Estar contra la pared no es estar derrotado
Fastidia escuchar a dirigentes de la oposicición y algún analista insistiendo que Chávez está contra la pared; o sea, acabado, sin salida. Fastidia porque no es cierto, en estos momentos. Estar contra la pared no es haber perdido toda esperanza.
El Presidente y su proceso están en problemas cada día más difíciles, por dos razones conceptuales muy importantes: es claro que Chávez perdió la mayoría en todos los sectores y que está tomando medidas equivocadas que en vez de frenar su descenso, lo aceleran; y es claro que el gobierno está cayendo en ilegalidades, tanto en el manejo de las firmas en el Consejo Nacional Electoral, como en el respeto a los derechos constitucionales –el derecho a manifestar, por ejemplo- y a los derechos humanos –el derecho a manifestar sin ser reprimido con extrema violencia.
La “fuerza natural”, como describió Manuel Felipe Sierra al crecimiento chavista en 1998, ha cambiado de rumbo, ahora esa creciente “fuerza natural” es el antichavismo. Y en la ilegalidad electoral y de violación de los derechos constitucionales y humanos, están los dos clavos que sí pueden inmobilizar a Chávez contra la pared. Una vez clavado, sí estará derrotado.