de país con justicia social, pero que es incapaz (por incapaz) de ponerlos en práctica, por lo cual no pasa de ser un sueño.
Maxim Ross, Leonardo Carvajal, Aníbal Romero, Elías Pino Iturrieta, Vilma Petrash, Manuel Caballero y Mikel de Viana estuvieron también entre los redactores de un primer documento que sirvió de base para el análisis, y cuyas conclusiones serán presentadas el 23 de enero, centrados en dos temas: “Los elementos para un pacto de gobernabilidad a corto plazo, e ideas para desarrollar un proyecto alternativo de país en Venezuela, para construir la nación que queremos después del desastre que va a quedar tras esta aventura”. Este grupo ha invitado a la sociedad civil a participar en sus discusiones, que abordan cómo consolidar una República Civil, profundizar la democracia, reconstruir el sistema judicial, lograr crecimiento económico tendiendo a la igualdad social, llevar a cabo un esfuerzo masivo para elevar el desarrollo humano, un ataque frontal a la pobreza, y la reestructuración de nuestras políticas exterior y petrolera. Nos place el trabajo de este grupo, y les deseamos éxito en su cometido.
OJOS QUE VEN: No dejes de ver nuestro programa Ojos Que Ven este lunes a las nueve de la noche por NC Televisión de Carabobo, programa que se repetirá el martes a la una de la tarde. Ahí abordaremos estos temas en profundidad.
LEY DE BARRIOS: Primero Justicia develó ayer, sábado, su proyecto de Ley de Barrios, para regularizar el ordenamiento y propiedad de la tierra en estas zonas populares del país. De nuevo, la oposición supuestamente oligarca hace el trabajo social que debería haber hecho el gobierno supuestamente revolucionario.
MATERNIDAD DEL SUR: Los graves problemas en el Hospital Central han traído un beneficio: Una concentración de esfuerzo del gobierno regional en la Maternidad del Sur, ubicada al lado de la Plaza Monumental en pleno sur de Valencia. Varias fuentes me confirman que la atención es excelente y no están cobrando los servicios, que se prestan para unos 35 partos diarios. Felicitaciones al Pollo por este logro, y ojalá el rescate del Hospital Central sea rápido, incluyendo el señalamiento de responsabilidades.
23 DE ENERO: Muchas organizaciones políticas, gremiales y sociales están invitando a participar en La Gran Marcha de la Oposición en Caracas este miércoles, 23 de enero. Aseguran que la marcha es de TODOS, no de los partidos ni de nadie, sino de NOSOTROS, y que de nosotros depende su éxito. Piden que te diga que te sacudas y vayas. No habrá problemas de seguridad.