El Catiazo y el programa de mitines de AD Y COPEI

La conducta oficial antes, durante y después del acto
de «acción democrática» en Catia en cuanto a
encubrimiento, justificación de la agresión y la
enferma dinámica de aplicar el manual de un libreto
que se repite desde el 11 de abril de acusar a las
manifestantes pacíficos, es decir a la víctimas como
los culpables,no proporcionaron nada nuevo ni mucho
menos sorpresivo a lo que es, será y habrá de
esperarse del comportamiento de un régimen cuya
esencia y existencia criminal es inequívoca.

Es nuestra opinión, que en Venezuela lo único urgente
que hay que rescatar es la democracia y la paz. La
llamada reconquista en nuevos mítines que anuncian AD
Y COPËI a celebrarse en territorios de sectores que
falsamente el chavismo se atribuye como suyos dándole
incluso tratamiento de «Zonas Liberadas», es
incompatible con la estrategia general en la que deben
unir y concentrar su esfuerzos todos y cada uno de los
factores democráticos en la búsqueda de una salida
electoral y concretamente el desenlace afirmativo del
SÍ en el «Referéndum Revocatorio».

Comprendemos que lo que decimos puede parecer poco
simpático.Y es así en efecto, pues luce atractivo para
muchos opositores el cambiar la química de desafiar a
Chávez, ya no con el marchismo pacífico que al fin y
al cabo no logró su propósito de derrumbar su régimen,
sino que llegó la hora de atreverse a más y
trasladándose al corazón mismo de las parroquias
populares comprobar, entre otras muchas cosas, el fin
del mito de que la oposición contra el chavismo es en
exclusiva de minorías privilegiadas.

Este argumento que ha sido exhibido por los que están
programando este tipo de concentraciones especialmente
AD y COPEI, adolece de una insuperable contradicción.

Su razón de ser descansa en un narcisismo que está
lejos de sumarse al objetivo útil y central de
prepararse para el revocatorio, abriendo una brecha de
tan total inconveniencia que el escenario de
violencia- con el esperado saldo trágico de bajas-,
puede terminar favoreciendo al oficialismo con la
declaratoria de un «Estado de Excepción», suspendiendo
la jornada comicial(RR)- que para más señas ya tiene
fecha-, lo que se acoplaría al imaginario del
Ejecutivo que no la de sus opositores.

El sustituir la audacia por la política en nuestra
circunstancias, considerando además que del 70% del
rechazo al gobierno al menos 50% tiene extracción
popular, no lleva justificación alguna.

Las inconsistencias del reciente pasado al juntarse
distintas estrategias que se repelían entre sí,
«consultivo», «mesa» y el» paro insurreccional», y que
como resultado dejó a Chávez a discreción destruyendo
y castigando al país, debería haber dado suficientes
luces para mantenerse firmes, en dirección de acero y
sin desvíos hacia el revocatorio.

Nos tememos de igual manera-las reacciones de los
vecinos en El Catiazo lo confirman-, que la táctica de
irrumpir en manifestaciones(mítines) dentro de las
barriadas ,causarán en ellos sean estos indecisos y
aun los abiertamente antichavistas, un rechazo casi
automático por quienes vengan artificialmente y por
motivos políticos a complicarles más sus ya naturales
condiciones de ausencia de sosiego y seguridad ,y los
vincularán indeseablemente a las broncas que se
produzcan como consecuencia de su presencia allí.

La lección del éxito de «El Firmazo» en esas áreas
señalan que la efectividad de una política que
intente persuadir y convencer, está ligada a la
organización, voluntariado, constancia y
desprendimiento de los propios cohabitantes.

Un acto esporádico de una tarima de oradores ajenos a
las iniciativas, demandas y el sentir de las
comunidades, y que para más colmo acabe en disturbios,
será percibido como hechos hostiles que perdurarán
como antipatías irreversibles para la oposición.

Pensamos que es una emergencia que la CD, y con ellos
AD y COPEI, revisen y se aboquen a una franca discusión
con los factores que les concierne y la «comisión de
estrategia», si los eventos programados en territorios
donde campean minorías armadas del chavismo, se
corresponden y son contestes con la aspiración máxima
de llegar al revocatorio.

Nosotros por nuestra parte creemos que no es así. Y lo
de buscar epopeyas y héroes que no se le han perdido a
nadie, no solamente es infeliz e irresponsable, con su
dosis criminal también, sino con probabilidad se le
está abriendo una autopista a la dictadura por la que
finalmente pudiera salir librada de una forma que
pocos parecen querer imaginar.