Defensa de la dignidad militar frente al militarismo
Ante la serie de provocaciones, descalificaciones y agravios proferidos por el régimen contra nuestras Fuerzas Armadas Nacionales, el Frente Patriótico se dirige al país para fijar su posición en los términos siguientes:
Según la Constitución, la FAN es una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación, asegurar su integridad territorial, mediante la defensa militar, y en cumplimiento de sus funciones está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.
En consecuencia, el empeño de llamarla “bolivariana”, entendido el término como una adscripción político-partidista, ideológica y sectaria; el convertirla en brazo armado de la revolución socialista y la imposición de la consigna castrista “Patria, Socialismo o Muerte” son manifiestamente inconstitucionales e ilegales.
La Contitución establece que los militares en servicio activo no pueden optar a cargos de elección popular ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político; pero es público y notorio que oficiales en servicio activo se desempeñan como si fuesen jefes del partido de gobierno, aspiran a cargos de elección popular, realizan actividades político partidistas en Academias y cuarteles, y utilizan a cadetes en actos de propaganda, militancia y proselitismo políticos, en clara violación de esta norma constitucional.
La Constitución dice que los componentes de la FAN son cuatro: Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional. Por tanto, el empeño en eliminar a la GN coloca al régimen abiertamente en contra de la Constitución.
Asimismo, crear un cuerpo de milicianos, mal llamado “Reserva”, no sólo contradice el verdadero sentido de la condición de reservista, sino que incorpora un quinto componente que no está previsto en la Constitución, dando lugar a la fundada sospecha de que se le quiere oponer a las fuerzas regulares como competidor, rompiendo el monopolio de la violencia legítima que les corresponde por su naturaleza, siendo esto otra gravísima violación de la Constitución.
La promulgación de la Ley de Policía Nacional, en la que se usurpan funciones de la GN, para concentrar en el poder ejecutivo central todo el proceso de diseño del perfil, selección, reclutamiento, formación y capacitación de funcionarios con orientación “revolucionaria”, pudiendo intervenir y suspender a los cuerpos policiales estadales y municipales. Conjuntamente con la Ley de Servicio Nacional de Inteligencia y las facultades otorgadas a la FAN y a la PN controladas por el poder central, para que actúen como auxiliares del Ministerio Público en funciones de investigación penal, revelan el propósito de construir en el país un Estado Policial.
La dependencia de la conscripción y alistamiento militar a la Presidencia de la República, implica la posibilidad de adoctrinamiento e ideologización totalitaria del personal que habrá de integrar todos los cuadros orgánicos de la institución militar.
La facultad que se atribuye al Jefe de Estado para conducir directamente las operaciones militares en caso de conflicto externo; el manejo personal y único en política exterior para impulsar el socialismo, estableciendo relaciones directas con grupos sociales antidemocráticos en diferentes países de la región, contradice en forma flagrante la disposición constitucional según la cual Venezuela tendrá siempre como norte promover la cooperación pacífica de las naciones, impulsar y consolidar la integración latinoamericana de acuerdo con el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos.
El reconocimiento de beligerancia al grupo narco terrorista FARC planteado por el régimen, sus manifestaciones de solidaridad con guerrilleros subversivos, los homenajes rendidos al terrorista Raúl Reyes y las gravísimas evidencias irrefutables que se derivan del contenido de sus computadoras, constituyen violaciones del Código de Justicia Militar, a la vez que profanan la memoria de cientos de militares y civiles venezolanos víctimas de estos terroristas, por lo que rechazamos el intento de torcer los hechos para presentarlos como manipulaciones técnicas, ataques a la soberanía y a la integridad del país.
El objetivo de incorporar a corto plazo millones de milicianos a la Reserva, es otra manifestación de la intención de militarizar la sociedad, sometiendo a sus integrantes en edad productiva a un régimen de disciplina, subordinación y obediencia propio del mundo militar, decretando la muerte de sindicatos, gremios, colegios profesionales y centros de estudiantes, entre otros.