Tarea para un país polarizado
El país se encuentra subsumido en una profunda polarización, fragmentación y precarización de valores fundamentales, en donde predomina la confusión, la incertidumbre y la desesperanza, caracterizada por el cotidiano comentario “esto se jodio, la situación es invivible, está arrecha la vaina” predominando la opción de marcharse como la solución más expedita para miles de venezolanos, sobre todo en jóvenes profesionales que no avizoran un futuro prospero en Venezuela.
Ciertamente, el estado nacional se torna cada vez más desorganizado y fallido, el gobierno no funciona ni responde a los grandes problemas del país, las alcaldías y gobernaciones se han convertido, como nunca antes, en organismos y estructuras clientelares de los partidos políticos, exclusivos para el pago de la nómina burocrática y para el financiamientos de los mismos, el Estado está totalmente deformado y su estructura es en sí mismo se presenta como un moustro burocrático ingobernable.
El Estado, está por encima del ciudadano y en vez de permitir a la gente interactuar con él, impide la posibilidad de que se vea representado. La democracia no funciona porque los gobernantes abusan de sus instituciones convirtiéndolas en parcelas de poder partidista, de castas políticas, económicas y militares, opacando los derechos de los ciudadanos, y generando una anomia colectiva que inmoviliza, frustra e incapacita a la gente sobre el verdadero valor de la democracia.
Los procesos electorales se presentan como opciones de cambio, sin embargo las candidaturas que tienen la real opción de ganar, son políticamente irreconciliables, aunque en su accionar, no guardan diferencias profundas, se presentan desde el marketing político como diferentes, para repartirse las cuotas de poder previamente acordadas, asunto que se fundamenta en una Ley Electoral que beneficia a los grandes partidos, en detrimento de las minorías, por lo tanto el resultado electoral de las próximas elecciones parlamentarias solo generará dos efectos, con la misma ecuación; la primera la profundización de la crisis, al mantenerse la opción oficialista y la segunda la radicalización del conflicto de lograr la mayoría la oposición, y a merced de cualesquiera de estas dos opciones, el futuro del país no será sustancialmente distinto, por lo tanto, se requiere una opción distinta.
Se requiere hacer la tarea de unificar al país, impulsada por un liderazgo colectivo que pueda influir en todos los sectores, sin importar colores e ideologías, liderazgos políticos – sociales, que permitan consolidar un proyecto de unidad nacional, que haga converger sinérgicamente todas las fuerzas constructivas y productivas en pro de alcanzar una visión compartida entre todos y que nos represente a todos, sin embargo para lograr madurar y desarrollar esta alternativa se requiere de raciocinio y conciencia ciudadana.
En tal sentido nos corresponde impulsar un proceso de concienciación, para difundir la necesidad de una nueva tesis nacional, de diseñar una hoja de ruta contentiva de propuestas y alternativas, que viabilicen la solución de las contradicciones nacionales geopolíticas, históricas y económicas que arrastramos y satisfagan las aspiraciones e intereses de nuestra población, conteniendo entre otros el logro de una posición autónoma e igualitaria en la distribución internacional del trabajo, la unidad e integración latinoamericana, en un mundo multipolar y multiregional, la erradicación del militarismo, la construcción del ciudadanismo, por medio del empoderamiento de la ciudadanía, la despolarización social, la reconciliación, la unificación nacional, la concertación y el encuentro entre todos los venezolanos, esa será la tarea.
La tarea será promover la unión, sobre la confrontación, educar a la gente sobre el valor de la democracia, difundiendo los deberes y derechos que empoderan al ciudadano, consagrados en la Constitución y en los Acuerdos y Convenios Internacionales suscritos por el Estado venezolano, propiciar el ciudadanismo para romper con el paradigma de súbdito subyugado ante la clase política que ostenta el poder.
La tarea no será fácil, será necesario mucho diálogo, abrir caminos, construir puentes de unión y entendimiento, asumir el compromiso de sumar todas las voluntades que persiguen la reconciliación nacional, sobre las posiciones antagónicas que dividen a los venezolanos, la tarea será rescatar la esperanza y la confianza en Venezuela, morirá lo que tiene que morir, y nacerá lo que tiene que nacer.
@AlfonsoZulia
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