Hacia las Primarias y un clima electoral
Los Adivinos de lo siniestro y el esfuerzo electoral
Considero una posición errática gigantesca, que
respeto y asumo con tolerancia, pero que combato y
fustigo dentro de los límites de esos mismos
principios, la prédica que se ha convertido en
sistemática, de no pocos personajes, grupos y
organizaciones partidistas o no, de que Chávez
finalmente no se va a contar, que aquí nunca va haber
elecciones» y que si las hay será cuando éste se
sienta seguro de cuadrar y consumar un fraude que lo
favorezca.
Las dos características que se destacan por
irresponsables, de muchos de quienes sostienen estos
designios en su cualidad de catastróficos
pronosticadores son: Primero; jamás aportan una sola
idea viable y con realismo político que sirva de
reemplazo de una solución distinta a el camino
constitucional y específicamente electoral. Es común
en ellos conformarse con argüir peroratas ,que se han
convertido en un pesado lugar común enroscándose de
tanto repetirse sobre si mismas, sobre la condición
canallesca ,inmoral e inescrupulosa de Chávez. Con
ello creen estar revelándonos el descubrimiento de la
piedra de «Roseta», como si la inmensa mayoría de los
venezolanos ignorara la bastardía del Teniente
Coronel.
Y, Segundo; casi todos estos «adivinadores de lo
siniestro», derivado de sus» profundos esfuerzos
analíticos» , además de ser incitadores del
inmovilismo, llegan por lo general a la lúcida
conclusión del necesario uso de la fuerza.
¡Pero claro!, no de la que eventualmente ellos
financien,organicen y dirijan, arriesgando en la
propuesta sus pellejos; se trata del viejo expediente
del salvacionismo militar al que se siguen aferrando
por su intervención como cruzados. Pero no si antes
insistir en apostar, los políticos, periodistas,
analistas etc.. que usan como bandera esta tesis, al
chalequeo constante de los que con firmeza si usan sus
energías por la salida realista y menos traumática,
trabajando con las herramientas de una política de
masas donde sea dominante el convencimiento y la
participación, aprovechando las notorias señales-que
otros con ceguera se niegan a evaluar- de que el
régimen «bolivariano» difícilmente podrá zafarse de
una consulta electoral en el corto plazo, y aunque el
fraude gubernamental para que estas se den o sean
alterados sus resultados es posible, no
obligatoriamente será demasiado probable.
Desde luego, que para llegar al escenario electoral
este mismo año, el mandado no está hecho. «Los
profetas» guiados de sus malos designios que lo
niegan, mucho debían reflexionar sobre el inmenso
favor que sin proponérselo le esta haciendo al
chavismo en sus intenciones de sabotear esa salida .
No obstante, la ciudadanía rebelde debe impulsarla con
inusitado dinamismo- ya probado en infinitas jornadas
de combate democrático- y enfilar sus baterías para
que se produzca. El contexto es mucho más cuesta
arriba para el gobierno de impedir los comicios, que
para que los haya. Los que tienen que inventar para
frustrarlo y asfixiarlo son ellos, teniéndolo que
hacer en un marco nacional y exterior que le es hoy
más que nunca intensamente hostil(con la guerra en
Irak mucho más), siendo obvia las dificultades para
que puedan alcanzar con éxito su pernicioso objetivo.
Dependerá más de lo que haga la dirección opositora en
cuanto a la capacidad de movilizar a la gente, de
insuflarle unidad, convencimiento y pasión, que las
triquiñuelas criminales que implemente el sabotaje
gubernamental-que van a intentar sin duda- para
confiscar que se llegue finalmente hacia las
elecciones.
Lo electoral y sus críticos
Nosotros del mismo modo rechazamos, ciertas posturas
caracterizadas por una arrogante banalidad, propio de
los profetas que describimos en el punto anterior, que
vienen sosteniendo que en Venezuela el problema no es
electoral.
Nadie medianamente apercibido de nuestra tragedia
podría argumentar que tenemos un problema de ese tipo
aquí; lo electoral ,y eso se cae de maduro, es sólo un
instrumento, un medio no un fin, por el que
necesariamente deberá transitar la solución de nuestra
crisis.
No sé en que lugar del universo se encuentran quienes
con sofismas y sin respuestas sustitutivas vienen
criticando lo electoral, que ha sido la materia
principal y medular que demanda la sociedad venezolana
y que ha ocupado la atención y energía de la Comunidad
de Naciones,la OEA y el grupo de amigos por
impulsarla.
La indolencia de estos críticos por supuesto,
responde a lo que ya dijimos antes, toda su esperanza
se encuentra depositada en que alguien- en algún
momento- vendrá a salvarlos.
Resulta de la misma manera contradictorio y ambiguo,
no ya por lo cultores del salvacionismo, que bastante
daño hacen, sino los comprometidos con la
«coodinadora» y con los temas y puntos que se discuten
en la Mesa de Negociación y Acuerdos, y esencialmente
el asunto electoral que siempre se le ha calificado
como el más relevante, sean estos tan reacios y se les
haya convertido en un «tabú», el que la oposición
saque de su propio seno un candidato presidencial.
Si lo electoral es la propuesta al país para ir
enfrentando nuestra crisis,es incomprensible que el
tema a estas alturas de la lucha librada por la
oposición democrática y con el revocatorio a partir
del 19 de agosto , sea soslayado y descalificado como
prematuro, polémico, divisionista
apresurado,intrascendente y otro catálogo de adjetivos
que justamente lo que esta haciendo es encubrir
artificialmente una realidad que cuece como una olla
hirviendo dentro de la coodinadora, motivada por los
movimientos de los distintos aspirantes a la
candidatura, que de no confrontarse de inmediato con
unas primarias, amenaza esta vez sí con estallar y
romper definitivamente la unidad; ésta ultima por las
que se ufanan algunos hipócritamente, ya sea porque su
candidato no lo encuentran aún bien posicionado o tal
vez en el caso de otros, dirigidos por un utopismo
ingenuo, tan prejudicial en su efectos como las
«razones» de los primeros.
El candidato único y la creación de un clima electoral
El seguirle dándole ventajas al oficialismo
sustentadas en que poseen un líder y dirección única,
es suicida y no deja de poner en peligro una victoria
del movimiento democrático.
Es este el momento y no para luego elegir un candidato
único de la oposición.
Ello detendría las posiciones divergentes en el seno
de la coordinadora que amenaza en fraccionarla en
pedazos como antes indicamos, desatada por los
aspirantes a candidatos que se desplazan pujando
acomodarse, haciendo uso indebido de chantajes por
abandonarla y tramposerías bastardas para servirse de
ella, debilitando la energía de la coordinadora,
rompiendo toda disciplina táctica y erosionando con
enorme peligro el objetivo estratégico supremo de
sacar democráticamente a Chávez de Miraflores.
Definida la candidatura única, estos movimientos
divergentes se minimizarían, con alta probabilidad de
que desaparezcan por completo entre el lapso de su
designación y el acto electoral.
Además, la ascendencia sobre la oposición de un
candidato elegido democráticamente liquidaría la
multiplicidad de acciones que tan caras ha sido al
sector opositor; dándole concentración, dirección y
propósitos firmes a las actividades que se resuelvan
emprender y que deberán sellarse con un compromiso
reglamentario obligante a todos los candidatos
vencidos y demás miembros de la dirección
coordinadora.
Junto a la elección de un candidato, es igualmente
indispensable dejar el juego de quincallería,sobre las
fórmulas constitucionales.
Llegó también la hora de decidir el instrumento que ha
de adoptarse.
El revocatorio parece indicar a estas alturas, ser la
mejor opción y la que ha ido poco poco ganando el
terreno del consenso; siendo relevante el que es la
fórmula que ha propuesto desde el principio el
gobierno y el de tener una fecha cierta de inicio(19
de agosto).
Es necesario sin embargo, un pronunciamiento urgente
que señale con certeza la inhabilitación de Chávez
para postularse a un nuevo mandato. Pero todo hace
presagiar que la Sala Constitucional, o haga una
demora maliciosa de esa sentencia ,o lo no poco
probable que sea en sentido positivo a los deseos del
chavismo.
Esto último le da aún mas argumentos a los que creemos
de que es imperativo darle ya un candidato y un rostro
a la oposición sin depender de sorpresas y riesgos
innecesarios.
Nos declaramos partidarios, como se desprende de lo
que hemos dicho, de crear un clima electoral. Así
pensamos, sin complejos,contrario a las opiniones de
muchos. ¿No es acaso lo electoral lo que ha ocupado
nuestras luchas y a lo que hace alusión la resolución
833 de la OEA?
Por supuesto, que ese ambiente electoral no debe
incitarse en las entrañas de la coordinadora-pues de
lo que se trata a la vez es sepultar la diatriba
allí-, sino hacia afuera, desde la calle y agitada por
la gente.
Las ventajas de ello se expresaría en varias
direcciones por una parte, unas elecciones primarias
tendría movilizada a la ciudadanía y mirando hacia
objetivos concretos y al culminar este proceso, se
acabarían las excusas para no converger en la unidad;
y por la otra, presionaría al régimen, con alta
dificultad para zafarse, hacia lo electoral.
Igualmente este ambiente impactará en la comunidad de
Naciones,la OEA y el grupo de amigos que también
estarán obligados a cumplir su parte.
La difusión del SÍ para el «Referéndum Revocatoria»
simultáneamente a las intervenciones y propaganda de
los aspirantes a ganar las primarias para elegir un
candidato único de oposición, deberían ser tareas de
promoción inmediata que devolvería a la gente a las
calles con entusiasmo, preparando el largo camino de
la recuperación y reconstrucción de Venezuela.
Reflexión final
No queremos finalizar sin antes expresar, que sería
absurdo negar que los temas que aquí abordamos, son
polémicos. Pero discutir sobre ellos, plantearlos, resolverlos y
ejecutarlos, no esperan demasiado por nosotros, debe
ser ahora, con seguridad que para mañana ya será
demasiado tarde.