La paz en Colombia
Todo proceso de paz es complejo y laborioso y, para el mismo, se requiere tenacidad, firmeza, pero por encima de eso que prevalezca un sentido de equidad y justicia.
No se puede pensar en un proceso de paz como una rendición incondicional de una de las partes, ni mucho menos como un mecanismo de retaliación.
El acuerdo logrado en Colombia entre el presidente Santos y el líder máximo de las FARC, Timoshenko, es un gran paso hacia adelante para superar un conflicto bélico que ya lleva más de 50 años y que ha producido una enorme cantidad de víctimas y daños a la economía colombiana.
Evidentemente, hay aspectos novedosos que serán difíciles de entender pero que son esenciales para superar la guerra como método ineficaz para resolver el conflicto, nos referimos a la justicia transaccional que permite enmuchos casos eliminar la prisión.
Es cierto que muchas de las víctimas de este interminable conflicto solo se sentirían resarcidas por la aplicación de la Ley del Talión, pero ese camino jamás conduciría a una desmovilización y entrega de las armas, por lo que el conflicto seguiría abierto y el número de víctimas aumentando.
La paz en Colombia no sólo beneficiará a la sociedad colombiana, será tambin una bocanada de aire fresco para una región convulsa que debe encontrar el camino de su desarrollo y crecimiento dentro del marco de la institucionalidad democrática.
Siempre es mejor apostar a la paz que a la guerra, esta última solo trae consigo más muertes de personas inocentes y nunca resuelve los verdaderos problemas de las sociedades.
Que la paz es benéfica para la estabilidad política de los pueblos, es una gran verdad. Y para Colombia, es una gran necesidad en estos momentos en que las desigualdades son cada vez mas profundas y los problemas económicos se irán visibilizando al igual que en el resto del continente. Y es que las FARC ha obrado el milagro de pasar de sucesivas derrotas militares a asentar las bases para constituirse en una opción de poder en un futuro no muy lejano. El aporte de el ex Caudillo venezolano ; la jugada maestra de los hermanos Castro Ruz al darle forma a los acuerdos con sus ´´sugerencias´´ para concretar los acuerdos ; y, un presidente Santos, respaldado por los Estados Unidos y que con el presidente Obama, se quiere llegar lo mas lejos posible con su Tratado de Libre Comercio ( extensible a Cuba llegado el momento), le abre a la ´´izquierda revolucionaria´´ una gama de posibilidades enormes de cambios radicales tanto a Colombia como a Venezuela.
También no es menos cierto que las FARC se va a reservar la no entrega de todas las armas y podrá – sin que se le pueda imputar algún incumplimiento de los acuerdos -, una ´´retaguardia´´ bien entrenada que en su ya larga sociedad con el narcotráfico, le va a permitir mantenerse en la lucha armada aunque con un perfil algo diferente. Pero, el gran negocio de la cocaína como producto de exportación ´´made in Colombia´´, se va a mantener y continuará siendo un fuente segura y confiable de ingresos en divisas no declaradas. Y es que legitimar a las FARC y darle vida institucional, es casi que un regalo del cielo para ellos , ya que tendrán una doble vida : la legal y la clandestina, al mismo tiempo. Y el presidente Santos será feliz, pues pasará a la historia como el ´´Gran Pacificador´´. Y el premio mayor : la impunidad. Que es como decir que los ´´muertitos´´, pues muertos quedan. Hay que ver el tamaño de una montaña construida con miles de cadáveres acumulados después de algo mas de medio siglo de combates.
Algunos diferimos de esos enfoques tan optimistas sobre el promisorio futuro de una Colombia en paz. Creemos que la lucha continuará su camino por otros medios. Y es que Venezuela y Cuba son los garantes de que así sea ; al menos mientras los comunistas gobiernen en ambos países. Tampoco se puede soslayar la presencia e injerencia de Rusia en lo político – militar, y de China en lo financiero, frente a unos Estados Unidos en plena decadencia y que está pagando con creces, el haber abandonado lo que en el pasado fue su ´´patio trasero´´. En lo muy personal, estoy persuadido de que la derecha latinoamericana sufre de algo así como el ´´síndrome de la bobera´´. Están tan limitados con su visión de corto plazo en la búsqueda de la ganancia fácil que han quedado castrados e impedidos para ver los problemas en su conjunto, globalmente. Y es que además, puede que con el ex presidente Uribe, Colombia perdió su última oportunidad de lograr la paz a través de la guerra y al mismo tiempo mantener incólume el sistema. Con el presidente Santos, se abre una nueva Caja de Pandora al firmar una paz aparente y el darle juridicidad al cadáver casi sepultado de un terrorismo subversivo, que de nuevo cobra vida y que ahora podrá accionar libremente para accionar dentro y fuera de la ley, libremente. Venezuela, con el ex Caudillo cayó en esa trampa, y ya va para veinte años y todavía no se ha podido librar de tamaña ´´maldición gitana´´. La libertad en Colombia, habrá de pagar un precio muy elevado. TIEMPO AL TIEMPO.