Ana Teresa Torres reúne doce visiones sobre la historia caraqueña
Con Fervor de Caracas, fascinante compilación sobre esta ciudad que nos posee, emergen juntos de la mano de Ana Teresa Torres, las centurias, temas y autores imprescindibles venezolanos, en una obra de colección producida por Fundavag Ediciones, extensión cultural de la Fundación Rosa y Giuseppe Vagnoni. Y Leonardo Padrón, devoto amante de esta ciudad intransferible, recreará con sus palabras el sábado 24 de octubre en la Librería Kalathos, la bienvenida a este nuevo entrelazado de Caracas.
Fervor de Caracas, el libro número 21 de Fundavag que fue diseñado por Waleska Belisario y su ABV taller de diseño, tiene casi 600 páginas, doce capítulos y sorprendente fotografía. Ya se encuentra en las principales librerías de la ciudad y también en el interior del país.
Muchos de los textos ya los conocía Ana Teresa Torres, “porque los había leído, pero durante estos casi dos años que entré en la idea de hacer la antología, a mí me apasionaron. Descubrí que Caracas tiene esta muestra, -ni siquiera es todo lo que se ha escrito ni muchísimo menos- pero es como una historia de la literatura venezolana vinculada a la ciudad”.
Uno de los primeros comentarios sobre Fervor de Caracas se lo dedicó el poeta y profesor Rafael Castillo Zapata a Federico Prieto Coordinador Editorial de Fundavag Ediciones, cuando señaló que sintió una gran “emoción al saborear la maravilla que es este libro… un hito editorial, un espléndido tributo a nuestra memoria colectiva urbana; y aparece en un momento muy apropiado, justo cuando nuestro gentilicio venezolano se encuentra tan vapuleado y estremecido… un gran logro”.
Distintos que unen
La escritora leyó y releyó para seleccionar y “buscar textos que fueran de alguna manera complementarios, que mostraran temas diferentes, que se metieran por caminos distintos. Fue un trabajo detallado que me gustó mucho hacer, distintas lecturas de la ciudad y por eso las dividí en doce capítulos. Por ejemplo hay escritores que se dedican más a lo que sería el paisaje de la ciudad, El Ávila sobre todo, por supuesto. Otros piensan más en lo que la ciudad ha sufrido, desde el punto de vista de las destrucciones, demoliciones; algunos tienen más bien una cuestión imaginativa de, no cómo es Caracas, sino como pudiera ser. Otros se refieren a las calles, las autopistas. Y los hay enfocados en lo que son los barrios, las urbanizaciones. Entonces al final encuentras como un conjunto, una cierta visión, una cierta identidad de la ciudad, tratada desde el punto de vista literario, no sociológico”, resume.
Muy personal
En su introducción Caracas: itinerario sentimental, ella quiso “hacer un prólogo muy personal, no de estudio literario de los autores, sino contribuir igual que ellos, a quienes estaba seleccionando, eso: una crónica a lo largo del tiempo, desde la infancia hasta la Caracas de hoy, que es una ciudad que a veces por muchas cosas nos duele mucho. Por lo mal que está desde el punto de vista de su urbanismo, desde su situación social, de su propia inseguridad. Y también en ese sentido creo que el libro es algo así como que ayuda a ver cómo Caracas no solamente es este momento, en que podemos decir que no está como quisiéramos, sino que ha tenido muchos otros momentos. Y la fotografía creo que ayuda a ver esa parte”.
Leer su introducción es mirar desde la niña, la joven y la adulta, sorber la metamorfosis de la ciudad con su propia vida, mientras revela secretos, rememora magias y desazones, desde la Caracas pueblerina postgomecista hasta hoy, para testificar las paradojas, transformaciones y drásticas destrucciones, inseparables del recuerdo, lo absurdo y la inclemencia de esta entrañable Caracas.
“La portada es muy bonita porque es una autopista y todo lo moderno que tenía Caracas en los años 60, cuando era una ciudad muy pujante, muy moderna en comparación con otras ciudades de América Latina”, comenta la psicóloga, escritora y personaje ya célebre de este país, que no se rinde.