«El Clan»: Una familia arraigada en el delito
A partir de este viernes 6 de noviembre se estrena en nuestro país “El Clan”, film argentino que narra una historia de la vida real basada en el caso policial del Clan Puccio, que conmocionó a la sociedad argentina a comienzos de los 80. Detrás de la fachada de los Puccio, una típica familia del tradicional y elitista barrio de San Isidro, se oculta un siniestro clan dedicado al secuestro y asesinato de personas.
Los Puccio, son una familia de la clase media alta. Con el fin de la Guerra de Malvinas a mediados de 1982, Arquímedes Puccio, el patriarca de la familia, contador público y que trabajaba en el Servicio de Inteligencia de Estado, pasa a ser mano de obra desocupada, por lo que decide emprender un negocio criminal de secuestros extorsivos a empresarios. Alejandro Puccio (Peter Lanzani), el hijo mayor, estrella de un club de rugby y jugador de la selección de Argentina, se somete a la voluntad de su padre para identificar posibles candidatos y se sirve de su popularidad para no levantar sospechas. Una de las características del clan criminal es que los secuestrados son llevados y mantenidos prisioneros en la mismísima casa de los Puccio, y luego de cobrado el rescate, son ejecutados.
Arquímedes lidera y planifica los operativos. Alejandro sigue sus órdenes, por ratos con sentimientos de culpa y en otros momentos con satisfacción por los beneficios económicos que obtiene. El resto de los integrantes de la familia son cómplices en mayor o menor medida de esta acción macabra.
La primera víctima es Ricardo Manoukian, amigo de Alejandro, lo que le genera cierto grado de culpa cuando es asesinado. Con los beneficios económicos obtenidos del rescate, los Puccio mejoran su situación económica e inauguran un exitoso local de artículos de windsurf, donde Alejandro conoce a Mónica, quien se convertirá en su novia.
En diciembre de 1983, con el retorno de la democracia, Arquímedes visita en la cárcel al militar Aníbal Gordon, con quien había participado en el año 1973 en el secuestro de un empresario de Bonafide, y le consulta sobre cómo continuar con el accionar del Clan ante el nuevo panorama político. Gordon le encomienda buscar nuevos clientes relacionados con el Proceso de Reorganización Nacional, aprovechando el desprestigio de los militares, y que aún cuenta con protección ya que las fuerzas armadas aún tienen poder.
Alejandro acompaña a su hermano menor, Guillermo, al aeropuerto ya que parte al exterior en un viaje deportivo. Antes de irse, Guillermo le confiesa que no va a volver ya que sabe a qué se dedica su padre, tiene miedo y le recomienda huir cuanto antes. Alejandro decide no acompañar a su padre en el secuestro de otro empresario, Emilio Naum, lo que provoca que el plan fracase y Naum sea asesinado tras advertir la maniobra de Arquímedes y resistirse al secuestro.
Para reconciliarse con su padre, Alejandro viaja al exterior a convencer a su otro hermano, Daniel «Maguila» Puccio, de volver a la Argentina e integrarse al Clan. La alegría por el regreso de Maguila no es completa, ya que hace más de un año que nadie sabe del paradero de Guillermo.
Ya en 1985, el Clan secuestra a la empresaria Nélida Bollini de Prado y la mantienen prisionera en el sótano de la casa por más de un mes. Las cosas no van según lo planeado: las negociaciones por el rescate fracasan; Adriana, la hija menor de la familia, advierte los gritos que provienen del sótano; y Arquímedes recibe una llamada de sus superiores militares advirtiéndole que ya no goza de protección, por lo que se mantiene alerta y vigilante, barriendo la vereda de la casa durante altas horas de la noche.
En agosto de 1985, cuando Arquímedes y Maguila van a cobrar el rescate en una estación de servicio, ocurre el desenlace de esta historia que marcará la vida de esta familia y de la sociedad argentina.
La película dirigida por Pablo Trapero fue elegida por la Academia local como precandidata al Oscar de Hollywood 2016 al Mejor Film Extranjero y al premio Goya de España. También hegemonizó las nominaciones a los premios Sur. Su realizador recibió el León de Plata en la más reciente edición del Festival de Venecia.
La invitación es para sorprenderse con este film desde el próximo viernes 6 de noviembre y ser testigo de la pérdida de valores de una familia, que hasta reza unida pero que por conservar su estatus socio económico, entra en negocios ilícitos que atentan contra la vida de otros y reflejan la decadencia de una sociedad.