Las opiniones del Sr.Vivanco
Las declaraciones dadas por el Sr. José Miguel Vivanco
en nombre de «Human Righs Watch» sobre la situación
venezolana, pueden valorarse en términos generales
como desapasionadas e imparciales. No obstante, quizás
por esa búsqueda afanosa de este tipo de
organizaciones en no distorsionar el diagnóstico veraz
y también fundamentado en la buena fe para no
convertirse en un actor más de la diatriba, Vivanco
argumentó a favor y en contra del gobierno y de la
oposición en franca actitud de un Salomón de la
modernidad.
Esta conducta de procurar ser un punto de balance en
aras de la distensión, en ocasiones puede forzar
afirmaciones y conclusiones equivocadas. Insisto,
siendo los temas tratados por el visitante muchos y
variados, en la gran mayoría de ellos hay una dosis
enorme de sensatez. En otros, si no es que se muestra
audaz, lo menos que pudimos percibir es el contenido
altamente polémico de su percepción. Por razones de
espacio no podemos tratarlos todos. Es resaltante
destacar cuando dice «No es posible que, por
ejemplo,(…) que todavía haya sectores que no estén
de acuerdo en decir que viven en una democracia y que,
como tal, deben luchar para preservarla». Desconoce al
parecer el Sr. Vivanco, que justamente esa
polarización que él admite verla con preocupación ha
resultado en la mayor medida a que esa sociedad que se
moviliza en la calle lo hace porque observa que un
régimen con alto contenido ideológico intolerante y no
democrático amenaza con barrerla y ha sentido el deber
de «luchar para preservarla».
Su categórica sentencia de que «..Sí existe libertad
de expresión en Venezuela: Aquí todos se expresan en
los términos que desean, cuando lo desean». Muestra
una falta de información inexcusable, ya no tan sólo
de las decisiones que han surgido en el seno de la OEA
y de la CIDH sobre asuntos bien puntuales sobre el
acoso a dueños de medios y periodistas por parte del
gobierno, sino como el régimen ejerce la represión
disfrazada de movilización popular contra los
periodistas, pero también sobre personeros y grupos
opositores.
No deja de ser sorprendente su aval al Defensor del
Pueblo, viéndole virtudes al trabajo de este mediocre
y dócil funcionario al régimen que fue puesto allí con
el propósito de sustituir a la anterior defensora por
dar ésta señales de dignidad e independencia.
«La base por bolas» que le otorga a los «Círculos
Bolivarianos» armados y grupos paramilitares prevalido
de no haber podido verificar las denuncias de su
existencia siendo este el punto donde recae más la
tensión de los venezolanos y el interés por buscarle
una solución rápida, no nos da otra oportunidad que
juzgarla infeliz. Si es que no le dio suficiente
tiempo, entonces lo perdió en averiguar asuntos de
importancia pero de menor cuantía dilatando
peligrosamente una tan buena oportunidad de que a
través de su organización el mundo se entere de la
amenaza cierta, real y verificable de que en Venezuela
el gobierno ha venido armando grupos con el objeto de
una supuesta defensa a la revolución, y por el lado
opositor del mismo modo la existencia de sectores con
una paranoia armamentista no exenta de hambre por
entrar en acción. La omisión del Sr.Vivanco es
lamentable, pero sería insensato culparle de lo que
pueda pasar.
No es hora de rendirnos, y aunque se estrecha el
tiempo, aún persiste, si trabajamos con convicción en
ello, un margen para que la locura empozada no se le
ocurra desatar sus abominables fantasmas.
(%=Link(«mailto:[email protected]»,»E-mail:[email protected]»)%)