Obama y Castro continuarán trabajando en agenda bilateral
El presidente cubano Raúl Castro reclamó a su homólogo estadounidense Barack Obama el levantamiento del embargo contra La Habana, en una reunión bilateral en la sede de la ONU, indicó el canciller de la isla Bruno Rodríguez.
«El presidente cubano reiteró que para que haya relaciones normales entre Cuba y Estados Unidos debe ser levantado el bloqueo que causa daños y privaciones al pueblo cubano», dijo Rodríguez en una conferencia de prensa en Nueva York al final de esa reunión.
«El ritmo del proceso de normalización de las relaciones bilaterales dependerá del levantamiento del bloqueo, que la realidad del bloqueo sea modificada sustancialmente mediante las muy amplias facultades que tiene el presidente de Estados Unidos», agregó Rodríguez.
Obama también pidió
Barack Obama, quien a su vez pidió más reformas y respeto a los derechos humanos en la isla. La lectura que hicieron los dos Gobiernos al término del encuentro fue muy distinta, reflejo de las grandes diferencias que todavía persisten para lograr la normalización plena.
«No habrá normalización con bloqueo, y no habrá progreso sustancial en el proceso de normalización sin cambios sustanciales en la aplicación del bloqueo», explicó en una conferencia de prensa el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Según Rodríguez, hasta ahora las acciones de Obama en ese ámbito «no tocan ningún hecho significativo de la aplicación del bloqueo contra Cuba» y su alcance y profundidad han sido «limitadísimas».
No hay modificación
«El bloqueo impuesto a Cuba persiste en su totalidad, está en completa aplicación, no ha sido en absoluto modificado», insistió el canciller, quien recordó, además, que para la isla la devolución de los territorios donde se encuentra la base estadounidense de Guantánamo es un «elemento de alta prioridad».
Por su parte, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que explicó que Obama dijo a Castro que las «reformas continuas» en Cuba «aumentarían el impacto» de los cambios adoptados por su Gobierno para relajar el embargo hacia la isla, cuya eliminación completa depende del Congreso estadounidense.
En ese sentido, Obama destacó ante Castro los recientes «cambios normativos» anunciados por su Gobierno y que «permitirán a más estadounidenses viajar y hacer negocios con Cuba», además de «ayudar a mejorar las vidas del pueblo cubano».
La semana pasada entraron en vigor nuevas normas adoptadas por el Gobierno de EEUU que amplían a sus ciudadanos las facilidades para viajar, hacer negocios, enviar remesas y prestar servicios de telecomunicaciones en Cuba, aunque el turismo sigue prohibido.
Además, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó a los periodistas en el avión de regreso a Washington que Obama«reafirmó» ante Castro su «compromiso» con lograr que el Gobierno cubano «haga un mejor trabajo» en la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos.