Opinión Nacional

Fidel Chávez o Hugo Castro: Da lo mismo

(La peluca no cambia al calvo, ni el hábito hace al monje)

Génesis

El octogeriano sátrapa cubano (quien por cierto desde un principio fue apoyado por el fascismo español cuyo máximo Führer era Francisco Franco de Bahamondes, hombre tan asesino como a los que combatió, y apoyado por el gobierno norteamericano que creyó que operándose de Batista, odiado carnicero y ganster, podría lavarse la cara ante una naciente y fuerte social democracia y democracia demo-cristiana en el continente, y por México, con una dictadura priísta con cara de democracia), logró arrodillar a su pueblo mediante dos simples medidas: a) el violento terrorismo de Estado, propio del fascismo y comunismo reinante en la Europa de los 40 y b) el hambre.

Después de más de 47 años en el poder absoluto, el decrépito Castro, lo único que no pudo hacer fue asesinar a sus padres. El asesino, doctorado según dicen, en derecho, nunca entendió los conceptos de la ética, de la moral ni menos de los valores de la democracia. Su “revolución” se bañó incluso en la sangre de sus propios compañeros de lucha (hay una larga lista…); su revolución se bañó en la sangre de los soñadores de Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia y hasta de Argentina y Chile. Nuestras mocedades eran como la de la mayoría de los jóvenes: había que cambiar el mundo a como diera lugar. ¿Por qué? Creo que aún no lo descubrimos, aunque sabemos que el mundo evoluciona, y evoluciona permanentemente. ¿Será acaso esa la revolución permanente de la que hablaba Troski y que le costó la vida?

Otra cosa que aprendimos, pasados los años, venidas las canas, y caídos los dientes, es que no hay mejor cambio que el que se hace en consenso, hermanadamente. Eso si que es revolucionario: poder entenderse con quienes no piensan como nosotros pero que buscan algo mejor y respetan nuestras ideas como nosotros las de ellos. Razón tenía Aristóteles, no hay nada mejor que el justo medio. El bien de unos puede ser el mal de otros y viceversa. Sin embargo, los ilusos “revolucionarios” creen que solamente la sangre del “enemigo” (pues ellos no tienen oponentes), puede crear la alfombra hacia el bien.

Las caras del  fascismo

Si es así, si fuera así, ¿por qué fracasó Mao, Lenin, Stalin, Mussolini, Franco, Hitler, Videla, Galtieri, Pinochet, Stroessner, Somoza, Castro, Ortega, y otros tantos más como Pol Pot de quien se dice que hasta comía carne humana como Idi Amin (¡que par de contemporáneos!)? – ¿Qué los unía, que no fueran los ríos de sangre de sus hambrientos y torturados pueblos? ¿Qué une a Castro y Hugo Chávez, el satrapita (aún) de Venezuela?

“Hugo Castro” podríamos llamar a Chávez y “Fidel Chávez” a Castro. ¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué el mundo libre no ve el peligro que significa el Delfín venezolano quien tiene a su disposición, por ahora, 25 mil millones de dólares para subvertir a Latinoamérica; es decir casi la mitad de la acumulación de los Fondos de Pensiones de Chile.

Están probados los lazos manifiestos de ambos “líderes” con la narco – guerrilla y la subversión; es más, ahora tienen un peligroso aprendiz en el cocalero narcotraficante y diputado Evo Morales de Bolivia quien prefiere que su pueblo se muera de hambre antes de que las empresas chilenas o norteamericanas exploten el gas, por ejemplo, lo cual le daría una renta superior a 700 millones de dólares anuales a tan paupérrimo país.

Venezuela, por otra parte, tiene mayores reservas petroleras que Irak y su población, que es en un 90% católica, es amistosa, trabajadora y aún culta, a pesar de los cinco años que lleva el régimen en el poder. Es un país que por su ubicación estratégica, al norte del continente, tiene las características de ser andino y caribeño; es la puerta a la América del Sur. Tiene, además, las reservas de oxígeno más importantes del planetas, después del  Brasil, las reservas más importantes de agua dulce, que es el líquido vital para nuestra sobrevivencia y el cual escasea para un 30% de la humanidad. Venezuela, también puede ser un gran granero, pues tiene millones de hectáreas inexplotadas.

El capitalismo del Tercer Milenio requiere, indudablemente del Estado de Derecho para el afianzamiento de los mercados. Estado de Derecho, no significa solo la protección de las inversiones financieras/económicas, sino que la creación de abundantes fuentes de trabajo para no caer en la sociedad del no empleo como lo vaticinaba, hace años, Vivianne Forrester.

En Venezuela hay un decir popular muy sabio, es el que “los limpios no tributan ni compran” (limpios se les llama a quienes no perciben renta). El capitalismo depende del trabajo de los seres humanos y de la protección de ellos, por eso, los Derechos Humanos son uno de los pilares o patas fundamentales de este sistema político económico.

La mesa del capitalismo se para, para no cojear, sobre las patas de: 1)Libertad total; 2) Estado de Derecho; 3) Educación; y 4) Competitividad. En Venezuela no existe nada de esto; pero, parece que la comunidad internacional es ciega, sorda y muy muda al respecto.

Por ejemplo, a instancias del presidente brasileño “Lula” Da Silva, personaje que ha dado muestras de creer en la democracia, se creo el “Grupo de Países Amigos de Venezuela, con el fin de ayudar a una salida a la crisis creada por las políticas totalitarias del régimen: leyes expropiatorias, militarización de la administración pública, militarización del parlamento (una gran mayoría de los diputados del gobierno son militares en retiro), férreo control del aparato judicial (80% de los jueces son provisorios y son cambiados de acuerdo a la voluntad del Presidente; el tribunal Supremo de Justicia no fue elegido, fue nombrado por un parlamento totalmente chavista y que aún, después de que muchos parlamentarios abandonaron asqueados la coalición fascistoide-comunista del gobierno, tienen una tramposa mayoría de cuatro diputados y cuando por “X” razón quedan en minoría por ausencia de algunos de ellos recurren al expediente de mover a los vándalos y violentistas que siempre están alrededor del Palacio Legislativo para poner fin a cualquier mayoría simple de la oposición mediante agresiones físicas a diputados y diputadas.

Venezuela está invadida por unos 25 mil cubanos. Yo mismo he conocido a algunos. Les tienen prohibido hablar con periodistas o con vecinos. Van, generalmente, en grupos a los supermercados y quedan extasiados. Claro, los pobres cubanos no se dan cuenta que allí  faltan una serie de alimentos de la dieta del venezolano medio como azúcar, arroz, café , etc., pues los dueños de los supermercados se las arreglan para que sus estanterías se vean llenas, como se hacía durante el gobierno de Allende que las estanterías se llenaban de spaguettis, sal, latas de productos del mar, pero no había leche, arroz, azúcar, aceite, harina, etc. Pareciera que la historia es la misma: estos gobiernos son incapaces de alimentar a sus pueblos y si lo hacen lo hacen mal. ¿Será por eso que sus militares y simpatizantes son tan violentos? El hambre causa esquizofrenia, dicen por allí…

Fascismo a la cubana

Venezuela va en línea recta al fascismo cubano. Los asesinados del régimen ya no son solamente civiles. Ahora hay asesinatos de militares, en especial de militares jóvenes en los cuarteles.

Humberto Eco, experimentado comunicador de ideas, manifiesta que el fascismo es un “guiso” ideológico, con aristas,  vertientes, e ideologías tan distintas como el uso del cristianismo, junto al uso del talibanismo más abyecto.

El movimiento chavista que está sustentado en este guiso ideológico es fascista porque toma, como ideario, algunos principios violentos de El Libertador, en su primera etapa, cuando veía que la única manera de salvar la República era mediante el uso de la violencia jacobina; por otro lado, el “árbol de las tres raíces”, como llama Chávez a su proyecto fascistoide, toma ciertas ideas del “revolucioanrio” Zamora quien en el siglo XIX fue un bandido militarizado que traficaba, mujeres, esclavos y niños y hablaba de libertad. La otra raíz es Samuel Robinson o Simón Rodríguez, uno de los grandes pensadores del siglo XIX americano y precursor, más que innovador, del socialismo utópico libertario americano; este personaje era completa y totalmente antimilitarista.

Más adelante, Chávez sumó a su guiso ideológico aspectos de la revolución cubana, como el odio de clases,  y trata de poner en práctica el decálogo revolucionario del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, mientras entrega los hidrocarburos a las grandes transnacionales, así como la banca. Pero, eso no es todo. El gobierno chavista es el gobierno autocrático más inestable desde el punto de vista ideológico.

El nacionalismo chauvinista de Chávez es inequívoco. En un país que se caracteriza por no tener problemas raciales, (de hecho él es negro y llegó al poder con una amplia mayoría), él ha creado una lucha no sólo de clases sino que ha tratado de indisponer a las minorías blancas y criollas venezolanas con los afro venezolanos y los indo venezolanos.

Ataca inmisericordemente a la Iglesia católica y se burla de su jerarquía; usa el sincretismo como fuerza espiritual para conjurar “el mal de sus enemigos” que son todos los que no comulgan con él.

Como Hitler, Mussolini o Castro, el individuo es un frustrado total. ¿Qué culpa tiene su país de sus años de niñez? ¿Él confesó en más de una ocasión que su madre no lo quería y fue criado por su abuela. Pero, en general, es un hombre solitario que tampoco es querido por sus distintas esposas o compañeras de vida; todas han terminado con él. Parece que no pueden convivir con un individuo tan violento. Vivirá sólo hasta que encuentre su Eva Braun que acepte sus golpes, dijo un psiquiatra en TV hace algún tiempo.

Las muertes para el régimen y el propio Chávez son cosas banales. Todos mueren por accidentes o tiros al aire. En un programa de TV conducido por mi, le dije a un partidario del gobierno que teníamos una gran riqueza en nuestras manos. “¿Cuál?” Me dijo; “pues los venezolanos alados, los que vuelan sin alas ni aparatos mecánicos”, le contesté; “pues aquí”, le dije, “ya es una costumbre que la Guardia Nacional o el Ejército diga que disparan al aire y maten a alguien…”

Otros casos como el de militares muertos los han presentado como suicidio o ahogamiento, cuando los cadáveres presentan mutilaciones, flagelaciones, síntomas de torturas, etc. ¿Será que se han ahogado con su propia sangre?

Pero esto no para aquí. Una muchacha que fue salvajemente golpeada por la Guardia Nacional en una manifestación, noticia que fue difundida mundialmente, ahora ha sido acusada por el régimen de agresión a la Fuerza Armada y será llevada a los tribunales. En otras palabras tenemos una vez más al “ladrón tras el juez”.

Gobierno de cómplices

En muchos países no se han dado cuenta o no quieren hacerlo de la manera en que actúa lo que aquí estrambóticamente se llama “el Poder Moral”, el cual está constituido por los seres más perversos y antiéticos del sistema de derecho de la Nación, con un Fiscal General de la República que ha tirado a la basura, reiteradamente, todas las solicitudes de investigación por peculado, asesinato, malversación, torturas, etc., en contra del presidente Chávez y muchos generales, entre ellos el general García Carneiro, actual ministro de la defensa, el Defensor del Pueblo a quien el pueblo bautizó como “el defensor del puesto”, un señor de apellido Amundarain, quien al parecer fue guerrillero en los sesenta ha manifestado que “en Venezuela no hay presos políticos sino que políticos presos, que no es lo mismo”. En efecto, hay decenas de políticos presos por más de un año, algunos, ha quienes no se les ha podido configurar un delito y por lo tanto son presos políticos; además, no han tenido derecho a una defensa legítima. Del Contralor General de la República, otro miembro del Poder Moral, ni se diga; nunca ha procesado a nadie del gobierno a pesar de que en los últimos cinco años este ha gastado más de 140 mil millones de dólares y no ha podido dar cuenta de más del 10% de ese dinero. El presidente del tribunal Supremo de Justicia es otra perla. Se las ha arreglado para “revolucionar” completamente la doctrina legal mundial. Interpreta a su antojo y necesidades las leyes, la constitución, y además, aplica muchas en forma retroactiva y anula, a su arbitrio, decisiones de las salas del mismo Tribunal Supremo; obviamente, todas sus decisiones son favorables al gobierno.

Chávez es o un hombre muy inteligente en el manejo de la política o es un paranoico total. Lo mismo se decía de Hitler y de Castro y terminaron siendo lo último.

Chávez duerme apenas cuatro horas cada veinticuatro. No duerme nunca en el mismo lugar. El tirano de la “Isla de la Fantasía”, hace lo mismo. Acusa a Estados Unidos incluso cuando tiene dolor de estómago (de tanta porquería que come). Dice. “Bush y la CIA me están envenenando. Pero él no es sólo el paranoico. Sus seguidores lo son. Un diputado de apellido Carreño, (militar), manifestó preocupado que la oposición usaba a un canal de TV para espiar a los venezolanos dentro de sus casas. Es decir que mientras usted miraba TV, los de ese canal grababan todo lo que  usted hacía Ese mismo diputado fue el que negó que el asesino peruano Montesinos se encontrara en Venezuela pues él tenía pruebas de su muerte.

El flautista de Hammelin

A la oposición venezolana Chávez no solamente la tiene confundida sino que dividida. Muchos no saben que hacer. La paranoia es total y eso es peligroso para un pueblo que hasta hace poco buscaba salidas democráticas.

Chávez ridiculiza, hostiga, ataca diariamente a la oposición. Esta, cual toro, embiste todos los trapos rojos que le muestra el diestro. Chávez no necesita gobernar. De hecho, con un fascismo en donde se funden la Fuerza Armada con las brigadas populares asesinas, llamadas Círculos Bolivarianos (ampliamente vistos en la TV internacional disparando a diestra y siniestra, asesinando pueblo para más tarde ser exonerados de culpa por los tribunales del régimen), Chávez busca la confrontación violenta, para justificar la represión y un nuevo autogolpe como el del 11 de abril del 2002.

Chávez es un experto flautista en la conducción de la oposición. Tal como lo hace el sátrapa cubano, los inutiliza totalmente, pues al ser elegido dos veces con amplias mayorías, él piensa que tiene un aval democrático suficiente para que la comunidad internacional no se meta con él. No ha dejado de tener razón.

Mientras él encarcela, asesina y tortura, en nombre de la democracia, la oposición escuchando los cantos de sirena, más bien de la flauta, siguen las notas de la no violencia y se va cayendo al vacío sin paracaídas.

El Grupo de Amigos hizo mutis por el foro. Chávez, con sus ataques, muy hábilmente aisló del grupo a Estados Unidos, a Chile y España. Portugal, Brasil y México se han hecho los desentendidos como diciendo que si los venezolanos no quieren paz, que se maten. ¡Que posición mas fácil!

La comunidad internacional, en un mundo globalizado, tiene la obligación de salvar las democracias; no podemos caer en el abismo por desidia. Hoy están dados todos los elementos jurídicos internacionales para salvar a los países de un destino tan cruel. Si no lo hacen por la gente, al menos deberían hacerlo por el mercado, que al final, parece que duele más que el abuso a los DD.HH.

¿Dónde está la OEA?

La Organización de Estados Americanos participó en Venezuela para garantizar algunos acuerdos mínimos entre la oposición y el gobierno, con el fin de salvar la democracia y una salida a la crisis por medios electorales; el Centro Carter, que por cierto recibe dinero del Estado venezolano (léase gobierno), también actúo como garante; sin embargo, ellos han visto que se rompieron esos acuerdos; han visto que el gobierno  fascista no ha acatado ninguno de los principios y que, además, se ha reído de la Carta Democrática Interamericana. Es más, Chávez está buscando ser expulsado de la OEA, al igual como lo fue Castro para no tener que responder al Tribunal Interamericano de Derechos Humanos; provoca al presidente Bush de EE.UU., para justificar la paralización, en algún momento, del suministro de petróleo a ese país y justificar ante su pueblo la hecatombe económica que se vive pues no puede explicar que hizo con tantos miles de millones de dólares aunque nosotros, EE.UU., y en general, la comunidad internacional si lo sabe.

Venezuela, no tendrá referéndum revocatorio; no tendrá elecciones regionales limpias; Venezuela en poco tiempo no tendrá libertad de prensa, la cual es atacada, amenazada y amedrentada pero aún no ha sido cerrada; como dice Chávez, “por ahora”.

Si hay una guerra civil en Venezuela será no tanto culpa de sus ciudadanos como de la comunidad internacional. Y si la hay la masacre será grande pues todo el mundo sabe para que lado esta el componente militar que está completamente corrompido y todo el mundo sabe cual es el papel de los 25 mil cubanos en el país.

La comunidad internacional tiene la palabra… Que no suceda lo que sucedió en Cuba, en donde el tirano está en el poder gracias a las debilidades de los países democráticos de del fascismo franquista que lo auparon desde un principio

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba