La visita de Raúl Alfonsín
Significativa y oportuna, sin duda alguna, la visita que efectúa a nuestro país el ex presidente argentino Raúl Alfonsín. Responde a una iniciativa del hoy primer magistrado de Argentina, Eduardo Duhalde, quien desea contar con información suficiente e imparcial sobre la crisis política venezolana a fin de colaborar con el propósito de interponer una gestión de buenos oficios en favor de alcanzar para aquélla una salida constitucional, pacífica y electoral, tal como ha sido hasta ahora el empeño, loable por lo demás, de todos quienes han venido prestando su colaboración en ese sentido (léase secretario general de la OEA, Centro Carter, PNUD, Grupo de Amigos, entre otros).
Puede calificarse de acertada la misión encomendada al ex presidente argentino. Sus méritos son incuestionables, así como su autoridad moral, puesta a prueba precisamente cuando adelantó la culminación de su mandato presidencial, en circunstancias que no es del caso analizar en esta ocasión, presentando su renuncia al cargo que desempeñaba en forma legítima por haber sido elegido en comicios inobjetables por una determinante mayoría del electorado argentino.
Pese a la discreción y prudencia con las cuales se ha desempeñado en el cumplimiento de su gestión a fin de evitar torcidas interpretaciones en el rol de buen oficiante que le ha sido encomendado por el presidente de su país, no deja de llamar la atención que, al conceder una entrevista al diario El Nacional, el ex presidente Alfonsín no se haya mostrado remiso a referirse al tema que, hoy por hoy, es el dominante en las conversaciones entre oficialismo y oposición, cual es el referendo revocatorio, habiendo sentenciado al respecto: “Hay factores muy claros, incluso de tipo constitucional, que hablan del referéndum. Yo creo que cualquier Presidente del mundo no tiene por qué propiciarlo, pero creo que es un derecho constitucional de la oposición. Y si se llega a esa situación lo que tiene que establecerse son reglas de juego muy claras, de manera que haya absoluta limpieza en ese referéndum”.
Como es fácil apreciar, el ex presidente Alfonsín advierte, entre líneas, que el referendo revocatorio, sin decirlo de modo expreso, contemplado como está en la Constitución de la República Bolivariana, no deja de suscitar dudas y vacilaciones, en gran medida para el sector oficial, las cuales de persistir y no ser debidamente aclaradas, pueden conducir al fracaso de esa iniciativa y dar al traste con todo lo escaso que se ha avanzado en el proceso de negociación y acuerdos entre oficialismo y oposición. Con el añadido que ahora el jefe del Estado, otrora promotor indiscutido del revocatorio, ya ni lo menciona en sus frecuentes intervenciones públicas.
Bienvenido, pues, el ex presidente Raúl Alfonsín. Su capacidad como demócrata a toda prueba, la transparencia en su invariable conducta política y el comportamiento tolerante, nada arrogante ni sectario, con el que se manejó en su cometido presidencial, capacitan al distinguido argentino, entre otros aspectos, para que su tarea en favor de la ayuda institucional que se requiere para solventar la crisis venezolana, alcance el éxito merecido.