El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que el ajuste fiscal de los países exportadores de materias primas es «inevitable», aunque precisó que aquellos que han acumulado «colchones» podrán hacerlo de «manera más gradual».
Con estas acciones de «prudencia» macroeconómica, en las que han tratado de evitar caer en un gasto pro-cíclico, estos países han «fortalecido su credibilidad», indicó Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, en la rueda de prensa de presentación del informe de «Vigilancia Fiscal»
Entre ellos, la institución, que celebra su Asamblea Anual junto con el Banco Mundial en Lima esta semana, apuntó los casos de Chile, Noruega, Botswana, Perú y los Estados del Golfo, quienes han creado fondos de reserva durante estos años de alza de los precios de las materias primas.
La abrupta caída de los precios, con el petróleo registrando una bajada de 50 % en los últimos doce meses, ha provocado un brusco frenazo en las economías emergentes, especialmente las más dependientes del sector exportador.
A este elemento se suma la desaceleración de China, gran consumidor de metales, y cuyo menor apetito en su transición hacia un modelo más volcado en el consumo doméstico ha ahondado en esta tendencia.
En América Latina, los países más afectados por no haber desarrollado unos colchones lo suficientemente fuertes han sido, entre otros, Ecuador y Venezuela y para ambos el Fondo calcula recesión para finales de año.
«Puesto que los ingresos provenientes de las materias primas son volátiles y agotables, es importante que los países ricos en recursos naturales diversifiquen sus fuentes de ingresos, para garantizar que la base imponible incluya a la economía no relacionada con los recursos», advierte el FMI.
Como clave para capear las turbulencias asociadas a los ciclos de las materias primas, es conveniente «establecer una estrategia a largo plazo que garantice un nivel adecuado de ahorro para hacer frente a un posible agotamiento de los recursos y que ayude a estabilizar la economía (…) en un ambiente de incertidumbre», insiste.
Entre las recomendaciones, el FMI insiste en apostar por normas fiscales, marcos institucionales y políticas tributarias sólidas, aumentar la eficacia en la gestión de la inversión pública y desmontar de manera progresiva los subsidios para combustibles, que en la mayoría de los casos son regresivos.